La Estrella

Lo mejor de "La Estrella" es que desconoces hacia donde se dirige. Las tramas y subtramas se componen entrelazadas y excepto algún pequeño apunte, durante más de la mitad del tiempo, ignoraba que iba a suceder. Todas las conjeturas se iban cayendo, y lo que pensaba un arranque, se venía abajo en la siguiente escena... algo que se agradece.

Ingrid Rubio, bellísima con una imagen que recuerda a la inconmensurable Ana Belén, en los inicios de su carrera.
Carmen Machi un poco sobre actuada, como si no creyese mucho en lo que estaba interpretando. Tal vez la precipitación del sistema de rodajes en televisión pase factura después de tantos años dedicados al medio. El resto de actores, correctos, pero carentes de brillo.

Bonita fotografía, muy adecuada, urbana, con un entramado de colores evocador. Tendría que valorarla con algo más de un seis, pero tampoco puede alcanzar el siete... He optado por la nota más baja.

La sensación después de ver la película es un poco ambigua. Por un lado detectamos algo de optimismo, que ALBERTO ARANDA no dudamos ha querido dar al conjunto, pero es que las realidades de algunos de los protagonistas son tan dramáticas, que en muchos casos se hace muy complicado hacer una lectura positiva de todo esto.

Si en los ochenta las realidades en el cine de los barrios más obreros básicamente retrataban el mundo de las drogas, de la delincuencia juvenil, y de la marginalidad en los últimos años, gracias a referencias como FERNANDO LEON estas realidades han mutado y donde antes había droga ahora hay paro o trabajos indecentes, donde antes había delincuencia, ahora hay maltratos y violencia psicológica, y donde antes había marginalidad ahora también la hay, aunque ahora se presente como racismo, un tema, éste último, que ya fue abordado por ALBERTO ARANDA en su documental ¡MEZQUITA NO! (2005).

El director se siente cómodo en el barrio de Santa Coloma, y repite escenario para su debut en el largo. Ésta vez la historia nos habla de Estrella, una joven vitalista a la que a simple vista la vida le sonríe. Aunque su trabajo no sea el más codiciado, el flamenco, su chico, y su perspectiva de la vida alejan de ella cualquier conato de infidelidad. Mientras Estrella asiste al derrumbamiento de su mejor amiga y compañera de trabajo, comportándose ejemplarmente como amiga y dándolo todo, pero será incapaz de ver venir que una de sus vigas maestras vitales está también derrumbándose. ARANDA vuelve a acariciar el tema del racismo, que ya retrato en ¡MEZQUITA NO!, pero se centra, para alegría de servidor, en otro factor cultural de Santa Coloma: La afición, por tradición, del flamenco. En LA ESTRELLA el flamenco es un catalizador, es una vía de escape de los problemas y disgustos. Dar la espalda al flamenco es tirar la toalla. Una realidad al final gris para todos, que sólo la arrolladora personalidad de Estrella, con la ayuda del personaje interpretado por FELE MARTÍNEZ, que funciona como faro de esperanza, podrá dejar atrás.

Para animar el panorama, INGRID RUBIO se marca un papelón bastante serio (a ver esos próximos Goya…) muy bien acompañada por el resto del reparto. Así, CARMEN MACHI sigue ganando en su batalla por desprenderse de su personaje más popular, MARC CLOTET gana enteros según avanza el metraje, y FELE MARTÍNEZ correcto y desaprovechado en un papel muy cortito, que podía haber dado más juego.

A nivel técnico todo bien, destacando el montaje y la selección musical. Se nota que ARANDA y todo el equipo se lo han currado.



LO MEJOR:
INGRID RUBIO.
El punto que le da al conjunto todo el tema del flamenco.



LO PEOR:
Ni la historia ni la temática aportan nada nuevo al espectador. La película sólo será recordada por sus interpretaciones.

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Acudí al estreno muy ilusionado desde un primer momento, la trama de la película me resultaba muy atrayente, una historia de mujeres, de esperanza con luces y algunas sombras, una historia de flamenco rodada en la Barcelona obrera y con una protagonista vitalista de ascendencia andaluza.En un principio todo a su favor para culminar con el éxito de un público entregado al festival. El resultado, una trama floja y tópica, que cuenta pero no se involucra, una historia con flamenco, pero alejada de cualquier tipo de duende y una protagonista carente de garra. No encontré aquél canto a la esperanza que esperaba ver, más bien una condena, una reafirmación en el desamparo del maltrato, y una frase inapropiada en tiempo y lugar "que cada perro se lama su cipote" para calmar las mentes de una sociedad que no ve, el problema real. ´Volví a casa con una sensación extraña......pero a pesar de ello quiero quedarme, con algunos momentos cómicos que llegaron directamente al público en la sala...y con una frase final de Estrella....Déjalo!!

En la ópera prima de Alberto Aranda se encuentran muchas de las situaciones que ocurren en el día a día, los problemas familiares, la inmigración, la búsqueda de mejorar en la vida y la dificultad de compaginar el trabajo con la vida en pareja. Al comienzo de la película parece que todo el mundo está contento, viven en un pequeño piso de un barrio obrero, tienen unos trabajos sin mucha responsabilidad y sus relaciones funcionan bien. En cuanto se produce una modificación en esas escalas y una de las dos personas de la relación tiene un status social mejor, es cuando se desencadenan los problemas. Por otro lado nos encontramos con otra pareja con otros problemas totalmente diferentes, pero por mucho que su situación sea complicada el amor que sientes por la otra persona te ciega y no te deja ver los problemas que te está causando, siempre pensando en lo difícill que es la vida sin estar al lado de esa persona.
En ese mundo tan real, en una pequeña localidad catalana, las cosas funcionan de forma diferente al de otras zonas donde a pesar de vivir con mayor comodidad, fuera del hogar es más difícil relacionarse con la gente sobre todo cuando no tienes a tus amistades alrededor.
Para acercarnos a la realidad la película cuenta con un gran reparto, donde sobresale Ingrid Rubio, en una actuación donde nos muestra esperanza, tristeza y alegría, siempre cambiando su registro interpretativo. También es una gran sorpresa Carmen Machi, en un papel totalmente diferente al que nos tiene acostumbrado. Pienso que es seria candidata al Goya a mejor actriz revelación, aunque creo que su actuación no es suficientemente buena en relación con el personaje tan bueno que tenía. Marc Clotet y Fele Martínez están correctos, en unos personajes cuya importancia va decreciendo a medida que aumenta la de la joven actriz catalana.
Gran comienzo de la película con esos bailes flamencos, mientras suena la canción que da título a la película, siendo la propuesta un soplo de aire fresco que nos plantea la realidad social tal como es.

El equipo de “La Estrella” (Alberto Aranda) se ha debido tomar unas buenas birras de la conocida marca patria esta noche tras sus buenas sensaciones en su enfrentamiento con el público, ayer en Málaga.
No entra a concurso, pero quizá se trate de la acogida más cálida por el público hasta el momento, por la temática y un tipo de cine español enmarcado en el costumbrismo, pero con unas sensaciones que podrían ir más allá de un público minoritario, y si contara con suficientes apoyos podría tener un buen comportamiento en las salas.

Supone el retorno de Ingrid Rubio para este proyecto lleno de buenas intenciones, de personas entrañables y donde ella realiza la interpretación de su vida.
Para mi gusto se suceden los lugares comunes y el discurso feminista no dista mucho de Icía Bollaín y su lema “el hombre es el eje del mal”. Afortunadamente el género masculino no sale tan ridiculizado como en “Mataharis”, y Fele Martínez pone el contrapunto entre tanto “hombre malo”. Por cierto... *VER EN SPOILERS

Entre varios personajes llenos de carisma y diseñados para atrapar al espectador, Marc Clotet tiene el papel menos agradecido y con más aristas. Desgraciadamente, está a años luz del desparpajo interpretativo del resto del elenco y quizá sea precisamente su relación con Estrella lo menos creíble del film.

Esa misma sensación me transmitió Marc en la rueda de prensa, frente a unas exultantes Carmen Machi e Ingrid Rubio.

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