León y Olvido

La película parte de un punto de vista novedoso. Hasta la primera hora lo desarrolla con convicción, pero luego se va liando con secuencias y personajes que no pintan un pijo. Aparte de secuencias alargadas y sin valor alguno. Con hora y media le habría bastado, consigue hacerse pesada.

Sin embargo, posee un humor negrísimo, tan poco habitual en el cine español que se agradece. Porque el protagonista tenga el sindrome de Down, no se pasan toda la película dramatizando el tema, si no que muestran a un Guillem Jimenez con ganas de superarse y una Marta Larralde (en una actuación flojita) tan desquiciada que todos sus intentos de separarse de él caerán en fracaso. Una película diferente, con un humor negrísimo, para algunos cruel y que puede dejar un poco confundido al espectador.

Película original por ser la primera rodada con un chaval con sindrome de down , que se hace un poco lenta , con más metraje del esperado, pero con una actuación más que digna de la marta larralde ( sin quitar ningún merito al Guillem Jiménez).
Lo mejor de la película es el lado emotivo y humano , así como las diferentes escenas y acciones que tienen lugar donde la protagonista intenta quitarse de encima a su hermano de mil formas distintas. Una relación amor-odio muy bien explicada donde sin duda el humor y el carisma del protagonista os cautivará.

Película poco promocionada y que los amantes del buen cine hemos disfrutado. Fantástica Marta Larralde que le da a la película frescura y dinamismo.

León y Olvido no os dejará indiferentes. Es una película sencilla pero con unos diálogos divertidos y en ocasiones duros.

Un saludo

La película narra de forma muy bien organizada la relación entre dos hermanos que se ven obligados a vivir solos. Él con sindrome de Down y ella con trabajos temporales, tienen que acostumbrarse a convivir y a sobrellevar las situaciones que van apareciendo y que a veces ella misma busca.

El planteamiento inicial es interesante, con un desarrollo correcto, pero al final tanto el guión como el ritmo de la historia se hace pesado, se alarga demasiado el final, que como suele pasar en el cine español te suelta la realidad y se queda abierto al debate, al diálogo, a tu interpretación.

El gallego Xavier Bermúdez lleva a la pantalla la historia de dos hermanos mellizos: ella (fresca, solvente, joven Larralde) trabaja todo lo que puede en una fábrica; él (muy bien Guillem Jiménez) padece el síndrome de Down, va a la escuela y depende mucho de su hermana. Ambos son huérfanos.
Sin caer nunca en un eficaz melodramatismo y sin recurrir a los tópicos y lugares comunes por sistema, estamos ante una sólida película, muy bien matizada por un dosificado sentido del humor, que es dura con equilibrio, directa con juicio, y cuya conclusión final parece ser el interrogante sin respuesta sobre quién depende más de quién en esta díficil relación.