En un rincón de la Toscana

Tiene su mérito reunir tantos tópicos en una sola película. Los pueblos italianos, ah, bellos paisajes, todo el mundo se saluda, viejecitas sentaditas a la puerta de sus casas, curas campechanos más heterodoxos que los que aparecen en El Código Da Vinci (pero con buen corazón, eso sí), lugareños brutotes, borrachuzos y marrulleros pero con un fondo noble y leal... Esta es la parte costumbrista, con sus chistes correspondientes derivados del contraste entre el extranjero urbanita que llega a la Toscana y sus edénicos y alegres habitantes, sanotes y juguetones como lechoncillos. Luego está la parte, llamémoslo así, enjundiosa: un viejo y afamado novelista incapaz de escribir desde hace veinte años. Esto da pie a conversaciones sonrojantes sobre la creación, la libertad, el miedo, etc, mientras se ven puestas de sol y cosas así de bonitas y literarias, ocasiones que sirven para que el joven urbanita reciba del veterano tronado un taller literario intensivo que, de seguir sus consejos, le convertirá en un Antonio Gala o una Espido Freire. Esta es la parte seria de la película, pero es tan aburrida que se confunde con la cómica.
En fin, un desastre, para qué nos vamos a engañar.

Contradictoriamente a las demas críticas, decir que aunque la película sea previsible, no tiene porqué ser aburrida, es igual de entretenida que muchas otras.
Con esto no quiero decir que la película sea merecedora de un Oscar, sólo hacer saber que mi crítica es favorable y animo a la gente a verla, sobre todo si les gusta Claire Forlani, personalmente una de las mejores actrices inglesas del momento.

Lo cierto es que me esperaba una película peor. En realidad, si la comparamos con otras películas sí que vemos aspectos donde se han empleado recursos y técnicas más efectivas. Sin embargo, contemplando "En un rincón de la Toscana" en sí misma, como entidad independiente, merece la categoría de notable.

Para empezar, un aviso: NO existe un personaje antagonista como tal, es decir, la película es un poco "color de rosa", sin ningún personaje que suponga un impedimento o una vuelta de tuerca para el desarrollo de la trama, lo que puede echar para detrás a un amplio sector del público.

Tampoco ayuda el recurso de utilizar el recurso un personaje principal (el "joven editor" Jeremy Taylor/Joshua Jackson) y uno protagonista (un Harvey Keitel más que correcto). Mucho menos con una trama tan simplista: el gamberro Weldon Parish/Keitel debe dejar atrás el pasado para escribir un nuevo libro y el joven y cosmopolita Taylor descubrirá las delicias de la Toscana, enamorándose de Isabella, la hija de Parish.

Aún así, la película gana muchos enteros gracias a su leitmotif: la Toscana encarnada en las localizaciones de Ovietto y Siena. La belleza de ambos pueblecitos, una vida tranquila, las peleas entre vecinos encarnadas en el pique de los escritores Parish e Ian, las discusiones literarias (algo lights, eso sí), un argumento sin accesorios superfluos y, sobre todo, las imágenes preciosistas de una de las regiones más hermosas de Italia.

Si quieres contemplar una película tranquila, donde desplazarte hacia Italia en tu televisor ésta es una película más que recomendable.

Por el contrario, si no puedes pasar por alto la trama tan manida y la ausencia de giros argumentales la nota baja a un 5. Mejor elige otra película.

A medida que avanzaba la película tenía más ganas de que terminara porque se me estaba haciendo eterna y muy aburrida y eso que a penas dura 95 minutos. La historia es pobre, pobre, y hasta ridícula, porque es claramente predecible, y los actores no son nada convincentes en sus interpretaciones, especialmente el protagonista, que en ningún momento se mete en el papel. El guión es fráncamente malo y poco original y lo que menos me ha gustado ha sido la caracterización que hacen del pueblo italiano en el que se desarrolla la película, ya que en ningún momento llega a ser lo más mínimo realista. Además son deprimentes los diálogos sin sentido y predecibles aunque el colmo del ridículo ha sido una escena en la que el protagonista se imagina a todo el pueblo italiano como en un musical, hace sentir vergüenza ajena. En mi opinión es un film bastante mediocre.

Una película dentro de lo que podemos esperar de una comedia romántica de este tipo. Un guión muy bonito aunque previsible lleno de palabras y juegos entre escritores.