La mariposa azul: En busca de un sueño

La película parece practicamente una excusa para lucir la increíble biodiversidad de la selva, el drama parece haberse integrado en un reportaje documental sobre el estudio de un biólogo especialista en insectos. Las imagenes que muestra en fragmentos sobre los insectos son pequeños momentos de delicatessen para la vista, como fotógrafo de acercamiento, califico que la calidad técnica del equipo de rodaje roza sin pudor el nivel de las grandes producciones.
Una película con valores imprescindibles para los pequeños, la voluntad, el esfuerzo, el respeto, la paciencia, el amor incondicional, y sobre todo aprender a reconocer los errores de uno mismo, sin duda está lleno de fundamentos que hace mejor persona tanto a mayores como pequeños, una película encantadora para compartir en familia.

El descubrimiento de los valores, los principios del respeto y el amor a la naturaleza... ¿Por qué tanta demagogia barata? ¿Cual es la razón por la que la gente se mueve arrastrada por una total falta de autenticidad? Buenos principios y valores, que abandonamos en el momento que la vida se tuerce y debemos ocuparnos de realidades como hacernos cargo de nuestro padre, al que no podemos atender y lo abandonamos en una residencia, donde ESTARÁ MEJOR CUIDADO.
Me abruma tanto quien encuentra valores donde no los hay, perdiendo el auténtico valor que la vida tiene, y que lo alejamos en cuanto debemos asumir una responsabilidad real...
LA MARIPOSA AZUL, EN BUSCA DE UN SUEÑO, es una hermosa historia de un niño a punto de morir que quiere encontrar una mariposita azul...
Pues bien, de una historia que tiene muy poco que contar, he visto unas puntuaciones elevadisimas y comentarios maravillosos que me hacen dejar de creer en los homínidos. Especie a la que lamentablemente pertenezco.
Abandonemos el absurdo, valorando una historieta sencillita, con puntuaciones de ochos y sietes, cuando la película no pasa de un tres. Alejémonos de un precioso discurso sobre la vida y la belleza de la fauna selvática, dentro de los profundos valores incrustados en la mente de unos niños que respetan la naturaleza pero no a quien tienen alrededor... Un poco más de seriedad.

UN 3

Pete Carlton (Marc Donato) tiene diez años y padece un tumor cerebral en estado terminal. Su pasión son los insectos y cuando es consciente de que su vida se apaga, se propone no morir sin antes haber capturado a una mariposa azul ('Morpho menelaus'), una especie que sólo habita en los bosques lluviosos de América Central y del Sur. Para lograrlo pide ayuda a un renombrado entomólogo, Alan Osborn (William Hurt), el fundador del Insectarium de Montreal y estrella televisiva. Con esfuerzo, Pete y su madre Teresa (Pascale Bussières) consiguen convencer al explorador para que les lleven con él en su expedición a Costa Rica y tratar de encontrar a la mariposa azul. Tendrán que luchar contra la enfermedad del chico y contra el tiempo, pues la temporada de la Blue Morpho está a punto de acabar... por fortuna, los indígenas con los que conviven en el campamento les ayudarán a valorar el maravilloso mundo natural que les rodea y que Pete solo conocía a través de las teorías y lecciones del entomólogo.

Léa Pool tuvo entre sus manos esta fascinante historia basada en hechos reales. El muchacho se llamaba en realidad David Marenger y el científico Georges Brossard. Sin embargo, los verdaderos protagonistas de la cinta son sin duda los animales de la selva, desde minúsculos insectos hasta espeluznantes cocodrilos, sin olvidar los paisajes que brotan frondosos alrededor del río. Las escenas que retratan el río mientras los protagonistas van navegando en cochambrosas pero encantadoras embarcaciones recuerdan a la película de Peter Weir 'La Costa de los Mosquitos', de 1986, ambientada en América central y protagonizada por Harrison Ford, River Phoenix y Helen Mirren. El eslogan de la cinta de Weir rezaba algo así como: "¿hasta dónde puede llegar un hombre para alcanzar su sueño?"... aunque con argumentos completamente diferentes, resulta curioso las similitudes que se le pueden venir a uno a la cabeza, más cuando el filme de Pool lleva como subtítulo "En busca de un sueño".

Volviendo a la mariposa azul, la producción canadiense discurre por la senda del documental de naturaleza, de carácter didáctico y ciertamente fascinante (imágenes minuciosísimas de la vida animal y vegetal, el espectador puede ver hasta la pelusilla de los gusanos y el grosor de las hojas y oír el aleteo de las susodichas mariposas) pero sin olvidar que se trata de una película familiar, a caballo entre el drama y la aventura, con alguna pincelada de comedia y buenos brochazos de sentimentalismo. En efecto, la cinta tiene momentos brillantes mezclados con escenas sensibleras al más puro estilo telefilme de sobremesa. Una pena, porque la música, la fotografía y las interpretaciones son chispeantes y William Hurt, una vez más, consigue aliñar una película peligrosamente sosa. Pero lo consigue, asi que merece la pena. Eso sí, cualquiera diría que el final es de lo más peliculero, pero no se olviden que estamos ante una historia real.

La búsqueda de la fantástica mariposa por las selvas tropicales, será una ocasión para el niño, -y para los que le acompañamos en su viaje-, de ir descubriendo la vida en la naturaleza, en su estado puro, y sorprendidos de su belleza, contagiarse de vida.

Léa Pool dirige la película "The blue butterfly" (2004), un filme escrito por Peter McCormack y basado en la vida de George Brossard, renombrado entomólogo. Está protagonizado por William Hurt y Bussiere Pascale, una coproducción entre Quebec e Inglaterra, en la que, por primera vez, Pool dirige una historia basada en hechos reales y con título directamente reseñado en inglés, así como la lengua del filme. La directora continúa su viaje hacia los caminos de la infancia, con el relato de un niño de diez años enfermo terminal cuyo último sueño es atrapar un ejemplar de mariposa Blue Morpho, que sólo se puede encontrar en las selvas tropicales de América Central y del Sur. La vida misma y una historia de superación con un final sorprendente. Por cierto, William Hurt está en estado de gracia en esta película.

El artificio cinematográfico se pone al servicio de la dramaturgia: la iconografía, el sonido, la música. Artificios distintos en cada película de Léa Pool. En "The Blue butterfly" es la macrofotografía capaz de hacer que las personas y animales que viven en la selva, particularmente los insectos, sean tan protagonistas como el niño que busca la mariposa azul.

Lo Mejor: el filme es el segundo título de habla inglesa que más dinero ha recaudado en la taquilla canadiense.
Lo Peor: la multitud de títulos a nivel general en territorio hispano: "La mariposa azul "(España), "La mariposa azul (en busca de un sueño)" (América), "El milagro de la mariposa azul" (América).