Juntos (Together)

No pocos temas de bastante entidad se tocan en “Together”: el aprendizaje, el vínculo paternofilial, el de maestro y discípulo, las dudas de la pubertad, el sacrificio y abnegación del buen progenitor, lo absorbente y absoluto de la vocación musical, el contraste entre la ciudad y el pueblo, la lucha por las oportunidades, los nuevos modos de vida en el Pekín neocapitalista, el fraude del arte orientado sólo hacia el éxito, la superior fuerza de la autenticidad personal…
Son unos cuantos temas, y están desarrollados con fluidez, de forma más parecida a un concierto que a un texto, y con una sencillez que, por adoptar la distancia y redondez propias de una fábula, parece facilidad, engañosamente. Partir de una historia real le da una base sólida.

El actor niño hace un gran trabajo, convincente al tocar el violín, y también cuando su introvertido personaje responde fascinado a la atracción de la vecina de vida alegre.
El actor que representa al padre, el entregado campesino, contribuye con su expresividad a varios momentos muy conmovedores, pues la mayor parte de los que jalonan la historia se dan en el seno de la relación paternofilial.

Es al acentuar en sentido lacrimógeno algunos pasajes, o al recurrir ocasionalmente con intención esteticista a una fotografía de brillos almibarados, cuando se aparta de la distancia templada característica de la fábula, y pierde algo de calidad esta película, emocionante y buena pese a esos excesos.

Bella historia de relaciones: primeramente entre el muchacho violinista y su padre, que trabaja durísimo y todo lo sacrifica por el futuro y éxito de su hijo; en segundo lugar, entre el muchacho violinista y dos profesores de violín que le marcarán y le llevarán a ser un genio de ese instrumento; y en tercer lugar, entre el muchacho violinista y una mujer mayor que él, de la que en cierto sentido está enamorado o hacia la que se siente muy atraído por representarle la madre que no tiene, sentimiento que ella le devuelve con afecto maternal, protección y amistad.

Una película de enorme sensibilidad y buen gusto en el tratamiento del discente músico, cuando hay que esforzarse muy duramente para ir construyendo, de la mano directora de un exigente profesor, la genialidad que muy pocos pueden alcanzar.

Fej Delvahe

...para sentimentales o tiernos de corazón, porque necesitarán una abundante provisión de pañuelos para secar las lágrimas. Más no es para alarmarse: se trata de una historia propicia para ablandarse el ánimo, pero maravillosamente realizada, con talento cinematográfico, con un ritmo inusual en el cine oriental, con una estupenda fotografía y... sobre todo, con una música que suena a celestial. Son 120 minutos que se hacen cortos. Para disfrutarla a tope.

La relación entre un padre y su hijo, precoz violinista, es la base de esta sencilla y bella película, sin ornamentos, sólo el amor por la música y la búsqueda de los valores reales. Es de esas películas que se hacían antes, y que ya casi no se hacen en occidente..........historias humanas, puras......en las que no hay pretensiones.

Esta película es bastante desconocida, como la mayoría de chinas, y, a pesar de ello, creo que es perfecta para darse a conocer. La estructura de 'Together' es bastante curiosa, o sea, sigue el ritmo de las películas "normales" pero tiene esa pincelada de narración china, es decir, a veces se nos cuenta algo de una manera a la que no estamos acostumbrados y nos deja algo descolocados, pero luego agradecemos el hecho de haber visto cosas diferentes.

La película gira en torno a la música y a la habilidad musical de nuestro protagonista. La verdad es que es un placer para los oídos ver tocar al chico el violín, es lo que sustenta de verdad la película, aun habiendo unas tramas secundarias de relaciones interpersonales muy bien efectuadas y por momentos emotivas.

En el plano de las actuaciones todos están muy bien, a destacar al padre, ganador de diversos premios por esta actuación, que con su cara de atontado nos muestra es lado más tierno de un padre y de una persona en sí misma. También están muy bien el chico protagonista (sobre todo hacia el final), el profesor de violín (el primero mejor) y la chica, que no se sale, pero el personaje en sí convence y hace que ella también.

Poco más puedo decir, en cuanto a escenas, me quedo con las conversaciones entre el chico y el primer profesor, los momentos en que se encuentra el niño con la chica, dónde se percibe ese amor platónico que tenemos muchos esa edad y, como no, el momento final, un 'Tchaikovsky Violin Concerto' que pone los pelos de punta.

Así que, no es nada del otro mundo pero se agradece mucho el visionado y no defrauda. A verla se ha dicho.