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Pina

Pina
2011 Alemania
Documental, Intervenciones de: Pina Bausch
7,6
4.597
Documental Homenaje de Wim Wenders en 3-D a la bailarina y coreógrafa alemana Pina Bausch, maestra de la danza, en un documental que recoge principalmente los testimonios de sus colaboradores. (FILMAFFINITY)
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Críticas 33
Críticas ordenadas por utilidad
19 de septiembre de 2011
40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tengo ningún reparo al admitir encontrar en "Pina" un trabajo profesional, bien hilado, dirigido con garra por Wim Wenders y realizado con valentía y talento. Abordar un documental sobre una figura real y no reincidir en lo convencional (el corte biográfico) es bastante inaudito más si el lenguaje utilizado para llevarlo a cabo es el ir engranando únicamente ballets coreografiados por la fallecida Pina Bausch y eventualmente algún comentario de los bailarines que trabajaron con ella.

Formalmente ninguna pega, pues: hay riesgo, valentía, calidad. E incluso el 3D funciona y mejora la experiencia visual en lugar de enterrarla. Pero desgraciadamente algo me impide entrar del todo en el documental. Quizá sea que no me apasiona el tema, o que encuentro algo irregular la selección de los números (los buenos son muy buenos, otros se alargan en exceso). O que el tono, que por un lado me parece un acierto, es algo criticable desde un punto de vista "emocional", al no conseguir atrapar(me) dentro de ese mundo y conseguir que se me erice la piel con sus bellas imágenes.

Si te gusta el ballet, o el trabajo de la señora Bausch, vas a disfrutarlo como pocas cosas. En caso contrario al menos te queda un ejercicio cinematográfico digno y tremendamente valioso, aunque probablemente lo encuentres frío. De una forma u otra es imposible quedar completamente indiferente a la propuesta, lo cual lo convierte en una recomendación directa.
Caith_Sith
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2 de octubre de 2011
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Difícil misión la de recoger la esencia del arte y la personalidad de Pina Bausch, referente indiscutible de la danza y la coreografía contemporáneas. La película es un homenaje póstumo a su trabajo, su espíritu y su figura por parte de su amigo Wim Wenders, Pina nos dejó en 2009, a los 68 años, a causa de un cáncer repentino, solo cinco días después de que le fuera diagnosticado.

Para entonces Pina ya había comenzado la colaboración con Win Wenders en el film, por lo que su desaparición hace que la película destile la tristeza de su ausencia, desde la mirada del director y desde el fondo de los rostros de los bailarines de su compañía, que dan una breve pincelada cada uno con el recuerdo de una frase, un momento, a veces tan solo un gesto que Pina dejó en su memoria.

Para tanta carga emocional y para la complejidad coreográfica del trabajo de Pina a Wenders no le bastaba el 2D: después de ver el concierto que U2 grabó en 2007 en 3D, Wenders estaba convencido de que ésta era la solución. Fuera de lo artificioso que pueda parecer este medio, la tercera dimensión no hace sino mejorar si cabe la fuerza expresiva de una coreografía dentro de un escenario o dentro de un paisaje. Muchos números salen de la escena del teatro para habitar en las calles, parques o fábricas de Wuppertal, la ciudad alemana donde residía el Tanztheater de Pina, espectaculares las escenas en el Schwebebahn o tren colgante. Con ello la danza sale a la calle, los personajes se convierten en personas, el baile en medio de la ciudad representa los sueños que todos llevamos dentro cuando paseamos por nuestras calles, por eso “bailad, bailad, si no estamos perdidos!”.

Wenders ha tenido que viajar mucho para encontrarse, después de muchas películas fracasadas (con notables excepciones) ha tenido que regresar a su país, a sus paisajes conocidos para expresar lo mejor de sí mismo. Desde "Paris-Texas" o su versión alemana anterior, "Alicia en las ciudades", Wenders no mostraba el mismo desamparo, la misma búsqueda incesante y sin fondo hacia nuestra alma, la misma búsqueda que Pina les imploraba a sus discípulos cuando les preguntaba ¿qué anheláis?. La soledad, la tristeza, el amor, la alegría, todo aquello que Pina Bausch solo logró mostrar inventando un nuevo lenguaje, se resuelven en la pantalla con una fuerza visual y una tensión dramática difíciles de olvidar.

En "Días de cine" calificaban la película como "una obra de arte": a los que les gusten los museos la película les gustará, a los que les guste la danza contemporánea la película les emocionará. Aquéllos que todavía anden buscando y todavía no hayan encontrado saldrán del cine con lágrimas en los ojos.
curro850
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18 de noviembre de 2011
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene siempre una amplitud previa y un recorrido que el espectador desconoce. Simplemente se encuentra delante de un telón que se abre y le muestra la obra… pero “Pina” nació hace muchos años… Era un embrión que la propia Pina y Wenders no tenían capacidad de mostrar… salvo en 3D… pero hasta hace poco tiempo el 3D vivía enclaustrado esperando la apertura de otro tipo de telón más comercial. Y cuando llegó el momento Pina Bausch abandonó la obra sin avisar para iniciar otro tipo de danza en otro lugar… Precisamente el recuerdo, como testimonio mudo, se incrusta como una mirada que enlaza con otro tipo de percepción, con una voz en off que se acopla en ese testimonio y que hace agitar la imaginación del espectador.

“Pina” habla sobre el espacio, el presente y el entorno diario a través del que se mueven las personas. Durante la proyección todos somos Pina Bausch o parte de ella. Pero “Pina” actúa como catarsis ante esos bailarines y amigos que han quedado sin ese faro y a la deriva creativa y emocional. Todos sus testimonios apuntan a una superación personal mediante la libertad propia.

Mis oídos escuchan promesas.
Mi mente es poder.
Mis ojos ven sueños.
Mis pensamientos son altos.
Mi cuerpo es fuerte.

La ausencia hace que encuentren solos y así parece reflejarlos y trasladarlos Wenders, desde el escenario, a paisajes urbanos y naturales. Obstáculos que deben vencer, a modo de terapia, para superar la pérdida y ser aquello que Pina deseaba de ellos. ¿Qué nos queda después de Pina? Bailar, bailar… o perderse… en el olvido. Gracias a “Pina” de Win Wenders será imposible olvidarla.
Maldito Bastardo
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8 de diciembre de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien dijo que el cine estaba muerto y era incapaz de dar nuevas obras maestras. Pues yo mismo. Es por ello que debo retractarme tras el visionado de “Pina”, ya que Wim Wenders consigue crear una gran película apoyándose en ese universo misterioso y mágico de la gran Pina Bausch. Pero lo mejor de todo es que lo hace valiéndose de los más grandes avances técnicos del séptimo arte, creando la primera película estereoscópica relevante de la Historia del Cine. Por primera vez, esta técnica se pone al servicio del arte gracias a su tratamiento puro y coherente, rompiendo así con los típicos alardes cinéticos del 3D que a día de hoy se sitúan como auténticos clichés visuales. Con todo, aún falta mucho para alcanzar la madurez en este sentido, con lo que Pina sería un logro aislado.

Dicen por ahí que la película es un documental. Sin duda, tal afirmación es decir muy poco sobre ella. Logra trascender y sobrepasar los límites a tal etiqueta: drama, comedia, experimental, cine performativo… Vemos, pues, otro de los grandes logros de la película que es conjugar todos esos elementos para darnos una pieza totalmente hipnótica. Decir que este trabajo nació en su momento como una colaboración entre el tándem Bausch-Wenders, convirtiéndose finalmente en un digno homenaje hacia una de las más grandes coreógrafas del siglo pasado. Y es que la película no dice nada sobre la bailarina, y lo dice todo al mismo tiempo, ya que se recrea en aquellos momentos clave de sus coreografías, fuente directa de conocimiento sobre sus anhelos internos. Viendo la película, conocemos de primera mano sus principales logros: su coreografía para “La consagración de la primavera” (1975), sobre la célebre música de Igor Stravinsky; y el magnífico “Café Müller” (1978), acompañado con algunos de los momentos más mágicos e igualmente trágicos de la música de Henry Purcell. Ambos casos son un buen ejemplo para ver su búsqueda de la perfección del cuerpo humano a través del movimiento, a veces mesurado y cargado de “ethos”, otras veces descontrolado en la búsqueda del “pathos”. Finalmente, lo consigue, eleva la danza a una categoría superior que compite en igualdad con sus contrapuntos musicales, logrando una conjunción y perfección total.

No sería de extrañar que el visionado de la película capte nuevos adeptos al arte de esta señora. A sus facetas artísticas debería sumarse el rol de directora y guionista en el filme “Die Klage der Kaiserin” (1990), fuente de inspiración para momentos puntuales de la película de Wenders. Pero, los amantes del séptimo arte puede que echen de menos más apariciones de la artista en este medio, resumidas a dos únicos casos casi anecdóticos como son el personaje de Lherimia en “E la nave va” (1983) de Fellini; y en “Hable con ella” (2002) de Almodóvar como bailarina del “Café Müller”. Si es así, ahí está esta película para llenar ese pequeño vacío, a día de hoy un clásico moderno e imperecedero del arte cinematográfico.
SEÑOR SPINALZO
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5 de octubre de 2011
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada he de decir que soy un absoluto neófito en lo que se refiere al ballet, es una de esas artes, que me gustan cuando las veo, pero a las que al mismo tiempo reconozco no haberle dedicado el tiempo, el estudio y la atención que sin duda merece.

El prolífico Wenders, hace una película fundacional, sobre el ballet, sobre una de sus diosas Pina Bausch a quien homenajea, y lo hace desde el respeto de lo que es estrictamente la danza, y sobre todo sus bailarines, dotándola de los más cuidados y espectaculares medios que tiene el cine (3D), produciendo unos resultados de fuerza, e involucración por parte del espectador indiscutibles.

Aunque la película se llame Pina, la película es de sus bailarines, una peculiar variedad de edades, estilos y físicos, portadores del espíritu de la creadora, y cuyas presencias resultan impactantes.

El resultado final, .... yo no consigo emocionarme, aunque si disfrutar de momentos de gran belleza, pero quizás sea un film más aprovechable, dentro de su accesibilidad, a mayores conocedores de un arte, que a mi aún no me ha colonizado.
zymu
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