Arma perfecta

Arma perfecta es una cinta de artes marciales y acción que recuerdo que tenía grabada en VHS de la televisión. Está dirigida por Mark DiSalle (Kickboxer) y protagonizada por el artista marcial Jeff Speakman experto en el arte del Kenpo Karate y Goyu Ryu. Fue un intento por convertirse en una nueva estrella del cine de artes marciales y hacerse un hueco entre los grandes del género de la época como el veterano Chuck Norris, Van Damme o Steven Seagal. Curiosamente Speakman, solo estuvo por debajo (en mi opinión) de otros actores del cine de acción serie B (reyes de los videoclubs) como Dolph Lundgren, Lorenzo Lamas y Michael Dudikoff entre otros. Del film poco hay que contar, es típico y uno más del montón del género de acción de la época con un argumento simple y tópico de venganza personal en la línea de las cintas de Seagal. Mencionar la aparición de Mako y el Profesor Toru Tanaka (Golpe por golpe, Perseguido) y la exitosa canción The Power de Snap!. Por lo demás, ya lo he dicho típica película de acción.

Jeff Speakman debuta como protagonista de una cinta de acción con esta película. Speakman, con una importante formación y prestigio dentro del mundo de las artes marciales surgió como contraparte a otros actores de perfil similar, como eran los Van Damme o Seagal de la época, que también llevaban poco recorrido en sus carreras por aquel entonces.

Por desgracia para nuestro protagonista, esta "Arma perfecta" es la única película que pueda ser más o menos recordada por el gran público ya que, posteriormente, los trabajos realizados por este actor y artista marcial pasaron completamente desapercibidos en las estanterías de los videoclubes de la época. Y es una pena, porque la película ni está tan mal, ni Speakman muestra una inexpresividad superior a la de los Seagal, Norris o Lundgren en aquella época. Es más, no lo hace del todo mal, si exceptuamos algunas caras extrañas durante las escenas de pelea.

Hay quien dice que Speakman no triunfó porque el estilo de pelea basado en el kenpo karate es poco atractivo en pantalla. Yo no estoy del todo de acuerdo, ya que hay escenas de pelea que no están mal, y esos ataques de puñetazos múltiples que lanza Speakman llaman bastante la atención. Flojea en lo relacionado con las patadas, eso sí, que quizás sea el elemento más espectacular a la hora de reflejar una pelea de artes marciales.

La película en sí no es gran cosa. Parece tener un poco de autobombo para Speakman. Y le cuesta arrancar con tanto flashback hasta que sucede el hecho que da sentido al filme y a la reacción del protagonista. Hay caras conocidas del cine de bajos fondos asiáticos, cosa que siempre se agradece. Y la corta duración ayuda a que no se haga pesada, pese a un inicio poco interesante. Es bastante plana en líneas generales, las cosas como son.

De todos modos se deja ver, y quizás Speakman mereció algo más de suerte. Años atrás en manos de la Cannon hubiera tenido unas cuantas películas más. Si las tuvo Michael Dudikoff... ¿por qué no él?

Básica, sencilla, previsible, desenfadada, contundente, emocionante y entretenida producción de acción y suspense, en la que dos hermanos, deberán encontrar a los responsables del asesinato de uno de sus antiguos maestros de artes marciales asiáticos en América.
Me llevé una agradable sorpresa con su visionado, disfrutando con la aparición de diversos rostros familiares y habituales del cine de artes marciales.
No esperes ver grandes interpretaciones, pero si echas de menos el cine de acción de los años 80, Arma perfecta puede ser una gran elección para el disfrute.
Familia, amistad, misterios, sueño, miedo, fuerza, control, honor, pasado, espíritu, naturaleza, mafia, cultura, dolor, mundo, combate y emoción, son los puntos fuertes que mantendrán el interés por su resolución.
Puede que me haya gustado más de la cuenta, pero decir que hay parte de realidad en todo lo que cuenta.

Con Arma perfecta Hollywood quiso convertir a Jeff Speakman, un experto en artes marciales bien parecido, en un nuevo héroe del cine de acción tan de moda en aquella época. Sin embargo la película fue un fracaso de crítica y público y su protagonista tuvo que conformarse a partir de entonces con proyectos de segunda fila estrenados directamente en vídeo.

Lo cierto es que treinta años después se trata de una obra olvidada, rutinaria y predecible hasta la náusea con escasas escenas de acción además de poco espectaculares. Speakman se luce zurrando a sus enemigos pero la trama carece de interés y de personajes atractivos. Pobre.