La suerte de Emma

Esta película es un cuento con un guión sencillo, y aun previsible. Pero en ella lo importante no es el qué, sino el cómo.

La vida es una enfermedad mortal, y el hecho de que el final sea de sobra conocido no es suficiente para calificar nuestra existencia como superflua o prescindible, salvo nihilismo o depresión extrema.

La belleza de este cuento está en plasmar la posibilidad de que los personajes acepten que el final llega porque ellos desaparecen. Por eso el cuento acaba bien y deja un buen sabor de boca, aunque no termine con un "fueron felices y comieron perdices".

Es una historia romántica con momentos muy tiernos y muy emocionantes, con humor incluido. Se ve muy bien, con simpatía y agrado. Peli bonita con actores alemanes poco conocidos. Es un poco previsible pero no es larga y deja buen sabor de salida.

Es difícil imaginar que el sacrificio de un animal (no sé cómo decir "matar un cerdo" sin que suene desagradable), pueda mostrarse con ternura... Eso es lo que más me impactó de la película y puesto que con estas imágenes comienza (no estoy desvelando nada), me sentí engachado a la historia desde el primer momento, desde las primeras secuencias supe que me iba a gustar... La fuerte e independente personalidad de Emma, la recreación del ambiente bucólico en el que vive, los toques de humor e intriga con el que transcurren los hechos, la historia de amor que los hilvana y, más súltil aún, de amistad, hicieron posible que esta sensación fuera creciendo hasta el final... Con razón recibió el Gran Premio del Público en el Festival de Sevilla.

Película cuya temática ya hemos visto en alguna que otra ocasión: "Quédate a mi lado" (Chris Columbus , 1998), la adaptación de teatro que aquí en España realizó una soberbia Rosa Mª Sardá “Wit”, “Cosas que importan” (Carl Franklin, 1998) o “Magnolias de acero” (Herbert Ross , 1989).

Y como todas las expuestas arriba, sigue más o menos, un mismo esquema con un final que intuimos. Y es que es difícil salir de los cauces normales de esta temática. Aquí, puede intentarlo con algunos personajes bastante carismáticos como la propia Emma (Jördis Triebel) que es con diferencia lo mejor en cuanto a personaje como a interpretación. Destaco también el papel de de policía enamorado que hace Hinnerk Schönemann, más que nada porque este tipo de personajes perdedores, resignados con su mala suerte y enamorados de lo inadecuado siempre me son atrayentes (yo soy de los que odian al correcaminos, de los que odia a Piolín, a Jerry, a Filemón, e incluso al listo de Mickey Mouse. Me van más sus antagonistas, los perdedores de cada historia).

“La suerte de Emma” es una película que se deja ver, pero que tampoco sobresale sobre el resto de cintas sobre la misma temática.

Pese a sus paradojas, y las elipsis que la rodean... LA SUERTE DE EMMA resulta una película muy bonita, que crece a medida que avanza, ayudada por unos personajes, a los que el director va transformando de manera poética, haciéndolos encajar como un guante, en la sencilla estructura narrativa.

El guión refleja el carácter general de las producciones alemanas, al ofrecerse con precisión y garantía. La ejecución siempre se encuentra al servicio de la historia, y las piezas que al principio nos sobraban, llegan y encajan cuando nos acercamos al final.

Magnífica banda sonora, que potencia la languidez de las últimas escenas, destacando su desbordante belleza.