Hasta la vista

Reconozcamos que la sinopsis es matadora, y que por lo menos en mi caso nunca me hubiera animado a verla. Ya sólo por la asociación de España con un turismo sexual, como que duele en las entrañas por muy poco patrióticas que sean!, jeje!

Pero es lo que tienen los abonos en los festivales (Seminci): que surgen sorpresas positivas como ésta.

Y es que es sobre todo una película muy vital, en la que tres chicos algo alocados deciden ponerse el mundo por montera y emprender un viaje. Y en su caso no es tarea fácil porque supone hacer frente a la oposición de sus padres y solventar bastantes dificultades debido a sus discapacidades.

Es una gozada verles planear la escapada, y cómo se las apañan para seguir adelante.
Y también deja patente lo complejo que es el ejercicio de la paternidad ante una discapacidad, en la que tienen que convivir el afán de protección con su derecho a la máxima autonomía posible.

No entrará en los anales de la historia del séptimo arte, ni lo pretende.

Es una película amable y divertida. Disfrútenla. Y si ven a los delfines comuníquenmelo!

Mis próximas líneas posiblemente no recojan una crítica objetiva sobre la cinta que nos ocupa (aunque seguramente y como la mayoría de gente que escribimos tras ver una película nunca lo sea porque no deja de ser nuestra opinión) pero siempre es difícil valorar algo que te toca directamente y posiblemente sea una de las películas o la película con la que más identificado me haya sentido nunca.

No es la primera película ni que se hace ni que veo sobre discapacidad, sea sobre jóvenes o en edad más avanzada pero quizá si sea la más cercana a la realidad junto a alguna como la coreana Oasis. Y es que la aclamada Intocable a servidor le pareció simpática y entretenida pero demasiada idílica empezando por el hecho (como ya comenté en su crítica y no me voy a extender por tanto) de que ojalá todo el mundo en esas circunstancias tuviera jet privado, un ayudante fortachón y una secretaria buenorra. En esta que nos ocupa si bien es cierto que los protagonistas se van de un viaje que no es barato ni está al alcance de todos, parece mucho más plausible siendo una vez en la vida y tirando de los ahorros de mucho tiempo, pero al fin y al cabo su cuidado depende de sus progenitores, en una lucha del día a día y como pasa en muchas ocasiones, en un hogar más que humilde y con una madre ya mayor que debe estar 24 horas pendiente.

Puesta a compararla con películas, es innegable que esta road movie recuerda mucho en su planteamiento a Fuga de Cebreros con unos chavales con diversas discapacidades (un invidente, un paralítico y otro en silla de ruedas por un cáncer) que se van de viaje con el afán de perder la virginidad. Por suerte, las comparativas con la citada obra sin gracia y por momentos denigrante, paran ahí.

Como decía y explica la sinopsis, la película se centra en 3 chavales que viven dependiendo de cuidados y ayudas para practicamente todo (siendo más o menos por el grado de minusvalía que tiene cada uno) por parte de sus padres. Deciden pedirles permiso para irse de viaje los tres a una ruta de vinos por Francia y España para liberarse de toda esa sobreprotección y sobretodo ocultando el deseo natural de intimar con mujeres y siendo su destino real un burdel de la costa mediterránea llamado "El Cielo" especializado en gente con sus circunstancias. Pese a un impedimento de última hora que tira para atrás a los progenitores y pone en serio peligro la aventura, deciden ir igual, acompañados por una encantadora chófer y cuidadora que tiene, como todos en esta vida, alguna discapacidad, en este caso, la lacra de su ex-marido.

El que se espere una comedia de risas y desenfreno que se vaya olvidando. De hecho, yo iba esperando reirme y casi agoto todos los kleenex de la casa. Película muy dura, con algunas situaciones que pueden ser cómicas, pero con pocas concesiones para la alegría y esperanza, siendo una narración pausada y detallada de como avanza su viaje que puede que resulte hasta demasiado cruda hasta en los más pequeños detalles en los que servidor inevitablemente se fija con lupa. (*comento luego ejemplo en spoiler)

Pero personalmente agradezco y aplaudo el atrevimiento y realismo con el que se ha tratado el tema, cosa que como decía al principio no abunda. Y es que normalmente (y por poner un ejemplo de los muchos que podría decir) cualquier película aparte de dar un mensaje más idílico en general y en cada situación en particular, en las escenas de salir de fiesta se hubiera quedado simplemente en el disfrute y que a la mañana siguiente todos en marcha, pero cuando llegan de fiesta tienen que acostarse, ir al baño, también se duchan, se visten y esas son las cosas más duras del día a día y pocas cintas la abarcan, no se si por no incomodar al espectador. Dicho esto, incidir en que esta en ningún momento cae en la escatología ni el morbo ni nada parecido, pero no evita cosas (algunas si) que están ahi gusten o no.

Los personajes son al igual que toda la cinta, cercanos y entrañables (aunque alguno sea bastante odioso por momentos), el ritmo de la cinta aunque cuenta como comentaba el viaje con mucho detalle y es un error pensar que va a explotar la locura en cualquier momento, es muy bueno y de hecho se acaba haciendo corta y deseas acompañarles en su viaje mucho más tiempo, pensando como ellos, en donde ir el año que viene. La BSO no destaca especialmente pero si es acertada para acompañar en la ruta. El único "pero" que le puedo sacar es que más allá del mensaje general de que por muy difícil que sea la situación o las circunstancias hay que intentarlo, poco optimismo más aporta. Y carcajadas pocas por lo que yo si fuera vostros y fuérais a verla, iría más preparados para un drama, aunque seguramente como decía al inicio, mi opinión en este caso sea especialmente poco objetiva y aún así y aunque parezca mentira me he controlado por no dejarme llevar a la hora de darle una nota, que aún dada, sigo sin tener clara.

Nota: 8'5

http://www.elperiodic.com/noticias/206693_critica-hasta-vista-2012.html

En twitter: @er_calderilla

Necesaria tragicomedia en la que tres minusválidos, alguno con severas limitaciones, deciden viajar desde Bélgica a España para, con la excusa de una ruta etnológica, recalar en un club de la Costa Brava en el que enterrarán su virginidad.
El proyecto, según sus inspiradores, que lo confirmaron en la rueda de prensa de la Seminci 2011, quiso contar con protagonistas amateurs, y a ello se dedicaron durante año y medio, pero solo uno de los probados cumplía los requisitos de interpretación y relativa invalidez, con lo que la película habría vuelto a la condición de documental, género del que ya existía un antecedente; precisamente en él está basada la idea de este guión.

"Hasta la vista" es un canto a la independencia y un grito para agrietar el muro de incomprensión, y también de excesivo proteccionismo, que padecen algunas de estas personas, con carencias indudables pero con posibilidades de aportación desaprovechadas.
"Mientras estás vivo eres uno más; y si eres un joven minusválido tienes también los defectos y virtudes de los chicos de tu edad", defendía el director belga Geoffrey Enthoven que ha presentado en Valladolid su cuarta película, a estrenar en nuestro pais en el 2012.

Tres jóvenes belgas planean viajar hasta España para perder su virginidad en un burdel. Un argumento típico de comedia descerebrada sobre tardoadolescentes que se diferencia de las demás porque sus protagonistas sufren algún tipo de enfermedad o discapacidad: uno es tetrapléjico, otro ciego y, el último, va en silla de ruedas a causa de un cáncer terminal.

'Hasta la vista', ganadora de la Espiga de oro, es una road movie de buenas intenciones, plagada de elementos propios del subgénero: el viaje de autodescubrimiento, el fortalecimiento de la amistad o los diversos baches que habrá que salvar para lograr el objetivo (en este caso, por ejemplo, juega un papel importante la familia de los chicos). Con todo esto se consigue un desarrollo harto convencional y una resolución previsible.

Los hechos, durante todo el metraje, adquieren un carácter tragi-cómico. Sin olvidar que se trata de personas impedidas, la película pretende mostrar la cara amable y alegre sobre las posibilidades que ofrece la vida.

La pega más grande de 'Hasta la vista' es el excesivo dilatamiento en la presentación de los personajes. Se tarda demasiado en empezar el viaje (es una road movie, no lo olvidemos) y eso repercute en el ritmo narrativo. Habría sido mejor para la fluidez argumental el ir conociendo durante el trayecto las personalidades y evolución de los caracteres de los personajes y no tratar de definirlos tanto en el prólogo. Aún así, la composición de los personajes es francamente carismática, en especial la del chico tetrapléjico: es un tío desagradable, bocazas y mandón; se aprovecha de su situación para herir a los demás injustamente aunque, en el fondo, tiene buen corazón.

En la parte final, los acontecimientos se precipitan pues, una vez superado el último obstáculo, se va a saco a por la resolución. Lo importante es quedarse con las buenas intenciones de este film belga y su canto al optimismo: estar gravemente enfermo no es un impedimento para disfrutar de los placeres de la vida como la amistad, el amor o la belleza de los paisajes naturales.

Interesante y simpática película belga sobre un trío de amigos discapacitados que deciden correrse una juerga, encaminándose a España, para perder la virginidad en un burdel.

La película se encuentra muy lejos de ser una típica película de estilo americano, no se trata de una comedia desmadrada en la que se rían de las minusvalías y estos solamente piensen en mujeres. Muy por el contrario, se trata de una tragicomedia realista, que si bien narra la historia con un gran sentido del humor los personajes y sus problemas son totalmente reales, servida por un trío de actores protagonista fantástico que interpretan sus papeles de forma tremendamente convincente.

La película presenta una estupenda primera parte, llena de humor, cierta crueldad y realismo así como contada con un ritmo estupendo. El problema que posee la película es en la segunda parte, se vuelve más obvia, más buenista, todos se esfuerzan por caer bien y se hace más sentimentaloide, aunque aún posee su punto, lo peor es que se alarga en exceso, sobrándole muchos minutos totalmente innecesarios.

En su parte final abusa en exceso de la búsqueda de la emoción y es demasiado obvia, aún así merece la pena ver esta agradable tragicomedia que hará reír y también llorar al público.