Deuda de sangre

Estamos ante un thriller clásico, donde el policía busca al malo que le atormenta. Con esta premisa Eastwood consigue entretenernos durante casi dos horas, pero poco más: Quizá esa era la idea. Es decir, no siempre se van a hacer Obras Maestras como "Mystic River" o "Million Dollar Baby", de vez en cuando toca algo de acción a saco y balas de fogueo. La trama es razonablemente interesante todo el rato, y si bien no apasiona, tiene algunos puntos muy cuidados.

El principal es el personaje de Clint, un policía retirado y de avanzada edad que por supuesto tiene los problemas que podría tener un miembro del cuerpo de verdad a esa misma edad: Medicación, e incluso algún infarto. Pero claro está su personaje está "incompleto": Este hueco lo llena un criminal que se les escapó hace dos años, cuando estaba en el cuerpo, y el corazón que le acaban de trasplantar hace relativamente poco.

Así se inicia una trama con personajes curiosos y nada más, en absoluto tan profundos como los de obras anteriores de Clint. Quizá aquí radique la simpleza de la película, en no contar con un trasfondo de cada uno, algo que películas como Seven -por poner el ejemplo de joya del género- consiguen. Pese a todo, la BSO es buena, la fotografia también y lo demás tampoco desentona. Una "Obra Menor", como "Scoop" en la filmografía de Woody Allen, pero que se disfruta y entretiene de principio a fin.

Thriller poco convencional que es una mera excusa en manos de Eastwood para hablar de la vejez de forma totalmente coherente con su filmografía. Es como si el director quisiera revisar el personaje de Harry el Sucio, y por extensión reflexionar sobre esa etapa de su carrera, estudiando su evolución con del paso del tiempo, en cierto modo como el William Munny de Unforgiven. Si en el caso de Munny era el amor lo que le hizo replantearse su vida, en este caso es su toma de consciencia sobre la muerte lo que le hace cambiar. El duro detective es ahora un hombre mermado físicamente al que los fantasmas del pasado  le hacen plantearse lo que ha hecho con su vida y si merecía siquiera sobrevivir al infarto que le ha llevado a esa situación. Un planteamiento interesante, bien resuelto en una historia que combina con acierto la trama de intriga y drama intimista en un film intenso y acertado en la primera y reflexiva en la segunda. Eastwood está magnífico en su papel, aportándole veracidad al personaje y un toque de fragilidad, haciéndonoslo accesible en todo momento. Sin embargo el mayor merito se lo lleva Eastwood como director, por seguir demostrando incluso en obras menores como esta su buen hacer tras la cámara tanto en el ritmo (sigue siendo de los que mejor pulso tiene para el thriller) como en la honestidad de sus imágenes. Desgraciadamente el equilibrio que mantiene hasta casi el final de la película se ve roto por un tramo final tristemente comercial, fácil e indigno de las virtudes mostradas hasta ese momento, interrumpiendo la progresión del film, empañando en buena medida la excelente impresión que venia ofreciendo. Aun así buen conjunto de la faceta mas comercial del director, peor rematado que Absolute Power, pero decididamente acertado en la visión que nos propone sobre la vejez, plenamente afín a la última etapa de su obra.

Muy flojita. La historia se presenta interesante pero a medida que avanza la película pierde interés hasta convertirse en un thriller al uso, con tipiquísimo final previamente visto en unas trescientas veces.

Clint Eastwood no me convence para este papel, se le ve demasiado mayor e interpretativamente no resulta ser lo que se dice un reto porque ya lo ha hecho antes unas cuantas veces, diré que incluso me ha resultado calcado al personaje que ya hizo en Ejecución Inminente. Luego nos encontramos que la película cuenta con un guión de lo más predecible, tan típico que hasta es vulgar ("el caso está archivado, olvídalo" no es suena haber oído esta frase unas cuantas veces antes?), y no sólo eso, además sus arritmias hacen que la película pierda gusto y para acabarlo de adobar los giros están tan rebuscados que hay que hacer más esfuerzo del necesario para aceptarlos. Una película así podría haber tenido un pase si tuviera algún contenido a nivel visual realmente interesante, pero no los tiene. Es en total una película floja, pero por ser de Clint Eastwood aún lo es más, porque si algo tiene ese hombre es capacidad para hacer las cosas bastante mejor. Esto ha sido una pájara.

No está mal hecha y por lo menos resulta suficientemente entretenida para pasar el rato, pero que nadie espere ver un trabajo a la altura de las mejores obras de Eastwood. Recurriendo al tópico diré que para pasar el rato y poco más.

Una interesante intriga policial con un Eastwood interpretando un papel casi calcado al de Harry el Sucio y una historia de amor de fondo completamente increíble, absurda y patética. Parece que a Clint no le quepa en la cabeza que una trama pueda resultar atractica y atrapar al espectador sin que forzosamente tenga que haber romance a la vista. Y si no le cabe en la cabeza, al menos que no interprete él al protagonista y que contrate a un actor que esté todavía en edad de merecer y deje de darnos estos tristes espectáculos casi gerontofílicos en los que un setentón como él se lleva de calle a toda treintañera mona que se le acerca. Hombre ya.

Por lo demás, y salvando este "detalle", la historia me parece sumamente intrigante y bastante lograda. Puede que no sea una de las películas más impactantes del director pero no siempre se puede estar bordeando la genialidad. Los grandes genios tienen también sus momentos de "normalidad"

Películas como esta hacen que lleguemos a plantearnos si Clint Eastwood era o es un buen actor / director. Personalmente, le considero un magnífico profesional, así que esta mancha en su expediente la achaco al papel, eso, o que casualmente durante el rodaje contrajo un virus que le impidiera interpretar. (Que tal y cómo está el mundo, no lo descarto)
El argumento de la película (lo que da de sí la novela en la que está el film basado) es de segunda división: Un transplante, un suceso que hace que se enfrenten dos partes (malos y buenos), y un final... (spoiler) ... lamentable. ¿Por qué se mete Clint Eastwood en esos berenjenales? ¿Un buen director no se da cuenta cuando una historia no tiene la fuerza necesaria para ser llevada a la gran pantalla? ¿O es él el que no es capaz de darle esa "fuerza"?
El papel de Eastwood es el de un veterano policía que se ve envuelto en un asunto oficial, que acaba afectándole personalmente. Tarda poco en adentrarse en profundidad en el caso, como único salvador, y este policía-detective va atando cabos hasta llegar al malo y... (spoiler) ... lo típico. Llama la atención que a pesar de ir descubriendo pistas y tal que le llevan hasta el malo, no hay nada que resulte medianamente original. Todo predecible, plano, sin ritmo, sin acción, se hace lenta, incluso fría por momentos.
Los actores secundarios que se limitan a cumplir lo que tienen en el guión, de una forma absolutamente mecánica, no ayudan nada a aportarle frescura a la cinta.
Si cambiamos la bandera americana por la de Canadá, y el nombre de Clint Eastwood por el de José María Gomar, estaría valorada como se merece.