Haz click aquí para copiar la URL

Rams (El valle de los carneros)

Drama En un remoto valle de Islandia, dos hermanos que no se hablan desde hace más de cuarenta años deberán unir fuerzas para salvar su bien más preciado: su rebaño de carneros. (FILMAFFINITY)
1 2 3 4 5 10 12 >>
Críticas 56
Críticas ordenadas por utilidad
15 de noviembre de 2015
86 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el principio era una alambrada. Dos campos, dos hermanos, mil ovejas.

Y el silencio.

Un travelling lateral traspasa la frontera. Gummi entra en territorio Kiddi para socorrer a uno de los animales de su hermano. Ese movimiento de la cámara contiene –como en un fractal de puro cine– la película entera.

Como en ‘Una historia verdadera’, se desconoce –o apenas se intuye– la razón de la manifiesta hostilidad entre los hermanos.

Como en ‘Una historia verdadera’, la cinta avanza a ritmo de quad, excavadora o cortacésped.

En el corazón desértico de Europa, el humor islandés florece entre carneros.

El llanto, muy dosificado y bien medido, establece hermosas simetrías (*).

‘Rams’ es un cuento que aúna el drama y la comedia en el confín del mundo occidental. Una historia mínima y pequeña de supervivencia, estirpes ovinas y lazos familiares. Resulta muy sencillo encariñarse con esos islandeses tozudos y barbados cuyos nombres evocan leyendas de duendes ancestrales y enanos Tolkien de tierras congeladas.

Conmueve y da esperanza que, en el seno de una sociedad global aséptica, fugaz e inmersa en relaciones altamente virtuales (muy pronto haremos el amor en cápsulas de plástico envasadas al vacío), subsistan lugares como ‘Rams’.

Un lugar en que lo físico (el lomo y las lanas de un carnero; el cuerpo desnudo de un hermano; el heno a borbotones) es palpable, sin látex de por medio. Un lugar en que se escribe a mano y un perro es el e-mail. Un lugar de riñas y querencias que desafían al espíritu del tiempo.

Un hermoso lugar en extinción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de octubre de 2015
38 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que para las autoridades islandesas, unos cuantos carneros y unas miles de ovejas sean una amenaza sanitaria para la cabaña del resto del país; pero para quienes han trabajado toda su vida para consolidar una raza autóctona y campeona, estas sedosas bolas de lana son amigas, hijas y esposas. Ellas y sus portentosos machos han sido la alegría del valle, la excusa para los festejos, la razón para levantarse cada día..... Y ahora los engreídos veterinarios dicen saber lo que hay que hacer. Pero hasta los mayores enemigos sumarán esfuerzos para evitar el total exterminio.

Difícil ponerle género a esta tierna, y a la vez arisca, entrega cinematográfica. Su director ha llegado a decir que es un wester en cinemascope como los que hacía Sergio Leone. Lo cierto es que Rams (El valle de los corderos) es una simpática joyita que llena los ojos, huele a verdad y sabe a cine añejado en barricas de roble.
Otro ejemplo más de que las cosas pequeñas pueden ser épicas si se les da el tratamiento adecuado y se cuentan desde la humildad y la honestidad.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de noviembre de 2015
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ganadería de carneros en Islandia. Un remoto valle. Una enfermedad fatídica para el rebaño. El sacrificio fatal de todas las piezas. Un gélido e impenetrable invierno. Dos hermanos en pie de guerra desde hace cuarenta años. Una historia diferente, peculiar, silenciosa, abrupta, agreste, sin florituras ni ornatos, un encono visceral soterrado y pertinaz. Luz y oscuridad, una rabia irreductible, amor y odio, sin otro horizonte que la repetición inmisericorde de las estaciones y los hábitos atávicos. Un pueblerino concurso entre ganaderos que desencadena la tragedia. Lazos de sangre, densidad inmisericorde. Una historia de supervivencia, perseverancia y obstinación.

Pocos alardes en este parco devenir de la cotidianeidad aldeana. Olor a heno, a cañada, a establo y soledad terca y obcecada. Un libro como máximo entretenimiento y la radio como única compañía. Reuniones de ganaderos para compartir los sinsabores de la resistencia en un entorno hostil y menguante. Trabajo rutinario y plano, aburrido e ingrato. Abandono y desolación, ausencia de mujeres, de intimidad, de regocijo o esparcimiento, ajenos al mundo y sus avatares. Los sentimientos brillan por su aparente ausencia. Oquedad hermética del alma. El alcohol como vía de escape, de refugio para el olvido, de abrigo para la intemperie. Repetición monótona de pequeños actos triviales.

Apenas hay acción en este mundo estancado. Y sin embargo laten odios profundos y lazos insondables que no rompe ni el tiempo ni el extrañamiento. ¿Cómo sobrevivir si la vida carece de color y calor? ¿Para qué seguir adelante si te encuentras en un callejón sin salida? No hay redención cuando no hay tan siquiera sentimiento de culpa o propósito de enmienda. La rutina se apodera de uno y lo convierte en un pelele a merced de los elementos, una marioneta sin hilos que baila al son que le marca el indiferente destino. Y, sin embargo, el corazón late y la sangre bombea. Somos humanos y no podemos borrar nuestro linaje ni nuestros vínculos inefables. La ausencia de palabras no anega el rescoldo del pasado.

Película minimalista, austera, parca y dura. Un único abrazo tardío trata de resolver una querella remota y ancestral. ¿Acaso la reconciliación el posible, necesaria, insoslayable? ¿O estamos quizás ante un espejismo de tormenta de nieve que se fundirá con los primeros rayos del sol? La sencillez del relato es quizás excesiva y corre el riesgo de malversar la empatía del espectador, desatendiendo su complicidad y fatigando en exceso su paciencia y confianza. Interesante sí, pero bordea el aburrimiento y deja cierto regusto a espesa impostura esteticista, un elaborado suflé de hielo en torno a bien poco.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de noviembre de 2015
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en una historia real, el director ha estado trabajando cinco años en el proyecto con la intención de hacer una película sobre la vida rural en Islandia.
Me ha parecido un excelente film sobre la relación del hombre con la naturaleza y los animales y lo que es más difícil, la relación entre sus semejantes.
Nos traslada a la soledad del norte de Islandia, donde dos hermanos llevan cuarenta años sin hablarse, pero la adversidad les pondrá a prueba.
Rodada con mucha sensibilidad, el director sabe pasar de la comedia a la tragedia de forma cómoda.
Y como colofón, un final muy emotivo.
floro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de noviembre de 2015
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una historia en la que la familia y los animales se entrecruzan en un relato frío y amargo el director islandés Hákornason se presenta ante el mundo. Sus credenciales no han podido ser más positivas: premio especial a la mejor película "Un Certain Regard" en Cannes y la Espiga de Oro en Valladolid la convierten en una de las favoritas para la temporada de premios en el circuito internacional.

La historia que se convierte en cuento por momentos se centra en la oveja como eje conductor de la historia que cobra mayor importancia cuando se cuenta la relación entre los hermanos. Se trasmite un amor por la naturaleza inusitado, con planos amplios en los que el paraje se convierte en el principal protagonista de la cinta. Es la tierra y el arraigo a ésta la que se lleva el peso fílmico de la película, ambos personajes están ligados a ella de una forma casi metafísica. Kiddi y Gummi (los protagonistas) se hallan totalmente aislados de la modernidad, como si se hubieran estancado en las fauces del trabajo manual, una labor que en los tiempos contemporáneos se va volviendo más her,itaña. Los personajes se encuentran vacios sin su mayor y principal ocupación, es lo que les une a su pasada y a su vida.

Otro de los puntos clave es la relación entre los hermanos, tratado de forma magistral por el director y la que la afinidad entre ellos aumenta conforme la situación con las merinas va a peor. Las ovejas y la lucha por salvarlas son el punto que encuentra el autor para narrar una relación un tanto turbia pero que al final se vuelve enternecedora.

Con un ritmo propio del cine europeo, con planos fijos y sin agresivos movimientos de cámara la película recuerda a Dreyer en sus amargos dramas rurales. Salvando las distancias Rams es una fábula amena que dice mucho con muy poco, sin un guión extenso deja que la lírica de las imágenes se inyecte en el espectador con una sutileza que no se ve en cines más cercanos. Una experiencia que dejara al público con una sensación de haber visto algo peculiarmente hermoso.
3Torralbo3
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow