Arthur 3: La guerra de los mundos

Aburrida, ridiculamente infantil e innecesaria tercera parte de "Arthur...", y esperemos que (realmente) sea la última. Si bien la primera parte de la saga tenía, digamos, un ligero encanto debido a la novedad de ver a Freddie Highmore, aquél que trabajó con Johnny Depp en "Charlie y la fábrica de chocolate" convertido en un semi-gnomo de dos milimetros de altura, la segunda parte decepcionaba por momentos hasta llegar al agotamiento mental y esta, bueno, no tengo palabras.
Ganas de rizar el rizo es lo que tuvo Luc Besson cuando insistió en hacer esta tercera parte que insisten en ir a a ver los niños pequeños, quienes aun no saben distinguir entre fantasía y fantasioso. Personajes poco definidos, lugares que son una copia cutre de "Bichos" y AntZ", y un guión que parece autoalimentarse de cliches mil y una veces vistos en pantalla grande y pequeña.
Pero esta película tiene una cualidad asombrosa, no crean. Una cualidad que hasta ahora no había conseguido ninguna otra película que he visto en mis 20 años de vida: ha conseguido que me quedara dormida en plena sala.
Trás mi despertar provocado por los toques en el hombro de mi primo, y tras salir de ese soporífero estado gracias al frío de la noche solo pude pensar en una cosa. Pensé en lo injusto que era que las productoras pusieran dinero para hacer tales bazofias que no aportan nada y películas como "El Hobbit" han estado en el umbral de no llevarse a cabo ( y seguramente muchas otras que jamás verán la luz) por la maldita crisis económica. Qué triste.

Con el doblaje cambiado, nuevos personajes y más acción, vuelve Luc Besson recapacitado y arrepentido de una segunda parte que destrozó una franquicia muy buena. La primera parte fue muy buena, la segunda mala y esta resucita y la deja en un buen sitio. El comienzo es demasiado infantil y muy parecido a cualquier serie de televisión estilo Pokémon con el "continuará". Ese es el mayor fallo de la película. Mia Farrow no sale casi nada, los padres son ridículos y los personajes también. Eso mirándolo por el lado malo. Mirándolo por el lado bueno, está Maltazard que tras no aparecer casi en su segunda parte, en esta es un desfase, hay mucha acción, tiene muchas escenas originales y graciosas como ese final con Darth Vader,o el comienzo cuando sse monta en el bicho bola y empieza a correr el minimoy. Tiene escenas emotivas y algunas ridículas, pero es una buena película de animación e infantil. Da más de lo que te esperas y levanta una saga que estaba muerta.

Tras la estafa que supuso la segunda parte, que no es más que un prólogo de cinco minutos de la tercera extendido a noventa mediante gags y tramas secundarias alargadas (que no están mal, pero no son para pagar una entrada de cine), nos llega la tercera y última parte de la saga de Arthur, una maravilla con uno de los mejores villanos del cine de animación desde Scar. No, no estoy exagerando, Maltazard es el amo y me gusta más que Voldemort. Hala, dicho.

La película puede que parezca infantil, pero sólo el diseño de la Princesa Selenia ya es un referente sexual más grande que todos los chistes de la trilogía de Austin Powers, y corres el peligro incluso de erectarte en pleno visionado, aunque la chica enseñaba más en los tres minutos que sale en la segunda parte, por eso le puse un 7 a aquella estafa, soy así.

En fin, una recomendada película que mezcla maravillosamente bien animación 3D con imagen real y nos ofrece una interesante y graciosa historia protagonizada por unos personjes bastante originales.

Lo mejor:
- Maltazard y el doblaje que le hace Miguel Ángel Jenner.
- La dirección de Luc Besson.
- El diseño de la Princesa Selenia.
- La grandiosa referencia a cierta saga cinematográfica espacial.

Lo peor:
- El papel de Mia Farrow se queda en nada.

Parece que los estudios y productoras han encontrado una forma fácil de hacer dinero con las películas supuestamente infantiles. El público más joven no es exigente, se les puede colar cualquier bodrio que quieran sacar al mercado y encima pagan como mínimo dos entradas.
Las las películas pueden ser obras maestras, buenas, malas o muy malas, y ésta está fuera de dicha clasificación. Puedo decir que es una de las peores películas que he visto nunca. No por cutre o mal realizada, es lo menos que se puede pedir actualmente, en que los efectos digitales están a la orden del día y encima hay dinero, si no por lo estúpido del guión, las apestosas actuaciones de todos sus actores (no se salva ni uno), lo manido de las situaciones, lo poco original de los gags (supuestamente graciosos), cuando no totalmente absurdos y que nos hacen sentir auténtica vergüenza ajena.
Como he dicho en el título, HAY QUE SER UN SINVERGÜENZA PARA REALIZAR UNA PELICULA COMO ESTA, y encima querer cobrar entrada por verla.

Con la tercera parte de Arthur han conseguido que muchos de nosotros olvidemos la segunda parte de la saga que era desastrosa.
Es una película hecha para niños y hacerles reír. Aunque yo no me habría gastado dinero para ir al cine para ver una película que ya sabes de que va tratar.