Mongol

"Mongol" narra la historia de Temüjin, conocido como Genghis Khan «el emperador de todos los hombres», y sobre cómo consiguió unificar a todos los mongoles para posteriormente conquistar medio mundo.

"Mongol" es un gran film que opta junto a otras cuatro cintas al Oscar de mejor película de habla no inglesa. Sergei Bodrov dirige acertadamente la historia del conquistador más grande de todos los tiempos. El japonés Tadanobu Asano (Ichi the Killer, Gohatto, Vidas truncadas), interpreta al Temüjin adulto con oficio. Asano es un pedazo de actor, hoy por hoy, el mejor de toda Asia, y eso son muchos actores. La actriz que interpreta a su mujer Borte, también me ha gustado mucho. Se ha realizado un gran trabajo con los actores, y eso se refleja en el film.

"Mongol" es una historia épica y de aventuras, pero el film transcurre con calma, desde la niñez de Temüjin hasta la forja de la leyenda de Genghis Khan. No es un film con innumerables batallas, es la dramatización de una vida épica llena de magulladuras.

Destaca y mucho, la fotografía. Las escenas de batallas son preciosas coreografías llenas de tonalidades marrones. El film es bastante bueno y si además se cubre con un bello envoltorio, y con multitud de escenas trabajadísimas y de una factura técnica sobresaliente, el resultado del film no puede ser malo. Gran trabajo.

No me extraña en absoluto que Kazajstán (…) la haya elegido para representarla en los Oscars. Dirigida por Sergei Bodrov, narra la historia de Genghis Khan de forma bastante poética, pausada, sin apenas acción y parándose más en la vertiente dramática. Es una película poco habitual teniendo en cuenta que se supone que es épica y justo ahí es donde gana toda la fuerza que tiene. Que no es poca, dicho sea de paso.

Comenzando por su niñez hasta llegar su edad adulta, cuando decidió conquistar medio mundo, el argumento es ante todo una humanización de la figura mongola. Y seguramente, de hacer sido rodada en Estados Unidos, habría sido radicalmente opuesta: combates rápidos, miles de efectos especiales y poco más. Aquí se centran en una historia de amor que es el detonante y se mantienen fieles a ese texto hasta llegar al final, por lo que nunca hay incoherencia narrativa y todo funciona a las mil maravillas.

Hay unos cuantos actores que lo hacen realmente bien, pero sin duda el que consigue crear una interpretación magnífica es Tadanobu Asano. Es el eje de la película, Genghis Khan, y consigue dotar al personaje de un alma y no únicamente una coraza. Sus miradas dicen más que 1.000 palabras y una sola de sus frases consigue calar más hondo que las de cualquier otro actor. Y no es que los demás lo hagan mal, sino que Asano está sencillamente brillante.

Pese a todo, obviamente hay escenas de acción que son sencillamente brutales. La primera de todas, un asalto a un campamento, ya demuestra la calidad de Bodrov utilizando la cámara, sin abusar de ningún recurso -no hay tiempo bala, por ejemplo- típico para intentar dar más espectacularidad. Los encuadres y una coreografía brillante hacen todo lo que deberían. Y si, hay sangre, por que es una guerra y eso, en la guerra, también pasa. Su tratamiento realista se va un poquito al traste cuando justo en el momento en el que te esperas la gran batalla lo resuelven de una forma algo precipitada.

Pero aún así, los méritos de "Mongol" están ahí: unas secuencias de acción realistas, magníficamente filmadas, unas interpretaciones más que dignas donde destaca el considerado "Johnny Depp asiático", una fotografía preciosa y una ambientación realmente lograda. Sin duda, una gran película con sus fallitos o carencias, pero que demuestra que con ganas y una décima parte de lo que cuesta un blockbuster americano, puede hacerse cine equiparable a nivel de espectacularidad. Y encima, arriesgando.

Pesada, desangelada y bien hecha. Es esta 'Mongol' una película de factura técnica prácticamente irreprochable, pero que más allá de su aspecto visual no hay gran cosa. Como biografía de Genghis Khan resulta lenta y un tanto atropellada y abrupta, no logra conectar con el público y jamás encuentra el equilibrio entre cine asiático y maneras USA, quedándose sin explotar lo mejor de ambos tipos de cine.

El guión no es nada del otro mundo, no explora más allá del esquema típico de venganza, honor y guerra y se queda en la superficie. Y, tratándose de una biografía, es un grave error.

En ningún momento sentí que aquél fuera el poderosísimo Genghis Khan, no logró que me interesara de verdad por él, y el cansino ritmo narrativo sólo hacía que las dos horas de metraje pesaran como tres. Ni las interpretaciones son realmente buenas (muchas no escapan del tópico) ni la película se siente nunca viva del todo.

Lo único destacable, aspectos técnicos aparte (cuenta con una buena fotografía), es la batalla final, que guarda cierto aliento épico, verdadera pasión, que es lo que uno pide al ver una película de este género.

En definitiva, una cáscara atractiva de tedioso y vacío contenido que, realmente, no tiene nada que contar. Y es una verdadera pena tratándose de quién se trata.

Con el nombre de “Mongol” Sergei Bedrov, nos adentra en la legendaria vida del conquistador Gengis Khan, adentrando en sus sentimientos más íntimos, en su aterradora infancia y adolescencia, y profundizando en la bonita historia de amor con su mujer Borte.

Bredov, cuya única película destacable de su filmografía es “El prisionero de las montañas”, con una preciosa y cálida fotografía nos recrea la vida del personaje desde su infancia hasta convertirse en Gran Khan, no parándose únicamente en el Temujin guerrero, sino adentrando en las intimidades del personaje dando al film un aire romántico que se entremezcla con acierto con batallas y disputas.

La película pese a su larga duración entretiene y nos muestra con bastante realismo los acontecimientos que quiere narrar. Destaca el actor principal, el japonés Tadanobu Asano, bien secundado por los demás actores, destacando el magnetismo que desprende la relación entre este y la actriz que hace el papel de la mujer del guerrero, Borte. Música agradable de Tuomas Kantelinen y perfecta fotografía de la estepa por parte de Rogier Stoffers y Sergei Trofimov, terminan por componer una digna película.

En definitiva, buena película, a la que quizá le falte un director con más empaque y un montaje más correcto, pero que en definitiva cumple su objetivo de acercarnos a la historia de este personaje histórico de forma correcta y fidedigna.

Esperaremos a las otras dos partes para dar la nota definitiva.

Dedicada al 0077 Agente secreto.

* En “Mongol” escasean las grandes batallas y las soflamas al ardor guerrero; el encomio de la figura heroica, del orgullo de raza, y del consumo de esteroides…
Si que hay acción, pero la película se acerca más al cine contemplativo oriental, que a sus corales muestras épicas, y se aleja totalmente del avasallador cine épico occidental, enérgico, excesivo y cargante.
Para empezar, uno podría acercarse a “Mongol” para ver como Gengis Khan, empalmando una enardecida batalla tras otra, se come Asia. No encontrará esto. Se diría que la película cuenta la gestación del héroe, abandonándolo una vez se convierte en Khan de todos los mongoles, pero tampoco, pues no lo presenta como tal, como héroe. La figura cuya vida nos narra es la de un habitante más de las estepas, a quien se le viene encima una labor que el mismo se impone. No es un elegido de los dioses, como tantos “héroes”, y la película se cuida mucho de marcar la diferencia.

Temudgin representa la libertad, la nobleza, la integridad más que el honor, la dignidad más que el orgullo… no hay exaltación del valor ni la intrepidez, sino de la constancia, la sensatez. Temudgin quiere convertir a cada mongol en un buen mongol “aunque para esto deba matar a la mitad de ellos”, no ilustraros, sino ennoblecerlos. Parece que su cruzada se rige por el principio de establecer las condiciones en que esos “buenos mongoles” puedan vivir sin los trances y sufrimientos a los que él mismo ha estado expuesto. Muy significativo es el retrato de cómo el Khan se relaciona con sus tropas y el resto de la comunidad, sean o no mongoles, y de la confrontación con su “hermano”.
Uno de los puntos fuertes de la película es el análisis de caracteres de los personajes, escasitos los principales, pero configurados de la forma más interesante.

* Película dedicada, como otras, a dar una visión diferente -sino más realista, si más digna, según conviene- de figuras históricas denostadas en occidente (Gengis Khan, Atila, Vlad Tepes…).

* De gran importancia es la historia de amor entre Temudgin y su compañera, pues ilustra enormemente sobre la psique y el carácter del Khan, y de su pareja. Es curioso que, si en la película hay algún héroe, es sin duda Borte (esposa del Khan), por fortaleza, constancia, por no flaquear en su disposición de servir a Temudgin, pero como persona, no como Khan.