Juego de campeones (Varsity Blues)

Película que critica el exceso de competitividad al que son sometidos los norteamericanos desde muy pequeño. Creo que esta es la auténtica finalidad de la película y por eso escribo esta crítica, ya que no lo he visto reflejado en las demás. Algo lógico al ver que los "adolescentes" de la película tienen un semblante que demuestra que ya dejaron de serlo desde hace un lustro como mínimo, pero, la realidad, es que son adolescentes y sus vidas alrededor del equipo de fútbol da auténtico pavor como muestra el monólogo de "Billy Boy" sobre cómo lo trataban cuando tenía tan solo 9 años.

Sin embargo esta película no engancha como otras del mismo estilo, la historia principal es poco creíble, las secundarias dan vergüenza ajena y las secuencias de comedia no tienen gracia.

Bastante floja, la verdad.

Aunque los éxitos y miserias de James Van Der Beek como jugador de rugby no le quitaron el sambenito de Dawson Leery, sí que le permitieron destacar en su filmografía una película bastante entretenida que, con acierto, intenta alejarse de los tópicos de la autoparodia del género, aunque es en los escasos momentos en los que se permite la licencia de adentrarse en ellos donde consigue sus escenas más memorables: Momento Sombrero, del sensual y varonil Scott Cann, y Momento Nata, de la siempre difuminada Aly Larter.

De ahí viene mi 7, la nota sería un 6,5 (hay que empezar a proponer a filmaffinity que se puedan poner medios también) pero como no se puede, pues el 7 se lo tiene merecido. Quizás porque la vi sin pretensión ninguna, y sin esperarme nada, y por eso me sorprendió. Empieza y parece la típica película americana de fútbol, pero a medida que va transcurriendo, nos metemos de lleno en el pueblo, todo lo que se vive allí, lo que se le permite al equipo, la presión de los padres, las relaciones entre ellos, y un largo etcétera.
Buenas y sorprendentes actuaciones, donde destaca Jon Voight en su papel de entrenador duro y que quiere ganar como sea. El resto del reparto, lleno de caras conocidas, está a la altura de la película.
Lo dicho, la recomiendo ya que es distinta a las demás, veanla sin ninguna pretensión y la disfrutarán aún mas.

Una historia de futbol en un pueblo pequeño donde no tienen ninguna otra distracción, donde un entrenador hará lo que sea necesario para conservar su estatus en el pueblo y ganar y eso chocará con el carácter del quarterback suplente, que solo pretende ir a la universidad en un futuro sin tener en cuenta el futbol.

A priori no está mal la película, las actuaciones están bien, y entretiene de lo lindo la verdad, pero de ahí no pasa. Mero entretenimiento que pretendía ser algo más, pero una historia así es difícil de convertir en obra maestra, así que sin pretensiones es más que pasable.

Buena película, todo un clásico de finales de los 90 donde se le ofrece al espectador la posibilidad de ponerse en la piel de unos adolescentes algo rebeldes.
Duros enfrentamientos personales y emocionales, secuencias realmente espectaculares, comedia, amor, drama, una película que mantiene entretenido de principio a fin, muy emocionante y en la que unos jóvenes luchan por alcanzar una victoria dentro y fuera del terreno de juego.
Cuenta con una banda sonora realmente buena.
Sin duda hecha para los amantes del deporte y de los films que muestran un fuerte afán de superación personal, con diversos añadidos como por ejemplo el toque de comedia y el aire de rebeldía (muy propios en este tipo de películas).