Viviendo sin límites

... una crítica hacia los críticos que no hacen más que buscar detalles por los que calificar una película de mala. Pero debemos tener en cuenta que la película es muy entretenida, muy original y muy, pero que muy buena. Y al fin y al cabo eso es lo que importa a la hora de sentarse a disfrutar delante del televisor, no las pequeñas trampas del guión o la supuesta película que ha sido plagiada, en este caso, supuestamente, Very Bad Things, con la cual no encuentro ningún parecido excepto el humor agridulce... ¡pero por favor!

Simpática película con algunos personajes muy logrados que te deja enganchado con un conjunto de situaciones extrañas, pero que poco a poco van tomando forma gracias al montaje paralelo.
Tiene momentos que me recordaron a "Airbag", la película española, ya que algunas situaciones que viven los personajes se asemejan a ella.
En definitiva, recomendable película para divetirse y pasarlo bien, identificándote con los personajes de esta curiosa historia.

Puede reprochársele el cúmulo de situaciones extremas que confluyen en una sola historia (en cuanto que es excesiva la casualidad) pero estamos ante una película cómica de ficción y no ante una biopic o un drama.

Tanto el relato como el guión son más que entretenidos, son delirantes y sin complejos, bien narrados y con un uso del tiempo excepcional.

En resumen, supera con mucho lo entretenido. Más que recomendable para el que simplemente quiera pasar un buen rato.

Que luego los pseudoperiodistas - casicríticosdecine del país le saquen las pelusillas para dárselas de intelectuales ya es un tema a parte. Es obvio que no nos vamos a encontrar con un guión impresionante, de los que quita el hipo con sus diálogos, ni con una historia estremecedora pero, al menos yo, no es a lo que venía.

La alquilé en su momento porque un crítico del que me fío la ponía bien (aunque era la típica película polémica y con poca aceptación entre los críticos) y me pareció muy divertida y con giros de guión muy dinámicos. La he vuelto a ver y me sigue gustando.

Por supuesto que no es original, ni tan buena como su referentes más obvios ("Pulp Fiction", "Trainspotting"...) pero sigue funcionando, se mantiene fresca, en parte gracias a su frivolidad, ya que no tiene la más mínima moralina (creo que por eso molestaba a algunos críticos).

Lo curioso es que se me había olvidado por completo que la había visto. No me dejó ningún poso. Quizás también por esa misma frivolidad.

Viviendo sin límites (¿tanto costaba haber dejado el título original?) es una muy recomendable película. Sus protagonistas son un grupo de jóvenes con problemas, como Ronna (Sarah Polley), una chica que necesita dinero urgentemente, Simon (Desmond Askew), un compañero de ésta que quiere viajar a Las Vegas o Adam (Scott Wolf) y Zack (Jay Mohr), un par de actores que se ven obligados a colaborar con un policía poco ortodoxo (William Fichtner).

Fresca, divertida y con mucho ritmo, Viviendo sin límites es un trabajo que no mereció pasar sin pena ni gloria por las carteleras de medio mundo. Porque esta versión juvenil y colorida de Pulp Fiction (con muchos personajes, historias cruzadas y situaciones al límite) fue para mí una de las grandes sorpresas de su año, gracias, entre otras cosas, a su adictiva trama, a su eficaz reparto (prácticamente un quién es quién del Hollywood juvenil de la época) y al ingenio de su director (lástima que su talento se haya ido desinflando poco a poco).