Grandes esperanzas

Hace unos días, a propósito de Oscar Wilde y “A Good Woman” escribí que las grandes obras y los grandes autores son inmortales y atemporales. Olvidé mencionar a Dickens. La que aquí nos ocupa es un ejemplo galopante de que un director con talento (Alfonso Cuarón), puede hacer una filigrana narrativa y metatextual de primer orden con palabras e historias escritas hace siglos, y ponerlas de actualidad respetando su prosa.

Por otra parte, es fácil como critico y como público molestarse ante la versión de Cuarón de Grandes Esperanzas. La historia de superación personal y profesional de un paleto enfrentado al mundo que acaba triunfando en la vida y en el amor, es alabada si viene presentada por un clásico, pero denostada si se actualiza, más aún si la propuesta musical, narrativa y escénica del director se acerca (muy muy) acertadamente al videoclip. Y Grandes Esperanzas, es, en parte, una película del director. Él está presente en todos los planos (como también lo está en las muy diferentes Y tu mamá también o Hijos de los Hombres), y su personalidad artística se ve y se oye en cada fotograma, por ello es recomendable disfrutarla. La música, los fundidos en las elipsis (impagable el del baile en el palacio, el del la calle lluviosa) y los pequeños detalles como el color (el uso del verde en absolutamente todos los fotogramas de la película, el color de la esperanza), lo presentan como un verdadero artesano que, manejando un material previsible, es capaz de emocionar y entretener.

Y Grandes Esperanzas tiene otro gran acierto que convierte en respetable esta algo infravalorada película: su espléndido reparto. Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow aportan la suficiente sexualidad ambigua, en ambos casos resuelta con contención y pasión, el primero en el personaje de humilde soñador enfrentado a su destino; la segunda en el rico papel de una joven enseñada a no amar, que la actriz resuelve sin pudores, ni emocionales ni físicos.

Y Robert de Niro y Anne Bancroft. Increíbles. Devora escenas con el suficiente carisma como para hacer creíbles dos personajes extremos, que ambos regalan al espectador con composiciones ricas en matices, en corporalidad y en emociones.

Y las localizaciones. Los humildes pantanos del sur de Norteamérica, la onírica y bellísima mansión de Bancroft. Y Nueva York, personaje nuevo respecto a la novela de Dickens, ya que Cuarón fotografía y pasea su cámara por todos los barrios (Soho, Central Park, Upper East/West Side...) de la ciudad de la esperanza, en el país de las oportunidades.

La película muestra una historia a ratos poco creíble, sin embargo me parece interesante que la historia de amor vaya más allá de lo puramente romántico, sino que hable también de las transformaciones que van sufriendo los protagonistas a lo largo de su vida.
La fotografía me pareció preciosa, en especial el antiguo palacio en el trópico. además, la banda sonora es increíble, particularmente las canciones de Tori Amos.
En general me gustó mucho la estética de la película, están muy bien cuidados todos los detalles. Vale la pena verla.

Guiado por varias críticas que había leído en esta página web sobre esta película, supe que no era la apropiada para mejorar mi estado emocional. Aún así, ahora me alegro de haberla visto. He aquí mi opinión: magnífica producción de Alfonso Cuarón, llena de un sentimiento mágico, de amor verdadero, también de dolor... A lo largo de la película comprenderás el por qué de su título. La predominación del color verde en todas sus escenas muestra minuto a minuto este sentimiento. Con una banda sonora preciosa, no podrás evitar emocionarte. Excepcional reparto para los actores Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow. La recomiendo para los amantes no correspondidos y para todos en general, será una forma nueva de ver la vida. Si existe una película que muestre el poder del amor, esa es Grandes Esperanzas.

Película que a priori tenía muy mala pinta. Pero que me enganchó desde el principio. Esto, unido a unas buenas interpretaciones, me animó a ponerle un 7. Y no le pongo más porque debo ver la versión en blanco y negro antes. Lo que no entiendo es la escasa puntuación del filme en Filmaffinity. No sé que esperaba la gente encontrar. Creo que no está suficientemente valorada, teniendo en cuenta la basura comercial que invade nuestras pantallas cada semana, y sin hacer distinciones, tanta porquería llega del otro lado del charco como de nuestra querida y amada ( y sobre valorada) tierra. En un tiempo de crisis del séptimo arte, una más que aceptable producción es olvidada rápidamente. Bueno, más que crisis del cine, creo que es más bien culpa de los espectadores. Se gastan sus 4 euros para ver La guerra de los mundos, y cuando salen malhumorados se quejan de que no hay buen cine. Haber ido a ver Dear Wendy. O mejor todavía. Te quedas en tu casa y te alquilas Grandes esperanzas.

La vi con 20 añitos, estando en la universidad. Nunca olvidaré las sensaciones que me produjo al verla por primera vez. Es una de esas películas mágicas y evocadoras, que o te dejan marcado de por vida, o la detestas, y afortunadamente, a mi me dejó marcado. "Todo lo que hay de especial en mi, eres tu". Un detalle sin importancia, si os gusta el color verde, fijaros bien en los colores que aparecen en la peli...