Joven y alocada

Una película muy fresca donde la protagonista es una mujer que cuenta su vida (en buena parte, su vida sexual) desde su único punto de vista. Por suerte, acostumbrados como estamos a que las historias de mujeres libres no terminen muy felizmente, podemos adelantar que en este caso no hay violencia de género. Tal vez sea adelantar el argumento pero puede ser el punto que haga que el público se anime a ir a verla.
A la vez es una historia de iniciación divertida y actual, donde las redes sociales juegan un papel clave.
Tampoco el cine convencional nos muestra escenas del sexo masculino, ni lo nombra explícitamente, aquí aparecen con toda naturalidad tal como lo visualiza una jovencita chilena. Del mismo modo trata la masturbación femenina, sin tabú ninguno . Resulta paradójico que internet suele ser un espacio para el sexo hetero y extremadamente sexista. En este caso la red le brinda a Daniela un espacio para el sexo libre. Divertida también la forma de hablar de sexo. Menos divertida la familia que le toca a la protagonista. La directora Marialy Rivas merece muchas más oportunidades y que la podamos ver desde este hemisferio.
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Con una factura de cine independiente moderno, una temática transgresora y espinosa, un montaje soberbio con un gran trabajo de postproducción, una genial interpretación femenina y un guión sólido basado en un personaje completo del que llegamos a conocer todas sus aristas, Joven y alocada es una cinta sorprendente, entretenida y muy bien llevada por la directora.
Los despertares sexuales (nótese el plural) de Daniela, una chica criada en un ambiente religioso ultraconservador, y los comentarios que de sus 'pecados' escribe en su blog personal, son la base de una película original, valiente, carnal y honesta en la que todo encaja a la perfección.
Fascinante el uso que se hace ocasionalmente de la cámara como pantalla de ordenador, donde los internautas escriben sus comentarios sobre la pantalla de cine, dando la impresión al espectador de estar leyendo un chat en directo. No es esta la única utilización transgresora del lenguaje cinematográfico que vemos en el filme, también podemos observar en las escenas más íntimas los filtros de colores para una ambientación en sepias, amarillos o azulados, que ofrecen una textura especial a la cinta y que las destacan estéticamente con respecto al resto de escenas del filme.
La historia, es en su esencia muy sencilla, sólo nos muestra las apetencias sexuales de la protagonista y su entorno religioso durante un breve periodo de tiempo de su vida, pero las aristas que toca el filme son tantas, y las complejidades del personajes están tan perfiladas, que el guión resulta toda una revelación, demostrando que, de lo más sencillo, se puede extraer petróleo en muchas ocasiones, si sabes tratar la situación en todos sus ámbitos. Desde su forma de ser (juvenil y alocada), los cambios de registro en su voz y comportamiento dependiendo de con quién actúe, hasta el lenguaje utilizado (lleno de tacos en la mayoría de las ocasiones) se adaptan a la personalidad de la protagonista y al enfoque cinematográfico, haciendo más rico lo que se ve en la pantalla.
Es pues una película divertida, innovadora y que sorprende gratamente.

Arrolladora visión de la liberación sexual de una joven perteneciente a una familia ultraevangelista parte de una famosa secta chilena, que retrata sin tapujos la experimentación que lleva a cabo Daniela, la protagonista, como forma de escapar de unas cadenas que la aprisionan desde que nació, como camino para abolir la esclavitud a la que es sometida, pero también como parte de su autodescubrimiento sexual y personal.

Arriesgada propuesta dirigida con igual picardía y maestría en el montaje, narrándonos la historia de Daniela a través de su blog (que da título al film), con sus reflexiones a modo de entradas y comentarios en este diario íntimo abierto a todos jugando con el formato de red social en pantalla de una manera muy divertida (trolls incluidos), con una puesta en escena desinhibida y sin reparos tanto a la hora de criticar este tipo lavados cerebrales tan relacionados con la religión (aunque con una concesión a la cordura sectaria en la figura de la tía), así como a la inclusión de escenas de sexo explícito que no resultan forzadas gracias al desparpajo de Daniela en cuanto a sus experiencias con el sexo, que resulta creíble en todo momento gracias al buen hacer de Alicia Rodríguez, angelical y perturbadora a la vez.

Gran alegato a favor de la experimentación y liberación sexual, crítica con los tabúes que aún nos graban a fuego desde pequeños en esta sociedad tan falsa en la que el simple sexo se cuestiona o se pone en relación con conceptos que sólo provocan represión y censura de la propia identidad. Como Daniela aprende bien, el sexo es un juego con el que todos nos divertimos si aceptamos las mismas reglas, pero que confundido con el amor puedo traernos muchos disgustos.

Daniela Ramírez (Alicia Rodríguez) es una chica de 17 años que se encuentra cursando el último año en un colegio religioso, cuestión que no es de extrañar ya que su familia sigue la religión cristiana evangélico, ha crecido durante toda su vida bajo dicha doctrina. Sin embargo, su despertar sexual no se ajusta a dichos cánones, razón por la cual entra en constantes roces principalmente con su madre. La protagonista, decide hacerse un blog donde comenta todas sus pericias.

Marialy Rivas presenta este largometraje chileno, basado en algunas experiencias propias de su juventud, con guion escrito por ella misma junto a Pedro Peirano, María José Viera-Gallo, Sebastián Sepúlveda y Camila Gutiérrez. Guion que les valió el premio en dicha categoría en el Festival de Sundance en la sección internacional.

Joven y alocada presenta una historia que resulta llamativa, esta chica que debe enfrentarse a un contexto que coacciona su forma de ser y que la ha amedrentado desde su niñez. La blancura cuasi celestial que se muestra repetidamente en los primeros planos de su rostro contrasta el sentido angelical religioso que se le podría dar. Daniela es aún una adolescente, aunque pareciera ser más madura, se encuentra aún en formación de su personalidad, sexualidad incluida, esto le trae más dificultades en su vida.

Sí algo destaca el film es la forma en como la realizadora logra encaminar su propuesta, visualmente es atractiva, se siente fresca, a pesar de que no son recursos nuevos, no es la primera vez que se observa algo así. Por este motivo logra concretar un trabajo estéticamente muy atractivo, con un muy cuidado trabajo de fotografía a cargo de Sergio Armstrong, predominando los tonos pasteles.

No se puede obviar que la película de Rivas es bastante irreverente, sin duda alguna su visualización podría eventualmente afectar a algún espectador un tanto sensible, en especial sobre asuntos religiosos, la realizadora no se guarda absolutamente nada, no anda con mojigaterías, lo cual se agradece en una propuesta de su tipo. Un agradable trabajo, buen film.

Adolescencia, voz incomprendida. Una vez más, esta etapa de vida es puesta a prueba delante de la cámara, irrumpiendo en la religión y la familia típica de nuestra sociedad. El cine siempre ha sido un medio para expresar, y con mucha rabia, se pone la tela para cortar. Pero, ¿será que tanta polémica es solo para levantar roncha?
En primer plano se presenta a Daniela (Alicia Rodríguez), adolescente en su último año de escolaridad que precisamente cursa en un instituto cristiano. Su familia pertenece a esta religión de forma activa, pero ella permanece lejos cuestionando todo lo que acontece en este ámbito. El dilema se acrecienta cuando su sexualidad sale a flote, por lo que crea un blog para publicar lo que pasa a través de su mente.
Sin guardarse nada, los guionistas proponen una serie de acontecimientos punzantes que desnudan varias interrogantes y cuestiona contradicciones de la religión evangélica. El sexo se convierte en un activo que pretende boicotear este credo, que en ocasiones deja diálogos y escenas justificadas, pero en otras se siente un poco excesiva, proviniendo nada más de una adolescente.
La película goza de unos quince minutos iniciales muy bien ejecutados. Un panorama bastante creativo y dinámico que marcaría el rumbo de la historia y se mantiene en su hora y media de duración gracias a la edición. Cabe destacar también su música y la voz de narrador, dando la impresión de un blog cibernético. La cámara siempre busca los primeros planos, decisión que se encuentra bien, pero hace falta abrir el panorama en escenas importantes. Deja una buena impresión cuando se sitúa detrás de la protagonista o en la escena de la playa.
Por último, las actuaciones son bien descritas empezando por Alicia Rodríguez. Se pudo rescatar algo más de las relaciones que tuvo la chica durante la vida, aunque no se debe negar que todo se explica y entiende bien.

Calificación: 7