Muerte en Tombstone

Sin duda, soy un terrible fan del cartón troquelado de Danny Trejo, de otro modo no entendería por qué pierdo el tiempo, por breve que sea, invirtiendo actividad neuronal para escribir lo poco que tengo que decir.
Ya lo hice con "Tipo duro", léase si se tiene a bien, y lo vuelvo a hacer con esta soberana memez titulada "La muerte en Tombstone", toma ya.
En esta ocasión hay un añadido interesante y es la presencia de Mickey Rourke, lo que, a priori, y sabiendo a lo que me enfrento, hacen de este producto algo de obligado intento, que ya no visión.
Y así lo hice, y tuve las gónadas de tragármelo entero, que ya son ganas. Ahí están, juntos y revueltos, dos de los que, en otro tiempo, fueron grandes, el uno como protagonista y estrella y el otro como secundario de leyenda. Ahora, para llenar el plato de garbanzos, se ven obligados a participar en estas pachangas baratas intragables. Al menos, el amigo Mickey todavía aparece cameando en grandes producciones, Trejo lo lleva peor, para realizar algo decente ya sólo le queda su carnalito Robert Rodríguez. En ambos casos, la edad es un handicap.
Pues nada más, si no lo puedes resistir, te la engulles, como yo, y te vas a dormir. Sobre la película huelga cualquier comentario, también sabes que va a ser, y así es, una auténtica bazofia. Ver a Trejo y Rourke compartiendo pantalla es el único aliciente, si es que lo es, muy estáticos, eso sí, uno ni se mueve y al otro le ponen doble hasta para agarrar el vaso de whisky.
Muerte en tu sofá.

Una peli protagonizada por el feo de Danny Trejo, "unrated" y del oeste, guau. Esta no me la pierdo.

Pues menudo truño. Mickey Rourke haciendo demonio con cara hinchada, Trejo que no convence en su papel de forajido del averno. Una historia de venganza donde hay tantos tiroteos y tantos muertos que nunca sabes a cuántos de la banda ha matado hasta el momento. Una chica que se le arrima pero que no hay romance ni nada. Fotografía oscura y lúgubre que desmerece casi todos los planos. Actuaciones penosas, a la altura del guión.

Mezclar demonios y western no ha sido buena idea. Ponerme a ver esta película tampoco.

Film absolutamente infame que sólo puede ser visto por fans incondicionales del carismático y carente de registros Danny Trejo.

Si en Machete lo dejó claro, aquí lo deja todavía más claro. Es una orgía de disparos mezclados con un guión sonrojante por absurdo, repleto de topicazos y confusión y de un cuestionable sentido estético, oscuro y surreal.

Resumiendo, una mezcla entre Spawn y Wild Wild West. Fácilmente olvidable.

Lo primero que uno debe hacer, a modo de previsión, antes de escoger un film como éste para su visionado, es comprobar quién es su director, y quién es su protagonista.

El realizador Reiné, ha hecho la saga de las "carreras infernales" de las Death Race, de regular asimilación, o "12 trampas 2", ambas de acción para paladares poco exigentes..., junto con tremendos bodrios, como la infumable "Rey Escorpión 3", con lo cual ya tenemos la tarjeta de presentación perfilada.

Danny Trejo, el eterno mamut salvaje secundario, de limitada interpretación dramática, se ha aventurado con algunos títulos como protagonista, del cual sobresale como cumbre el "Machete" de Robert Rodríguez, su mejor título en un género adecuado a su estética de actor
( es difícilmente olvidable la escena en la que se tira por una ventana agarrado a unos intestinos humanos a modo de soga, delirante...), del cual ya tiene una secuela, el "Machete Kills".

Pues eso es lo que tenemos aquí. Un film mediocre, de ritmo de acción contínuo, con mucho trabajo de escenas de especialistas, con interpretaciones pobres y personajes planísimos.
Tiroteos increíbles de irreales, y un Rourke, que muchos años después de aquel "Corazón del ángel" con De Niro, un film magistral a mi gusto, ahora ya con un cuerpo deformado por los excesos, nos presenta un Satanás irreverente, sádico, y clave para conseguir que si a la productora le parece bien, sigan habiendo secuelas de esta mediocridad.

Para pasar un rato si te gustan las cicatrices de Trejo, que tiene un cuerpo que parece un mapa de la Tierra Media.

Esperpéntico western metido de lleno en el género fantástico, por mor de la presencia nada menos que de la mismísima Muerte, encarnado con sorna, como no podía ser de otra manera, por el ínclito Mickey Rourke.
Concebida, a mi parecer, para pasar directamente al mercado del DVD, no tiene nada de particular como no sea eso que he citado, que la Muerte es el tercer personaje principal del argumento, un argumento por otra parte tópico, de una venganza a causa de una traición de una banda a su antiguo jefe. Ya visto en otros filmes, tanto westerns como de género negro, por ejemplo. Pero, claro, eso de que el protagonista regrese de la muerte, aunque no es la primera vez: "¿El jinete pálido?", pues así, como determinante en el argumento y siempre con presencia constante pues no se había visto mucho.
Y se ve con algo de desgana, no en vano no tiene nada de particular. Todo son ruido y explosiones, tiros, muertes y luchas cuerpo a cuerpo, rodados a la manera moderna, esto es, en semioscuridad, a toda pastilla y mientras una música machacona suena sin descanso. El resultado es que acaba por agotar, resultando en diversos tramos repetitiva y cansina.
No, no aburre demasiado, se puede ver, pero es mediocre, se mire por donde se mire.
A mí me ha gustado solamente la presencia de Dina Meyer, una actriz que hace algunos años parecía sería un referente en el cine de acción, siempre cumpliendo con nota alta sus personajes, pero ha desaparecido un tanto del mapa, interviniendo, que yo sepa, en cintas de tercera categoría, como es el caso.
En definitiva, que como curiosidad se puede ver y al menos no se alarga a lo tonto, aunque se hace larga, pero el cerebro, siempre sabio, acaba por olvidarla casi de inmediato.

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