Hellboy

Yo soy un neófito en el mundo del cómic, pero tengo muy claro que los superhéroes que más me gustan son los humanos sin superpoderes, como Batman. Para mí, por lo tanto, uno de los peores fallos de la película es precisamente el cómic en el que se basa. Para empezar, eso de poder invocar a cuantos demonios nos dé la gana, eso de las continuas muertes y resurrecciones, hace que, en principio, todo sea previsible e insulso.
Otro fallo, que no sé si ya estaría en el cómic, es lo de escupir continuamente frasecitas "graciosas" que le quitan toda la intensidad a las luchas. Tampoco me gustó que se usara tanto el cable invisible para simular los "vuelos" durante ellas.
¿Que abusa de clichés? Algo, sobre todo al final.

He de reconocer, sin embargo, que me gustó la definición propuesta para el término "humano"; que me gustó, en la mayoría de las ocasiones, su sentido del humor autoparódico; que me gustó ese demonio enamorado y celoso; y, sobre todo, me gustó ese impresionante poderío visual que sirve de impulsor narrativo eficaz –de ahí que sea una de las adaptaciones cuyo visionado más se acerca a la sensación de leer un cómic–. Se incluyen suficientes matices en los personajes, buenos y villanos, como para tener en cuenta cierto esfuerzo en su construcción.

No conozco el cómic de Mignola, pero desde que vi por primera vez Hellboy algo se quedó conmigo. Incluso al apagar el dvd.
Quizás fuese la actitud de Rojo frente al mundo, incomprendido, sarcástico pero cercano a su manera. O quizás esa mezcla de acción, aventura y humanismo. O lo más seguro, que sean ambas cosas más una tercera, esa mano personal de Guillermo Del Toro, que suele dotar a sus producciones de un aura mágica a la vez que pone los pies en la tierra.
Es bastante entretenida, con buenos efectos la mayoría no digitales (soy de los que prefieren lo artesanal a lo digital en la mayoría de casos, un tio disfrazado o un robot recubierto de silicona me resulta más cercano) y actuaciones correctas, destacando Ron Perlman consigue un personaje simpaticón. El personaje de Kroenen también está bastante conseguido, logra ser inquietante como mínimo.
Pero sobretodo lo que más me gusta y engancha de Hellboy es ese humanismo que nos transmite Rojo vigilando a Liz por los tejados ("Le ha hecho una foto!!") y es que tengo serias dudas de si la famosa frase de que la cara es el espejo del alma puede tomarse por cierta.

¿Qué es lo que hace hombre al hombre? Nos preguntan al principio de la película y nos desvelan al final. Y para mí la magia de la película reside ahí, en cómo un demonio puede ser más humano que los propios humanos.

El personaje de John Myers en la película dice que queremos a las personas por sus cualidades pero que las amamos por sus defectos, y eso me pasa a mí con esta y muchas películas, que pese a sus virtudes, soy también cosciente de sus defectos y me encanta a pesar de ellos.
O quizás me gusta por ser imperfecta.
Como yo.

Del Toro, un tipo que siempre ha gustado de usar su inventiva (tanto visual como a nivel argumental o de personajes) recaló en Hollywood por tercera vez tras dos proyectos totalmente alimenticios como "Mimic" y "Blade II" pero, en esta ocasión, para trazar una propuesta de mayor envergadura que le dejase desarrollar sus recursos visuales e imprimir todo el carácter de su cine.
Así, se sirvió del cómic de Mignola y de su actor fetiche, Perlman, para seguir proponiendo vertientes al cine fantástico que empezó promoviendo con su ópera prima, "Cronos".

"Hellboy" resulta ante todo un ejercicio marcado por el aspecto que presenta cada una de sus imágenes, como por las caracterizaciones de cada uno de los personajes que componen esta obra.
En ese apartado, como era de esperar, Del Toro ofrece atisbos de calidad a cada minuto, logrando un trabajo compacto y brillante.

La peor baza del film, que juega en su contra constantemente es, sin embargo, ese guión tan irregular, que aunque deja destellos de calidad por el camino, nunca obtiene la linealidad que tan bien le vendría, debido a determinados caracteres o situaciones que sólo parecen destinadas a ahondar en el personaje, cuando verdaderamente se pierden por los cerros en busca de algo que nunca se encuentra.

El personaje de Hellboy resulta bien construido, y no sólo se entienden sus motivaciones, sino también se congenia con ese humor tan peculiar, haciendo de los demás protagonistas una mera comparsa para observar la evolución del propio héroe.
Así, personajes como el de Myers sobran a todas luces, ya que lo único que se parece intentar buscar con él es baza sentimentaloide y poco más. No está a la altura de Broom en ningún momento, como mentor que se supone debería intentar ser, y sólo se emplea para dar otro cauce al argumento, tan innecesario como sobrante.

Pese a quedar todo más o menos bien cerrado, "Hellboy" no deja de ser una película que nunca adquiere el tono adecuado y siempre danza dando tumbos hasta un final tan previsible como ñoño, cosa que además de decepcionar, convierte la cinta del mexicano en algo tan superfluo como olvidable, por desgracia.

Hellboy es un personaje de cómic, divertido, adaptado a la sociedad que lo adopta y aunque tiene malos momentos. La verdad es que este tosco diablillo de brutal fuerza se la pasa bien destruyendo toda clase de monstros surgidos del averno.
Como instrumento de los humanos, Hellboy me recuerda a Hellsing, el vampiro anti- monstros del manga japonés.
Hellboy pertenece ya a una familia de los héroes de comic. Tiene la alegría del agente como la tiene Vin Diesel en “XXX”. Se desarrolla entre engendros “Lovecraftianos”.
Hellboy se mueve como pez en el agua dentro de lo paranormal. Su elemento sin duda. Es este demonio rojo un monstro domesticado al servicio de la humanidad, es por esto le tenemos cierta simpatía y como si lo estuviéramos viendo en esa foto en su época de “infancia”. Formando parte del regimiento. Sentimos que el tiempo no ha pasado desde ese día, y sigue siendo parte del equipo que defiende a la humanidad. Un soldado ejemplar, pero también un excelente compañero.

Del Toro mantiene ciertas influencias de Blade 2 (2002) en su Hellboy. No hay que ir muy lejos para llegar a esta conclusión (ya estará ALITE atenta a mi deducción, que me la conozco).

Ron Perlman, AKA Hellboy, es uno de los malotes de Blade 2 (concretamente el calvete con gafas de sol al que no le cae nada bien Blade y que se tira media película con un detonador pegado al cráneo). Vuelta a los escenarios oscuros y esa ambientación gótica que tanto le gusta a Del Toro, también presente en su Blade. Vuelta al “pack” de explosivos para resolver una escena de acción clave (Vaya con las granadas Vulcano, igualitas a las de nitrato de plata, aunque no venían en caja. Lástima). Y claro, vuelta a los superhéroes... de color. El primero negro. Ahora rojo. Con una diferencia: Ron Perlman no es Wesley Snipes.

No quiero decir que Ronnie sea peor actor que Wesley... no, no lo voy a decir... que no, no insistáis, cansinos... Sólo digo que Perlman está "A-CAR-TO-NA-Í-SI-MO", que no me cuadró como actor de una película con, teóricamente, altas dosis de acción.
Pero eso sí... en versión original su voz es muy buena... (No en vano, Perlman está muy cotizado como doblador).

Otro tema: el cableado. Dios mío, es insoportable. Habrían quedado mucho mejor las escenas de acción por ordenador. Vale que quieras hacer creer al espectador que un lagarto con rastas le mete un coletazo a Hellboy y éste vuela varios metros hasta chafarse contra una pared... Vale, Willy. Te respeto. ¡Pero macho, hazlo medianamente realista! ¡Que parece que se ha subido en el Tirachinas de la feria! ¡Qué "velocidad" de crucero, copetín!

La película tiene el argumento justo para convencerme, con algún toque de humor incluso, pero resuelve malísimamente mal en el desenlace. Pinta originales antagonistas, pero quedan en un despropósito al enfrentarse con el maganto rojo, que les zumba rápidamente. He leído a algún crítico que, excusando a Del Toro, decía "Pero si es que quiere tanto a sus personajes...". No si ya se ve. Un respeto que les tiene...

LO MEJOR.- La primera media hora y la presentación del héroe y sus aliados.

LO PEOR.- Su protagonista trata de cuajar en el espectador con diálogos pretendidamente carismáticos, pero no estoy seguro de que funcione conmigo. (Hellboy, a un coche: "Está en rojo. ¡PÁRESE!"). Abusa mucho del cableado (lo siento, no puedo con eso) en las escenas de acción, y su desenlace echa por tierra una premisa entretenida y unos malos con cierto carisma.