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Lejos del cielo

Drama Años cincuenta. Una acomodada y modélica ama de casa de Connecticut lleva una vida aparentemente equilibrada, satisfactoria y programada según los cánones de la familia burguesa americana. Sin embargo, de manera inesperada, tiene que enfrentarse a una gravísima crisis matrimonial y a un mundo exterior que impone límites a las emociones. Un mundo en el que domina el racismo y la intolerancia sexual. (FILMAFFINITY)
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Críticas 54
Críticas ordenadas por utilidad
22 de diciembre de 2007
67 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué te queda por delante cuando has construido una vida compartida con alguien, un hogar, unos hijos, y de repente todo se desmorona? ¿Qué se siente cuando descubres la traición, la negra oscuridad que acecha tras la apariencia agradable? ¿Cómo es ese abismo que se abre ante tus pies y que amenaza con tragarte?
Todd Haynes construye como un maestro de la elegancia un drama impecable con agridulce sabor a clásico. Un magnífico tributo al buen cine de antaño, a ese technicolor que marcó una era con la pátina de colores vivos y contrastados que infundía a la imagen. Y también un rescate de aquellas bandas sonoras cuyas orquestas evocan un estilo, unas tendencias, una época de vestidos con falda de vuelo, de sombreros muy coquetos, de cabellos ondulados rubio platino a lo Jean Harlow o Marilyn, coches grandes de líneas alargadas y atrevidas con neumáticos blancos... Elmer Berstein, compositor desconocido para mí hasta ahora, se ha hecho notar con sus partituras sobresalientes que dotan a la película de un alma atemporal.
Todd Haynes, desde el principio al final de su drama, brillante en la forma y en el fondo, ha filmado un deleite de rojos y verdes en acusado contraste: la naturaleza exuberante y caducifolia de Hartford , las ropas femeninas, el rojo de labios, el cabello de la hija de Cathy, los coches que parecen gritar descaradamente a los cuatro vientos la prosperidad de sus dueños, la decoración de interiores... Y, bajo tan llamativo y sumamente agradable envoltorio estético, una trama doliente, plena de emociones condensadas que a veces afloran en un estallido contenido. Julianne Moore, que embruja con su dulzura, contiene en su rostro todos los matices de las emociones que teme dejar al descubierto. Su sosegada vida cotidiana de ama de casa eficiente, de esposa entregada, se viene abajo, pero ella opone a las dificultades la luminosidad de su espíritu sincero que se ve en entredicho, sometido a las presiones de la sociedad provinciana de Hartford. La maledicencia y los fuertes prejuicios raciales la acechan cuando ella halla una amistad inesperada que la ayuda a pasar el mal trago que está soportando.
Que tu vida intachable se desmorone cuando vives en una ciudad de provincias puede ser muy duro.
Sutileza, dolor a flor de piel, amores culpables, racismo, doble moral, hipocresía, maledicencia, presiones sociales... Todo hilvanado con una delicadeza que me habla elocuentemente acerca de la sensibilidad del director y su capacidad para tocar temas universales que nunca dejan, por desgracia, de estar en el candelero.
Vivoleyendo
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16 de agosto de 2008
44 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mejores trabajos de Todd Haynes(Velvet goldmine), cineasta tan atrevido como interesante, fue un intento(logrado) de volver a la esencia del cine melodramático, ese que se hacía tanto y tan bien en los años 50, ese que muchos llaman clásico, ese que Douglas Sirk realizó con tanto brio y fascinación en películas como Escrito sobre el viento o Solo el cielo lo sabe, ese cine que ya no se ve, el que se agarra al corazón y lo encoge en un puño, el cine de toda la vida.

Lejos del cielo puede y será tachada por muchos como un mero ejercício de estilo(que haberlo hailo y de que manera) y por otros como una copia mimética de los esquemas clásicos hollywoodienses, pero para un servidor la excelente y compacta composición que el señor Haynes lleva a cabo en el "filme" es digna del mayor de mis respetos, reconstruye el sueño americano, para poco después dilapidarlo en una bajada directa a los infiernos, consigue dar una LECCIÓN DE CINE y arrancar sentimientos enterrados, fabrica un PRODUCTO DE LUJO de una fascinación visual y sonora sorprendentes, hace gala de un dominio del encuadre, de puesta en escena para quitarse el sombrero, borda la narrativa como un maestro y no solo homenajea a los clásicos sino que supone un refuerzo tan necesario como urgente.

La película fluye con exquisita sobriedad, se sustenta en un mecanismo de relojería perfecto, la dureza del film contrasta con la fragilidad plástica y es que tratar temas tan grandes como xenofobia, homosexualidad, adulterio, machismo, rechazo, libertad, amor, odio, etc... no es tarea facil, pero si se cuenta con un trabajo tan equilibrado de ese portento llamado Julianne Moore el empeño puede ser mucho más llevadero y es que la actriz logra una de esas actuaciones memorables, de las mejores vistas en los últimos tiempos, un gesto, una mirada y está todo dicho.

Es por esto por lo que Lejos del cielo representa con dignidad lo mejor del cine contemporáneo, y demuestra como si se quiere se pueden hacer películas(casi) tan buenas como las de antes, obras imperecederas, dramas inmortales que emocionan hoy igual que hace décadas, grandes historias contadas con el arte y el poder de la imagen, CREACIÓN por encima de todo.

LO MEJOR: Hay tanto donde esconder que me pierdo, los actores, la esplendorosa partitura de Elmer Berstein, la fotografía de Ed Lachman, la escena del pañuelo, su final en la estación de trenes, que hermoso...todo!!!

LO PEOR: Nada, aunque el riesgo de que desgraciadamente su repercusión hoy día no sea la merecida, por tanto es necesario su reivindicación yo desde aqui lo puedo decir más alto pero..
deivi
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20 de mayo de 2007
42 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues yo siento discrepar de la mayoria de las críticas emitidas, y es que a mi la película me ha parecido un pastel de los 60 hecho en el siglo XXI. No he encontrado ninguna profundidad en la caracterización de los personajes, los cuales se configuran ya desde el inicio claramente estereotipados. Debo confesar que cuando empecé a verla no estaba seguro de si era una parodia que luego se iba a transformar en "otra cosa", hasta que me di cuenta de que ese tono inicial iba a ser el general de la película. Pero lo más decepcionante ha sido la actuación de Julianne Moore, muy voluntariosa pero en un papel completamente opuesto a los que de forma natural tiende a bordar (personajes desgarrados por fuera y por dentro). Si os preguntais por qué después de todo le doy un aprobado, ello se debe a la extraordinaria puesta en escena, ambientación de época y, sobre todo, fotografia de la película.
patomas
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5 de septiembre de 2009
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Porqué no vivir según nuestras pasiones, según nuestros deseos, siempre que estos no ataquen a nadie? ¿Porqué no reconocer las verdades que nos harían libres, y poder así disfrutar del rayo de sol de cada uno de los días? ¿Porqué no poder escapar de existencias sosegadas y grises para vivir la felicidad que se nos otorga como seres humanos?

En Lejos del cielo todo queda muy, pero que muy lejos del cielo en el que esas máximas podrían ser posibles, pues con el paso de los años los humanos hemos creado unas sociedades, unas comunidades y unos valores que atrapan como los anzuelos a los peces: si quieres soltarte, pierdes la vida.

Cathy (Julianne Moore) vive encerrada en una jaula de oro, pero ella aún no lo sabe. Su vida es plácida, en compañía de su afectuoso marido y sus hijos, con la comodidad de una preciosa casa y buenos amigos. Además, sin ostentación, pero con un buen nivel de vida, posee servicio siempre que lo necesite. Pero como los árboles que rodean su jardín, que una hoja esté marchita y su color con el sol realce las bellezas de las creaciones de Dios en la tierra; no significa que esa hoja no vaya a caer, no haya muerto.

Súbitamente, y como silenciosas corrientes interiores de secretos y susurros, la vida de Cathy va a desmoronarse, sin freno, y todo lo que ella creía tranquilo, en orden, cambiará de manera que ella no podrá seguir siendo la misma persona.

Tood Haynes realiza con esta extraordinaria película la mejor de toda su colorista y vibrante carrera, ya que además de la belleza formal de sus encuadres, que merecen todos los premios de fotografía habidos y por haber, consigue crear un vívido estudio sobre la insatisfacción y los deseos humanos. Todo en su película respira cuidado, inteligencia, sutileza. Es difícil ver Lejos del Cielo sin sentirse absorbido por las furtivas pasiones de sus protagonistas, por el entorno tan bello y tan opresivo que les rodea. Es difícil imaginar un reparto más perfecto o más equilibrado que el de esta cinta.

Y es humanamente imposible imaginarse una actriz mejor en el papel de Cathy, pues lo que hace Moore en esta película es sencillamente insuperable. Por derecho propio hace que aclamemos una interpretación tan compleja, tan bella y dolorosa como la de Moore en esta película. Una mujer cualquiera en una vida cualquiera. Una mujer con su mundo, sin embargo, cayendo bajo sus pies, sin poder gritar, sin poder llorar, pues su labor y su virtud supuesta es el aguante y el silencio. Y la actriz expresa cada segundo de esos hechos, cada sorpresa y revelación, de manera que solo puedo calificar de perfecta.
jaly
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22 de agosto de 2006
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un perfecto homenaje al maestro del melodrama clásico en estado puro Douglas Sirk ("Obsesión", "Sólo el cielo lo sabe"), en el que Todd Haynes (Velvet Goldmine) emplea buena parte de las constantes de su cine (racismo, familia acomodada, típica esposa sumisa americana), a las que da una vuelta de tuerca incorporando lo que entonces serían temas tabú, como es el tema de la homosexualidad del marido o el idilio de Cathy Whitaker (soberbia Julianne Moore) con el jardinero de color.
El resultado es de una exquisitez que hace evocar y revivir el sentimiento de Sirk en cada fotograma, no sólo en lo técnico (dirección de actores, fotografía...), que es intachable por su parte, sino sobre todo en la delicadeza y profundidad del guión.
Fue de lo mejorcito de su año y una de las mejores cintas románticas de los últimos tiempos.
Wasteland
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