Static 3D

Con un guión bastante trillado, pero muchas ganas de impactar, nos llega esta aterradora sorpresa que en poco más de hora y cuarto logra poner los pelos de punta agarrando el estómago del espectador y no soltándolo hasta su, no por repetitivo menos, inesperado final.
Impecable, bien dirigida, fenomenal interpretada, a destacar una Sara Paxton fantástica y un Ventimiglia que no puede estar más guapo.
Un matrimonio ha perdido a su hijo de tres años y no supera la crisis de ninguna manera. La noche que él acaba su última novela aparece en la casa Rachel, una aterrorizada joven que afirma que unos hombres con máscaras de gas la persiguen. Y no cuento nada más para no destriparla, porque merece un visionado virgen e ingenuo para sufrir, morderse las uñas y pasar miedo.
Lo mejor: Las máscaras, muy, muy efectivas.
Lo peor: El mañido final.

Esta es la historia de un matrimonio que acaba de perder a su pequeño de 3 años en un accidente y no puede superarlo.
Una noche aparece en la casa una joven que les pide ayuda ya que la están persiguiendo unos tipos con máscaras.
Este principio consigue crear tensión hasta que todo empieza a repetirse en bucles siguiendo la siguiente secuencia: marido protege a esposa, marido abandona a esposa para ir en busca de algo(un arma, un coche, otro coche...), esposa se queda sola con planos en los que aparece una sombra a su espalda que desaparece cuando ella se vuelve y vuelta del marido. Este simple movimiento en cuatro actos es todo lo que vas a ver durante casi todo el metraje del film. Sinceramente se llega a hacer bastante pesado ver correr al escritor una y otra vez por jardines suburbiales sin que nada le persiga en realidad.
El final se guarda alguna sorpresa pero que no es nada del otro mundo a estas alturas, la verdad.
80 cortitos minutos estirados en un chicle infinito que llega a aburrir