Haz click aquí para copiar la URL

Las noches de la luna llena

Drama. Romance Louise, una mujer joven e inquieta, siente la necesidad de tener un espacio propio al margen de su posesivo novio. Para ello, alquila un pequeño apartamento en París. Convencida de que todavía no está preparada para la vida de pareja, Louise se embarca en una serie de relaciones superficiales, sólo para descubrir que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ha perdido. Cuarta entrega de la serie "Comedias y proverbios". (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
5 de abril de 2008
29 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarta entrega de la serie 'Comedias y proverbios', trata de la importancia de saber lo que se quiere y de las consecuencias, en lo sentimental, de tenerlo bien claro.
Cuenta cómo la joven Louise plantea a su pareja que, además de vivir con él en el extrarradio, quiere también vivir en su apartamento parisino, por si desea salir de noche, o por si desea estar sola.
Ella cree tener medidos los riesgos que el experimento implica. Y no cree que en el comportamiento pueda haber un margen incontrolable, a merced del influjo de la luna llena: eso le parece superchería.
Como de costumbre en Rohmer, la trama se teje con matices y sutileza, muy conversada. Casi todo lo importante sucede en los diálogos, de naturalidad rigurosamente elaborada, conforme al personal programa estético del autor: cine de prosa, sin efusiones líricas, ceñido a la eficacia narrativa.
La habitual sobriedad de la puesta en escena, pegada al detalle, se acentúa aquí con la atmósfera del extrarradio, donde todo es nuevo, aún desangelado, sin vecindario y sin solera.
Hay un gran acierto en la elección de la actriz protagonista, Pascale Ogier (hija de Bulle Ogier, actriz habitual en las cintas de Rivette), de exótica belleza: sus grandes ojos ensimismados convienen a un personaje caracterizado por no tener del todo presente su realidad vital, y no acertar por ello a relacionarse fluidamente con quienes están en ella.
Murió, en el año del estreno de la película, la víspera de cumplir los 26, de un ataque al corazón.
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de mayo de 2009
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarto título de la serie “Comedias y proverbios” del realizador Éric Rohmer, iniciada en 1981. El guión, escrito en 1981-82, es original de Rohmer. Se rueda en interiores con algunas tomas directas de París y de Marne-la-Vallée (Paris). Gana el premio del Festival de Venecia a la mejor actriz (Pascale Ogier). Producido por Margaret Ménégoz para Les Films Ariane y Les Films du Losange, se estrena el 29-IX-1984 (Francia).

La acción dramática tiene lugar en Paris y en la ciudad satélite Marne-la-Vallée, desde noviembre de 1983 a febrero de 1984. Louise (Ogier), empleada subalterna de una empresa parisina de diseño de interiores, que trabaja ocasionalmente por cuenta propia, de unos 22 años, vive con su pareja, Rémi (Karyo), arquitecto, que trabaja en la oficina de Ciudad Nueva, de unos 30 años. Ocupan un dúplex en Marne-la-Vallée. Llevan casi dos años de convivencia. Ella es inocente e ingenua. Le gusta salir de marcha, trasnochar los fines de semana, verse con los amigos y hacer vida social. Considera que necesita un espacio para ejercer su independencia y satisfacer su necesidad de estar sola ocasionalmente. Lleva desde los 15 años viviendo en pareja sin interrupción. Él es aficionado al deporte (culturismo y tenis) y a la lectura. Le gusta la vida hogareña, convencional y tranquila. No le gusta la vida nocturna de fiesta y marcha.

El film suma comedia y drama. Explora la realidad de las relaciones amorosas y de pareja propias de los 80, cuando entran en colisión las prácticas generalizadas de amor libre y de parejas efímeras con un revival de las posiciones a favor de la pareja estable y formal. Rohmer explora esta realidad, a partir de la cual elabora una comedia que, como es habitual en él, tiene en el sexo el principal motivo de desarrollo de la acción. Los jóvenes de los 80 no piensan del mismo modo que los de los 60 (liberación de la mujer) y de los 70 (amor libre). En los 80 los jóvenes se plantean cómo conciliar unas relaciones afectivas satisfactorias con las aspiraciones de libertad e independencia. Les preocupa, sobre todo, cómo combinar vida de pareja, estabilidad, amor, satisfacción física, independencia y libertad.

Louise y Rémi encarnan los papeles de una pareja en la que entran en juego los deseos de estabilidad y seguridad con los deseos de independencia y libertad. El relato deja constancia de los problemas, fricciones, celos, diferencias y ventajas que se asocian a un modelo de pareja estable con un proyecto de independencia no acordado. El film no dicta normas de conducta y no formula consejos. Sin decirlo explícitamente, comunica que pueden definirse formas de relación de pareja más libres que las ensayadas hasta el momento y mucho más naturales que las de la pareja convencional. En el subtexto del film palpita la convicción de que pareja y libertad no sólo no son dimensiones excluyentes, sino que son compatibles en mayor medida de lo que se cree.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de febrero de 2008
30 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenemos hombres por doquier. Los hay hermosos, bravos, limpios y groseros. Peludos, con anillas, posmodernos, drogatas, borrachuzos, colgadetes, relamidos, roñosos, seductores, atrevidos, elegantes, cutres, culturetas, tarambanas, impulsivos, timoratos, soplagaitas, licenciosos y vivales.

Hay hombres-ficus y hombres-bestia; hombres-elefante, tigre, lagarto y avefría. Caballitos de mar o sementales. Hay hombres-rana y hombres-surf. Hay hombres tan perfectos como un frasco de colonia. Hay hombres sin laringe ni canción. Sencillos, machacones. Celosos, divertidos. Hombres-esfinge y hombres-momia.

Hay hombres que se entregan sin saber lo que hay detrás de la fachada. Espectros-hombre que no existen.

Ya lo sabes, querida, hay muchos peces en el mar.

===

Nos complace desear aquello que nos tienta. Buscarnos del revés. Estar en la otra parte de nosotras.

Por una vez, dancemos hasta el alba.

[...]

Ahora ya lo sabes, no hay tantos peces en los charcos de París.
Servadac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de mayo de 2007
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo ha habido 3 pelis en mi vida que han retratado la vida de la pareja de una manera realista:

- "Las noches de la luna llena"

- "Closer"

- "The last kiss" (la americana, no la italiana)

Cuando digo de una manera realista no me refiero a que traten la relación de pareja como yo la veo, o desde un punto de vista que yo comparto; sino que lo hacen rompiendo las viejas reglas del cine: gente que se casa al mes de conocerse, chicas que se tapan las tetas delante de su pareja, chicas que se meten en la cama con el maquillaje y se despiertan totalmente bien pintadas, relciones que se arreglan con un simple "lo siento"... Estas tres películas van más allá, y, acertadas o no, dan un punto de vista real.

Parece obvio que abogo por un cine de realidad extrema, pero nó sólo me refiro a eso. Esta película es emocionante, con unas interpretaciones más que correctas, una planificación estupenda...

Viva Rohmer
frank drebin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de abril de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mi filosofía no ha cambiado ni creo que vaya a hacerlo. Siempre he pensado que una película merece la pena cuando se puede llegar a la esencialidad. También creo necesario dejar un espacio al azar. Y es entonces cuando se producen esos azares tan valiosos. Paradójicamente, en mis películas todo es fortuito... menos el azar".

En la cuarta entrega de la serie 'Comedias y proverbios', el director galo vuelve a reflexionar sobre temas habituales en su filmografía: la fugacidad del amor, las complicaciones que van surgiendo en una relación, triángulos amorosos.. El cine de Eric Rohmer no es nada convencional, alejado de la narrativa norteamericana. Puede que para muchos resulte monótono ver una obra suya, pero en mi caso nada más lejos de realidad, ya que estamos ante un cine de palabras, de disertaciones, de debates filosóficos, de conversaciones que rebosan naturalidad por los cuatros costados.

Louise, empleada subalterna en una empresa parisina, mantiene una relación con un hombre mayor, arquitecto, hogareño y tradicional, que rehuye de la vida nocturna. Ambos viven en las afueras de la capital francesa, algo que que a la joven parece preocuparle, ya que no puede disponer de la vida que ella desea. Louise es inocente y quiere llevar una vida alegre, alejada de su posesivo novio, asistiendo a fiestas nocturnas con sus amigos. Por ello le plantea a Remy que quiere disponer de un apartamento en París para estar sola de vez en cuando y tener un espacio donde dormir para no molestarlo a él cuando vuelva a casa. Las continuas y vacías experiencias posteriores con otros hombres harán que se replantee su antigua y firme decisión. Pero puede que sea demasiado tarde..

La austeridad vuelve a ser una constante en esta obra de Rohmer, como en todos sus trabajos, con una sobria puesta en escena. La cámara se mueve lentamente siguiendo a los personajes, que mantienen continuos y extensos diálogos sobre la vida y sus preocupaciones. Las palabras predominan sobre la imagen, con unos duelos interpretativos muy naturales, sin ningún tipo de artificios, y es que nadie ha retratado de manera tan realista e intimista las relaciones de pareja como el cineasta francés.

El legado de Rohmer es enorme, con multitud de grandes películas que retratan a la perfección las relaciones sociales, con el amor como vehículo narrativo en todos sus trabajos. Y "Les nuits de la pleine lune" no es una excepción.
Carli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow