En el amor y en la guerra

Es la mejor película romántica y triste que he visto hasta ahora en mi vida. Es preciosa, juzguenme de cursi y típica, ya que, dentro de su género y época, es la que más se adapta a el final de la segunda guerra mundial; soldado se enamora de enfermera, ambos voluntarios americanos en el norte de Italia. Merece la pena verla, es presiosa.

Es, bajo mi punto de vista, una de las mejores películas románticas ambientadas en la guerra civil que he visto. He de reconocer que esta un poco limitada con respecto a otras películas del mismo estilo, pero está tan bien estructurada, tan bien desarrollada que los fallos o pequeñas imprecisiones quedan fuera de plano. Puede que viaje con ventaja al fin de todo, puesto que el argumento y la historia en sí está sacada de una obra basada en hechos reales, por lo que no ha habido una elaboración tan concienzuda en cuanto a ese aspecto, pero también, mirándolo desde esa perspectiva, tiene sus complicaciones enrevesados ya que al ser sacado de un libro se dificulta su adaptación a la pantalla y al diálogo entre personajes.
De estos mismos puedo decir que hacen de este film un buen y aceptable trabajo sin llegar a rozar esa extremada dulzura empalagosa que empaña a algunas películas haciéndolas insoportables al llegar el minuto 10. Pero, sin embargo, en esta bonita historia ,que traspasa las barreras de la sociedad al unirse dos personas de edades tan dispares, siendo ella mayor que él, y por supuesto en una situación de crisis, internacionalmente hablando, podemos encontrar un estilo de amor que, aunque desarrollándose de una forma poco peculiar y a lo mejor demasiado escueta para mi gusto, realza las pasiones humanas y revive sentimientos navegantes de nuestra fervorosa memoria elevando el vicioso ambiente de ardiente amor, ya que en algunas películas entre personajes, lo que encontramos es cariño, compasión, algo de querer, pero muy dificilmente amor.
Por último decir que pienso que esta película está demasiado desvalorada por la nota media de la página, que evidentemente es de los que se suponen que la han visto, pero realmente sugiero a aquellos que les gusta el cine romántico y dramático, sobretodo con el soprendente final sobrecogedor y un poco desilusionante ya que difiere del típico final de película de enamorados, que la vea y valore los distintos aspectos que remarca el film.

"En el amor y en la guerra" es una película que lo tiene todo para ser un gran drama romántico y, sin embargo, también lo tiene todo para ser un estrepitoso fracaso; el público y la crítica se decidieron por esta última opción.

Puntos saludables:
- Un director con talento, Richard Attenborough.
- Una historia realmente conmovedora.
- Buena recreación de la época.
- La presencia de Sandra Bullock, aunque no esté mal, esta no alcanza la intensidad dramática necesaria para el personaje.

Puntos enfermos:
- Chris O'Donnell, uno de los actores más sosos de su generación, un error de casting.
- La química entre los protagonistas no es la adecuada y necesaria para trasmitir la dureza de la historia de amor.
- En ocasiones el desarrollo del film es aburrido e intrascendente.
- La narración es romántica y triste, pero nunca llega a interesar al espectador.

Virtudes y defectos ya están señalados, más o menos van a la par, hay que ver la cinta y juzgar por uno mismo. Esta más cerca de ser el peor drama romántico que de ser el mejor.

Lo mejor y lo peor: que puede entusiasmar o, por el contrario, no gustar nada en absoluto.

Confieso que no he estado nunca enamorado. Mi concepción del amor se ha quedado en aprecio, compañerismo, fidelidad, respeto, colaboración sexual... Y creo que, a mis 69 años, eso ya no cambiará. Dejando aparte el amor que siempre he tenido por mis padres y por mis hijas (un amor absolutamente platónico y natural) jamás he sentido por nadie algo tan especial que me erizara el vello del cuerpo al ver o tocar, siquiera levemente, a otra persona. Jamás he estado noches sin dormir pensando en el ser querido. Jamás he tocado el cielo con los dedos cuando he estado con mis novias o, más tarde, con mi esposa. Y tengo que decir que, muy probablemente, el amor que siempre he perseguido, ese amor pasional que algunos tienen la suerte de vivir, me ha dado la espalda. Me ha ignorado. Cuando ese amor parecía a punto de surgir... un desengaño, unas palabras a destiempo, una tercera persona han dado al traste con él. Es por todo eso que, en un ejercicio de sinceridad extrema, he contado en estas torpes líneas, me hubiera gustado vivir en algún momento de mi vida un amor como el que nos cuenta la película entre la enfermera y el futuro escritor. Pero no ha podido ser. Me iré de este mundo sin haber amado locamente a nadie... Sandra Bullock, tan atacada sin piedad por la crítica haga comedia o drama, está sencillamente perfecta. Chris O'Donell carece de más registros y queda muy por debajo de su personaje i el actor que interpreta al amigo de Hemingway, sin estar mal, parece un clon del presentador de televisión Jaime Bores. La dirección del viejo zorro Richard Attenborough es de una precisión, sensibilidad i fineza admirables. Repito: me hubiera gustado amar así... con un resultado igual al de la película o no. Mejor no, ¿verdad?

En contra de lo que se dijo, En el amor y en la guerra no es una mala película. Es simplemente una película algo intrascendente para la historia tan intensa que cuenta. Podría esperarse que una cinta en la que amor y guerra (dos de los ingredientes que mejor mezclan de la historia de la ficción... y la realidad) tienen tanta presencia las emociones fluyeran hasta poner las lágrimas en los ojos de la platea, pero el romance del joven Hemingway y la enfermera Agnes no termina de apasionar como otros grandes romances en tiempos bélicos. Quizás se debe a que el ritmo es demasiado lento y cansino durante todo el metraje o a que la historia tampoco daba para esa duración, pero En el amor y en la guerra nunca termina de despegar emocionalmente. una lástima, porque la producción es muy buena (atención al partido que se le saca a los paisajes naturales, especialmente los italianos), Richard Attenborough pasea clasicismo con su cámara y la pareja protagonista funciona muy bien. Sandra Bullock, una actriz infravalorada, aunque en gran parte por su culpa (demasiadas películas intrascendentes aunque comerciales y demasiados personajes repelentes) realiza aquí una gran interpretación en un personaje que es un tipo de mujer que la protagonista de Gravity no está acostumbrada a interpretar, una de pocas palabras que se comunica más con miradas y silencios, al menos al principio. Chris O'Donnell, por su parte, tampoco está tan mal como se dijo en su momento. Vale que no es el mejor actor que hay por ahí, pero realiza un buen trabajo como el juvenil autor de Fiesta (ver cuando se reencuentra en el hospital con un compañero herido o su reacción al leer una carta de Agnes).
Para fans del cine romántico, de los actores protagonistas o de historias pseudo-biográficas. O las tres cosas.

Lo mejor: Una Sandra Bullock muy acertada, la factura tan elegante de la película y la bella música.
Lo peor: Es lenta y algo pesada y no logra transmitir la emoción ni el amor de los personajes.