Polar Express (El Expreso Polar)

Existen cosas que van más allá de su puro valor objetivo. Películas que te hacen rememorar tu infancia, momentos pasados que ya no van a volver pero que siempre conviene tener presentes.

Además del virtuosismo técnico de la propuesta de Zemeckis, esta desprende magia por los cuatro costados: la llegada del tren, la media hora final... son momentos inolvidables que constituyen la que probablemente sea la mejor película inspirada en estas fiestas de lo que llevamos de década.

Y vale que "Polar Express" quizá no sea una película de 8, pero todos hemos querido realizar un viaje así en algún momento de nuestra vida (en mi caso no demasiado lejano), y esta película es lo más parecido a soñar despierto una noche de Navidad hace unos años que jamás he visto. Puede gustar más o menos, pero no se puede negar que cumple a rajatabla su propósito.

Quizá sea una de las películas más entrañables que se pueda ver en Navidad. Nos traslada a un mundo de ilusión precioso en un viaje que todos hubiésemos querido hacer de niños. Con una animación muy conseguida en los detalles y movimientos de los personajes, no marea al espectador con cambios veloces de imágenes a los que desgraciadamente nos han acostumbrado en muchas películas de animación de los últimos años.

La historia no es muy novedosa y hasta se pueden prever las situaciones en algunos momentos. Pero el ambiente invernal y navideño, así como la estupenda animación, crean un entorno ideal para disfrutar de una película redonda. Qué importa si el tema está muy trillado cuando la película merece la pena.

A pesar de la larga duración para ser una película de animación, no se hace larga ni pesada. Es más, invita a volver a comenzar el viaje.

Es una historia clásica de navidad con todos los ingredientes y tópicos al uso. La idea de que el argumento, en resumidas cuentas, sea un viaje en tren, podría parecer sosa, pero nada de eso, las sorpresas y la acción dominan casi todo el metraje. Posee la ternura de Que bello es vivir y la acción de Indiana Jones. Zemeckis nos hace bajar por una montaña rusa a toda velocidad y volar como un águila por los acántilados.

Después de la gran novedad que supuso ¿Quién engañó a Roger Rabbit? al mezclar personajes de animación en un entorno real, Polar Express da otra vuelta de tuerca al fundir personajes reales en un entorno de animación. Casi el proceso opuesto.

Lo fuerte de la película reside en el aspecto visual, que está realmente conseguido y tiene momentos impresionantes... a veces dudas si lo que estás viendo es animación o son personas de verdad. Por otro lado, la historia es muy infantil, lo que no quiere decir que sea mala, pero la parte del viaje en tren es un poco rollo, y la mayor parte de la emoción viene por las cuestas abajo que toma el tren y cosas parecidas, muy repetitivo todo en esta primera parte. Tampoco podían faltar las cancioncitas, que no faltan en está película, lo que la hace más infantil. El final ya es mejor, y mágico... En momentos como este, justo después de ver esta película, echo de menos aquella época, años atrás, en los que la navidad era tan mágica, tan especial... lo que daría por poder volver a sentir aquello, que espero que nunca se pierda del todo en mi y poder oír siempre el cascabel... Perdonad este sentimentalismo navideño, pero es que yo soy así. Y nada más, la película está bien, y supongo que mucho más para los niños.

Vi este film con demasiadas expectativas, quizás por ello me decepcionó, encontré el guión más que soso aunque visualmente sea muy atrayente. Es la primera película rodada totalmente en Performance Capture que es una técnica que consiste en registrar en forma digital los movimientos de los actores que luego se cargan en una computadora, lo que permite el desarrollo de películas en 3D de última tecnología. Esto es lo mejor del film.
Chris Van Allsburg autor de la historia ya tuvo oportunidad de que sus escritos pasarán al cine con Jumanji.