Inmersión letal

Si alguien ve esta película puede ser que se ahogue. Los motivos pueden ser diversos:

1) Atragantado al contemplar el cuerpazo de la Alba.
2) Rebentado por querer emular a esta panda de inéptos que bajan a más de diez metros sin equilibrar el aire del cuerpo (habrá que avisar a los guinistas que haciendo snorkel la gente la palma por estas gilipolleces).
3) Sin oxigeno por intentar superar el record de ocho minutos que se tira el Walter sin respirar.
4) Daño cerebral por no descomprimir como toca.
5) Desangrado por los bocados de los tiburones que juguetean con ellos al principio de la película.
6) Infarto al intentar ver esta predecible, estúpida y aburrida historia de patanes en el agua.

El dos… por los peces. Es que me molan. ¡Qué pasa!

Agarramos a dos “intérpretes” como Paul Walker y Jessica Alba, los metemos en uno de esos guiones de que están guardados en los almacenes de las productoras (para cuando quieran sacar un truñete de acción para recaudar millones) que obviamente tenga agua para mostrar a los protas en traje de baño y filmar tomas que van desde los provocativo hasta lo obsceno. ¿Qué se obtiene? Un mediano film de acción que a ratos entretiene y a ratos solo deseas que acabe el sopor, el guión no está tan trabajado y opta por lo predecible y los ya mencionados “intérpretes” no parecen esmerarse mucho en hacer creíbles sus papeles.

Lo mejorcito sería la excelente fotografía submarina y algunas escenas de acción, por lo demás hay mejores formas de pasar la tarde del domingo.

Película para un domingo por la tarde sin fútbol (pero sin fútbol de 1ª,ni de 2ª,ni de 2ªB, ni si quiera el torneo de niños de futbol 7...) La única intrigante trama que hará que te aferres a los apoya-brazos de tu sofá, es el no saber cuándo será la próxima vez que a Jessica Alba se le vuelva a meter el bikini entre las nalgas.

La película hay que tomársela en serio, por favor. Jessica Alba cae al mar y está a punto de sufrir la embestida de un grupo de tiburones supersalidos. Pobrecita. Los tiburones tienen 2 pollas e iban a toda leche a por ella, ha habido hostias en el agua por atraparla; gracias que se pensaron que los tíos que estaban a su lado iban a lo mismo y mientras se deshacen de ellos Jessica puede escapar. Los tiburones son muy territoriales y mean por todos los sitios para dejar claro donde mandan ellos.

Por lo demás aquí se demuestra que Scott es tonto y que en la serie Hawaii 5 Cero es igual de tonto además de chulín; no es casualidad. Y lo del otro, el guaperas de Paul, te deja estupefacto. Parece Kevin Costner en Waterworld, una especie de hombre pez: es que se tira al agua con las manos atadas a la espalda, ojo, y nada el tío que te cagas, va para arriba, para abajo, se pone de pie en el fondo del mar a mirar al barco (casi le da tiempo a fumarse un cigarrillo), de repente se aleja del barco y tienen que perseguirlo con una canoa, bueno… Increíble lo del tío éste, y, claro, sin respirar. Es que te deja sin aliento. En vez de pulmones debe tener 2 bidones de oxígeno.

Por tanto, la película no puede estar más entretenida.

Patética e irrisoria peliculita de acción, protagonizada por uno de los actores más lamentables del Hollywood actual: Paul Walker, cuya inexpresividad rivaliza hasta límites insospechados con los mediocres Hayden Christensen y Orlando Bloom, conformando posiblemente el peor trío de actores del momento. Convendrá tener en cuenta, desde hoy, dos nombres: Matt Johnson y John Stockwell, guionista y director respectivamente de este bodrio, para poner una enorme señal de alarma en sus futuros proyectos, pues el curriculum de cada uno es muy significativo: Johnson fue quien escribió el guión de "Torque", ahí es nada y lo más representativo que ha hecho Stockwell fue interpretar un pequeño papel en "Top Gun". La total carencia de originalidad de la película es innegable con dos rubias explosivas encarnando a personajes desaprovechados, al más puro estilo mujeres-florero y montones de tipos cachas más propios de un gimnasio que de un lugar de teatro. Pero es que la irrealidad del relato llega a ser insultante, con tiburones "inteligentes" que saben a quién hay que atacar y a quién no, con profesionales del hampa que se dejan apalear por niñas que pesan cincuenta kilos y sobre todo, con un protagonista que pasa más tiempo bajo el agua sin necesidad de respirar que el mismísimo Kevin Costner en "Waterworld". Espero que el boca a boca evite que otros tengan que padecer la tortura de aguantar estas casi dos horas de aterradora vulgaridad.