Haz click aquí para copiar la URL

El imperio del ganado

Western El ganadero John Cord (Joel McCrea) cumple una condena de cinco años, debido a que sus hombres, completamente borrachos, arrasaron Hamiltonville. Cuando regresa al pueblo, los vecinos, enfurecidos, lo arrastran por las calles. El cacique local Ralph Hamilton (Don Haggerty), que se quedó ciego a causa de los disturbios y está casado con Janice (Phyllis Coates), la antigua novia de Cord, le salva la vida y lo contrata para trasladar 5000 ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es básicamente una sucesión de idas y venidas, de una partida de 5.000 cabezas de ganado, durante una travesía de más de 2 meses por la pradera.
Entre que van y que vienen, tenemos ataques y peleas variadas entre buenos y malos, y personajes con poco cerebro que son sacados de un torpe y muy mediocre guión, al parecer escrito por un niño y fruto de una época en que todo era licito y el espectador se tragaba las secuencias más ilógicas y peregrinas con la boca abierta de admiración, más el paso del tiempo ha convertido este western en un fósil.
El film se va desarrollando de manera cansina, simple, torpe y carente de interés, con grandes lagunas narrativas y fallos garrafales. También tiene elementos positivos, el encanto de visualizar una película de los años 50, y una gran y sobre todo real partida de ganado.
Conclusión: Western muy menor, un 4 y soy muy generoso.
El marinero solitario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de diciembre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La conducción del ganado vacuno desde los pastos frescos de la montaña donde se explotaban hasta los grandes nudos ferroviarios que conducían las reses a los principales mercados del Este, era una tarea dura y peligrosa, tarea de auténticos "vaqueros" para la que no todos servían. Eran meses de travesía en medio de polvo, lluvias y tormentas, buscando zonas con alguna vegetación y, sobre todo, con agua para los animales, conviviendo estrechamente un puñado de hombres a veces violentos o temerosos ante posibles ataques de indios o de los bandidos. Por todo ello al inicio del viaje era frecuente encomendarse a Dios solicitando su bendición "para hombres y animales". Los dos son importantes.
Así sucede con la marcha que realiza John Cord (McCrea) con cinco mil reses, en compañía de quienes unos días antes habían pretendido lincharlo en Hamiltonville por viejas cuestiones. Pero el camino es largo y dará tiempo a reflexionar y a poner en claro las responsabilidades de unos y de otros, adobado con unas dobles parejas sentimentales además un dúo de simpáticos amigotes que responden, nada menos, a los nombres de dos notables presidentes americanos.
La idea es buena pues plantea la importancia de la autoridad en aquellos viajes tan peligrosos, la asunción y el reconocimiento público de las culpas por errores pasados, así como la presencia de una impresionante manada de vacas. El resto es todo bastante flojo, el guión tiene lapsus graves, la dirección es poco cuidadosa y la interpretación pasable, McCrea no es un dechado de expresión. Las escenas de peleas o de combates directamente para olvidar.
Aun con todo tiene el encanto de las películas que veíamos de niños en el Ideal Cinema de nuestro pueblo, de esas que cuando al final el protagonista cabalga en solitario hacia el horizonte, nos hacía preguntarnos con ingenua preocupación: "¿Tú crees que volverá a por la chica?".
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La importancia de saber dramatizar una buena historia y de dejar sitio al desarrollo de la emoción y los sentimientos de los protagonistas, son elementos clave en muchos westerns, y en casi todas las películas en general, para evitar que se convierta en algo esquemático y rutinario, artificioso al fin, como le ocurre a esta película que, sobre el papel, contiene todas las bases para recrear una buena historia pero que, bajo la dirección de Marquis Warren, no consigue superar.
Y yo no creo que el problema provenga de unos malos actores ni de un mal guion sino que no están bien dirigidos.
Teniendo en cuenta que esto es un serie B, sabemos que debemos hacer ciertas concesiones pero yo no puedo dejar de percibir que una dirección algo más creativa y más respetuosa con los numerosos pequeños dramas que nos son mostrados aquí, podrían haberle dado más empaque a este relato que, por lo demás, resulta muy entretenido.
Joel McCrea, conductor de reses y que compone un personaje que a mí me ha parecido que emula a John Wayne, nos va a ser presentado en un interesante comienzo, atado a un caballo y siendo arrastrado por él, como respuesta a la sed de venganza de los habitantes de un pueblo, Hamilton, que lo acusan de haberlo arruinado y de infligir un grave daño a sus moradores cinco años atrás, al dejar que sus hombres provocaran un altercado en el que muchos, resultaron muertos o heridos.
Como consecuencia de ello, McCrea ha cumplido condena en prisión y nadie comprende cómo, una vez libre, tiene la desfachatez de volver a asomar las narices por allí.
Sin embargo, uno de los caciques del pueblo, que resultó cegado por esos mismos disturbios, interrumpe el intento de linchamiento y lo lleva a su rancho. Quiere contratar a su enemigo para conducir sus cinco mil cabezas de ganado hasta su punto de venta, ya que sabe que es el único vaquero que puede garantizar el éxito de tan ardua empresa.
La película parte de cierto misterio que se niegan a desvelar hasta casi su final y que nos va a proporcionar cierta intriga, pues los espectadores no vamos a comprender gran parte de las motivaciones y comportamientos de las acciones de sus personajes (spoiler) y que no son, ni mucho menos, fallos de guion, sino que están hechos a propósito. Nos quieren intrigar con las aparentes contradicciones de unos personajes que parecen ser enemigos pero colaboran juntos en la empresa, sin dejarnos atisbar las verdaderas intenciones de sus causas y acciones.
¿Cuál es el fallo?.
Pues que aunque los espectadores no comprendamos a los personajes hasta casi su final, sí deberíamos atisbar sus sentimientos para implicarnos en ellos. Es decir, en esta historia se percibe que hay ambición, deseos de venganza, amargura, culpa, amor, traición, y todo lo demás pero el director no consigue recrear ninguna escena que pueda ilustrarlo. Los dramas se presentan planos. Los diálogos parecen escritos única y exclusivamente para dar sentido a la acción cuando, siempre, debería ser al revés. Es la acción la que se debería acoplar para dar sentido al drama. Y esta película falla estrepitosamente en eso. No sentimos el drama de sus personajes en ningún momento.
Por lo demás es bonita de ver y entretenida. Rodada en cinemascope, siempre es un placer observar el periplo del arreo del ganado y las vicisitudes de aquellos terribles viajes. No nos van a faltar todas las ocasiones a que nos invitan en estos films de tiroteos, duelos, hermosas acampadas alrededor de fogatas, incluso una nostálgica canción, aunque yo he echado de menos la (debería ser obligatoria) estampida. Supongo que el presupuesto no les daba para eso.
De todos modos, yo creo que un amante del western echará un buen rato con este film si sus expectativas no se sitúan demasiado alto. Esto no es, ni mucho menos, Río Rojo, pero es muy distraído al fin.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Izeta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow