Un novio para Yasmina

Entretenida y divertida película que trata con humor temas tan candentes como el de la inmigración, la integración social, las relaciones familiares... Existen muchas situaciones que te resultan muy familiares y hay que destacar que en mi caso me olvidé de que estaba en una sala de cine en la que normalmente se proyectan grandes producciones, chorradas y bodrios americanos para encontrarme ante una perspectiva divertida de un tema social de la España actual.
Lo mejor: Lola, Jorge y la concejala ja,ja

Pocas veces se trata el tema de la convivencia entre vecinos, españoles y marroquies, como en esta película. Simpática a veces, triste las más, porque la realidad que presenta es lo que tenemos ahora en este país. Y es una pena que no cambie. Por parte de los dos lados.
Sigo pensando que el cine que se hace en el sur de España suele ser un cine de calidad y que deberíamos prestarle un poco más de atención.
Recomendable para personas comprometidas con los demás.

¡Por fin!, un habitante de estas latitudes (Extremadura) hace una película. Sólo por eso merecería la pena, por exótico. Pero es que resulta que hay más: Irene Cardona nos presenta su trabajo desde la humildad, desde la tierra y desde el día a día y por eso rezuma sinceridad.
Nos aproxima a un serio problema, no al de la inmigración, sino al que tienen los inmigrantes, sin grandes alarmas, con sosiego; dejándonos ver que los encuentros no son tan complicados, sólo hay que querer.

Película sencilla, social, con la única pretensión (bendita pretensión) de contaminar humanidad y entendimiento. No sólo resulta totalmente creíble, los que vivimos en la zona, sabemos que lo que se cuenta es nuestra cotidianidad y la de los marroquíes...y nos parecemos más de lo que creemos.

Es una comedia romántica hecha con absoluta austeridad y sobriedad.
Tiene grandes temas como, en este caso, es la inmigración, la integración social, todo ello con espléndidos con toques de humor
Jamás cae en el tópico, ni en el panfleto, ni en lo superficial.
Una vez más se demuestra lo importante que es el cine sin estrellas.
La película tiene mucha frescura. Es deliciosa por su sencillez.
Da gusto salire del cine satisfecho, habiéndolo pasado bien y habiendo reflexionado sobre la inmigración y sobre lo interesante que es el mestizaje de culturas.

Es raro que el cine español trate un tema social en tono de comedia, sin embargo está película consigue el milagro de divertir sin frivolizar sobre un tema tan espinoso como es la inmigración marroquí en España.
Y seguramente esté más cercana a la realidad cotidiana está visión amable del fenómeno, que la que nos muestran continuamente los medios de comunicación. La apuesta estética de la película, las sinceras interpretaciones, la honestidad de su planteamiento, son una lección moral para otros cineastas que gastan millonarios presupuestos en ocultar que nada tienen que contar.
Aquí si se escucha una voz con algo que decir, una apuesta ética por un tipo de cine que tiene espectadores, a pesar de lo que opinen distribuidores y con el que hay que tener un poco de paciencia para que llegue a las salas.