Ken Park

Había votado esta película con un siete, pero después de haber leído las críticas tan malvadas que le han dedicado la mayoría de los compañeros, tengo que rectificar y aumentarle la puntuación, pues las películas, al igual que los libros, que sugieren tantos comentarios negativos, suelen haber acertado.

El tema de la película está perfectamente llevado a la imagen y el argumento, en mi opinión, está redondeado a la perfección. Nos encanta cuando el cine nos muestra un mundo idílico de hadas y magos en el que todos son felices, o por el contrario un mundo tan irreal y malvado que no nos sentiríamos identificados de ninguna de las maneras. En esta película se retrata el legado que nuestra decadencia está imponiendo en los jóvenes, cuya única válvula de escape es el sexo (precisamente el sexo más hermoso es aquel que se disfruta sin ningún tipo de tabúes). Por supuesto que tiene que ser explícito, porque el sexo, nos guste o no, sea de una manera o de otra, se practica entre las personas y son parte de la vida ¿por qué no del cine? al que no le guste mirar, pues que se meta en una película de Disney. No se trata de ver porno, pues el porno no tiene argumento ni conduce a ninguna parte que no sea el hacerse una paja (¿puedo decir eso o se molestarán algunos críticos?) En esta película no se han cortado a la hora de mostrar todas las alienaciones que sufre nuestra sociedad a la hora de tratar ciertos temas "desagradables". Me hace gracia que no nos sorprendamos cuando vemos en una película de guerra destrozarse los sesos, y sin embargo nos escandalicemos por ver a un chaval haciéndose una paja.

Me parece un tema interesante y tratado sin miedo. Merece la pena

Supón que eres director de cine. Acabas de rodar una película sobre adolescentes problemáticos y familias destruidas. La trama es casi inexistente, un pretexto sin fundamento. Las historias no tienen la menor profundidad y de ellas difícilmente se puede extraer ninguna conclusión o enseñanza. Los personajes son clichés; skaters pseudodelincuentes, rebelde de buen corazón con padre alcohólico y machista, niña aparentemente modélica hija de un fanático religioso, friki gilipollas con aspecto de Tim Burton malcriado y psicópata, etc.

¿Qué se puede hacer para conseguir que este despropósito recaude algún dinero en taquilla o destaque entre otros productos de calidad? Muy fácil: haces que los adolescentes en cuestión se pasen toda la película follando como conejos. De esta manera parecerá que el film es un duro y crudo retrato de la juventud americana, una atrevida incursión sin tabúes en las miserias de familias desestructuradas, etc. Supongo que el ser una película prácticamente pornográfica -de forma gratuita, claro- y probablemente muy censurada le dará un cierto estatus de culto inmerecido.

Por favor, ¿qué coño puede aportar esta película más allá de escandalizar a cuatro meapilas puritanos o ser inspiración para pajilleros? Nada, porque es completamente prescindible e insulsa, y no va a descubrir nada nuevo que no salga en el telediario o esté mejor tratado en películas similares. Al menos en "Kids", del mismo director, los personajes estaban más logrados y la trama bien llevada, de manera que al menos tenía algo de chicha y no se quedaba en un burdo intento de transgresión.

Bodrio.

*Sopas o secreciones*

- Semen de freaky en textura de puré
- Orines de barrigón a la vigorexia
- Sudoración antihigiénica con licor de palomino
- Gargajo al atadillo de la cama
- Falta de talento al pis

*Pastas y costras*

- Retortijones de hembra embarazada con crujiente de uñero y quesadillas
- Ancas de madre con pulsión de clítoris (al dente)
- Salpicón de heces y gotitas de sangría innecesaria
- Nachos, tacos, tacos, tacos y más tacos (a voluntad)
- Falta de talento al pus

*Carnes y pescados inguinales*

- Lametón de conejo al piercing
- Felpudo relleno con manitas de cerdo
- Revuelto de sesos al skater y salteado de pecas
- Picadillo de vejetes
- Falta de talento al efectismo

*Postres y pestes*

- Deconstrucción del fanatismo religioso con empanada bíblica mental
- Incesto al pesto
- Vomitorio de calzones cutrelux al rabillo de ternera adolescente
- Felatio in vitro (mínimo: dos personas)
- Feísmo Clark y tontería Lachman (especialidad de la casa)

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- Y bien, señor, ¿qué va a ser?
- Falta de talento, falta de talento, falta de talento, feísmo y tontería.
- ¡Marchando!

Como dijo aquel; si antes había que quitarle a la niña las bragas para verle el culo, ahora hay que abrirle a la niña el culo para verle las bragas. Con esto quiero decir que las cosas cambiaron y lo sexual se supone más natural y menos impactante que en tiempos pasados; pero no es así. Aunque parezca mentira el erotismo sigue siendo hoy arma contundente como reclamo en cualquier negociete que se precie. Este fue el mayor acierto, cara a la promoción, de Ken Park. Basta con meter el cartel de "sexo explícito" para que como lobos sedientos de carne nos interesemos por ella.
- ¿Y la peli de qué va?
- Ni lo sé ni me importa, yo quiero verla. - El folleteo sigue vendiendo una barbaridad.

Por esta razón da lo mismo que la trama de Ken Park no sea ninguna maravilla. No les hace falta más que un poster que muestre sin tapujos una siempre recomendable y agradable comida de bajos, para conseguir lo que pretendieron; que los enfermos como yo nos interesemos. Y al final de la peli te da la impresión de que saliste muy barato. Viste alguna tetilla y algún culete sí, pero a cambio te has tragado un ladrillazo de hora y media que no aporta absolutamente nada.

Si cambias el sexo por el deporte (por ejemplo) en este guión, ¿qué coño te han contado?...
El diseño de cada personaje es tan pobre que sólo se admitiría como secundario; como el extraño vecino de un auténtico protagonista que jamás aparecerá.

Dejemos de ver malas pelis guarras y vivamos nosotros las guarrerías; siempre lo recomiendo.

Quizá no estoy hecha para el cine moderno, de ese que se empeña en retratar el mundo real con toda su crudeza. O sí. Quizá el problema de esta película es que no retrata nada. De hecho, tras la primera escena, "sesuda" y prometedora, uno espera que le van a contar algo sobre lo difícil que es la vida; que va a conocer a personajes impactantes que reflejen hasta donde puede llegar la bajeza humana etc. pero aquí el único que llega a lo más bajo del escalafón es el propio director. Yo me pregunto qué debía pasar por su cabeza cuando decidió hacer este subproducto. A su lado, el porno más basto rebosa glamour. Ninguna de las historias es creíble y los momentos desagradables (el 98% calculo) son todos gratuitos. Si estuviera mejor hecha (un guión, alguna dosis de sutileza y una pizca de sentimientos, buenos o malos) podría incluso llegar a provocar cierta nausea, pero todo se queda en mirar el reloj para ver cuánto falta, eso sí, con cara de no dar crédito a lo que estas viendo.

Lo dicho, prefiero ver Heidi.