Aunque estés lejos

Juan Carlos Tabío es un director cubano que se arriesga a mostrar la realidad de cuba y sus habitantes. En esta oportunidad, nos habla en clave de drama de situaciones ya habituales para los cubanos. Eso sí, aprovecha “el cine dentro del cine”, para indicarnos —a veces con poca claridad— el recorrido de intereses en los personajes, que son los intereses del cubano común.

También Juan Carlos Tabío nos recuerda con base en esto ("el recorrido de intereses en los personajes, que son los intereses del cubano común"), a “Guantanamera”, donde Mirtha Ibarra es el denominador común y es la misma persona en ambos films.

Desde “Fresa y Chocolate”, también con Ibarra, cuando Tabío codirigiera con “Titón”; sus películas trascienden y ya nos anticipaba sus críticas con humor, cuando realiza “En lista de espera”, una metáfora sobre las pequeñas utopías de los cubanos.

Película con un argumento digamos no convencional, con diferentes escenas mostrando diferentes puntos de vista, cada una ocurrida en un tiempo concreto, a veces sin seguir un orden. Esto afecta a la comprensión de la historia, ya que hay escenas que hasta transcurrido un buen rato no sabemos de qué va, nos confunde. Eso puede ser lo mejor y lo peor de la película, al mismo tiempo. A mí, personalmente, no me gusta tanto “movimiento”, y menos en una historia sencilla que no necesita de esas complicaciones.
Técnicamente es aceptable, bastante corriente para lo que viene exportando Cuba, aunque sea una coproducción. Las interpretaciones están bien, destacar la de la protagonista, realmente buena.
En definitiva, una idea original bastante buena y un guión sorprendente dan como resultado una cinta entretenida, decente, aunque demasiado giro argumental innecesario acaba pasando factura, en mi opinión.
Suficiente, ni más ni menos.

Drama entretenido, con dosis de buena música y algún que otro tópico de nacionalidad cubana, interpretado por unos actores y actrices que actúan con realismo y convicción. El argumento es interesante a la vez que ameno, dando a la película un toque de entretenimiento bastante acertado. Los escenarios describen un Madrid y una Cuba unidas por el afán de supervivencia de los habitantes cubanos. El hecho de convertir en película la historia que los protagonistas cuentan, hacen que, en más de una ocasión, un guión algo monótono con diálogos algo más que largos se den en el film.