Las mujeres de verdad tienen curvas

Se podrían decir muchas cosas positivas de esta película, que tiene un buen sentido del ritmo y que sabe combinar humor y drama con acierto, que sus interpretaciones son magníficas por la naturalidad y veracidad que dan a los personajes etc etc. Pero todo esto no es nada en relación a lo verdaderamente importante del film: sus múltiples mensajes y la naturalidad con que se lanzan.

Y es que se tocan muchos temas de problemática social en el film. Así podemos ver como se analiza y critica la rigidez moral de las viejas tradiciones, los roles estereotipados, la permanente castración de los sueños por machismo ancestral, la falta de adaptación a las nuevas realidades sociales, el culto al cuerpo y la explotación capitalista.

Y todo desde los ojos de una chica que se esfuerza en dar un mensaje positivo, que nos habla de la autoaceptación, de la honradez del que trabaja duro y se siente orgulloso de ello, de, en definitiva la auténtica revolución feminista, la de liberarse de tabues sociales, raciales y de género sin necesidad de lanzar proclamas ni mitines, sino sencillamente aplicando un bien que parece que hoy día escasea, el sentido común.


Hay otra cosa que tambien hay que destacar, y aunque es evidente que por una mera cuestión cronológica no es así, la película podría ser la versión real de lo que se pretendía ver en Juno. Aquí tambien tenemos una chica adolescente y lista sí, pero que no necesita que cada una de sus frases sea graciosa y/o dicte sentencia, que se acepta como es y nonecesita hacerse la intelectual, ni vaguear con sus poses indies mientras medita sobre lo divino y lo humano. Aquí hay una chica que se sabe conformar con escuhar música para alegrarse la vida y no rendir pleitesia a rockeros setenteros porque es lo cool, una chica que tiene sueños y va a por ellos y que al menos es lo suficientemente responsable para tener relaciones sexuales sabiendo que existe algo llamado condón. Una chica que se hace querer porque es real, y no un producto prefabricado destinado a ser moderno porque es lo que vende.

Lo mejor: Su compromiso social no panfletario.
Lo peor: A veces falta mala baba.

Una película con ese título corría el riesgo de ser muy mala, panfletaria. Pero es una gran sorpresa, tiene un fuerte mensaje que se entrega en un paquete encantador.

El filme transcurre de manera ligera, con humor y repleta de momentos muy reales. El retrato de la comunidad mexicana-chicana en los Estados Unidos (particularmente en Los Ángeles), es fiel. La fotografía es extensiva en éste asunto y no deja detalles a la suerte; los locales, los colores, la gente del barrio, los santos, la música (con sus músicos), están tan bien retratados que permiten incluso disfrutar los olores de cada rincón que se muestra. Si a eso le sumamos que cada personaje es absolutamente creíble, tenemos un gran porcentaje de la película ganado.

Pero eso no es todo, ni lo más importante. Tenemos el guión. Un guión perfectamente trabajado, en donde cada diálogo es creíble, sobretodo para quienes conocemos de cerca a la familia promedio mexicana. El tema de las curvas de las mujeres, se desliza de forma suave a lo largo de la historia de Ana y su familia, de Ana y su lucha, de Ana y su adolescencia, de Ana y su independencia, de Ana y su autoestima, de Ana y su ser mujer, de Ana y su trabajo, de Ana y su identidad, de Ana... finalmente, las curvas de las mujeres es un pretexto, una metáfora de la libertad, de la autodeterminación, del ser dueñas de sí mismas, no es una oda contra la anorexia. Afortunadamente, es un filme bastante más inteligente que un panfleto anti-delgadez y profundiza en los verdaderos retos de las mujeres, que a al final del día se pueden simbolizar en si te importa o no la celulitis, pero que se sabe que es sólo un símbolo, no la lucha en sí misma.

Las actuaciones son muy buenas. América Ferrera está estupenda, pero quien se lleva el galardón es Lupe Ontiveros en su personificación de madre mexicana conservadora y de recién acceso a la clase media (mexicana). La historia, que fácilmente podría caer en tópicos, sorprende con su sencillez. Las cosas no son tan dramáticas, no son tan difíciles, no son tampoco tan fáciles... son como son, y así lo retrata Patricia Cardoso.

Recomendable, muy recomendable, no solo para las mujeres que deseen una historia de reivindicación a la inteligencia sino a todo el público dispuesto a compartir de manera inteligente y solidaria la vida.

Película de emigrantes centroamericanos afincandos y ciudadanos, con muchos esfuerzos, de los EE.UU., cuyos hijos e hijas ya forman parte de la sociedad norteamericana y tienen sus mismos problemas o la misma comprensión cultural que los demás adolescentes de esa gran nación.

Una película que al igual que la titulada "Quinceañera", urgan en el mismo género, sector de la población y choque generacional dentro de la familia; además, ambas también fueron éxitos en el Festival de cine de Sudance y ambas se hacen acompañar por una serie de canciones latinas de enorme nostalgia, de las que calan en los oídos de los espectadores de origen latinoamericano que presencien estas obras.

La directora Patricia Cardoso trata de reivindicar con esta cinta que la belleza, la estética, la verdad y la felicidad también es de la personas no flacas o con carne de más; porque en definitiva lo importante siempre es la mente y lo que ésta genera en sí.

Fej Delvahe

Quién lo iba a decir que entraríamos en el siglo XXI y todavía serían necesarios cantos a la inteligencia y los michelines.

Supongo que es normal que, si obligamos a estudiar a los jóvenes hasta los 16, estos asocien estudio con submisión, pero la verdad es que empollar como locos es para muchos la única manera de huir de una vida de mierda en talleres subsubsubcontratados en condiciones fácticas de esclavitud.
Enfrente de un cole de mi barrio pintaron un graffitty que decía "MUJER: REBÉLATE Y ESTUDIA" y lo limpiaron enseguida y me dió penita, porque era uno de mis garabatos vandálicos favoritos...

Por otro lado, algo chungo estamos haciendo con las cabezas de las jovencitas para que vivan obsesionadas por su peso y quieran parecerse a los esqueletos que salen en el catálogo de ropa Mango a pesar de que yo les he dicho una y otra vez a todas las que se me han puesto por delante que me gusta mucho más el clásico modelo de belleza pneumática del Playboy de toda la vida.

Si tienen ustedes alguna hija adolescente, mi consejo de hoy es que la aten a una silla y la obliguen a ver esta peli... No es que sea nada del otro mundo, pero trata estos dos temas de forma entretenida y educativa y se llevó varios premios molones (al menos me suena que se llevó algo en Sundance).

Nota: un sufi alto.

Es lo que he sentido al terminar de ver la película. Una historia muy bien contada, con dos pedazo de actrices (la hija y la madre), sencilla, muy amena y en ocasiones divertida.

La obesidad puede ser una excusa para exponer un contexto en el cual el en teoría más débil tiene que sobreponerse a los estereotipos que le marca su familia y la gente de alrededor, únicamente apoyado por el clásico "profesor comprensivo".

Recomendable a todo tipo de público.