Madres e hijas

Resulta complicado entender la razón por la cual "Mother and Child" ha hecho tan poco ruido, contando con un reparto a priori atractivo (Watts, Bening, Jackson, Morse) y un director que, si bien con la lamentable Passengers no parecía dar muestras de talento, si que había debutado con un film bastante importante y colaborado en series tan prestigiosas como "A dos metros bajo tierra". Quiero creer que el tiempo pondrá este film en su lugar, en uno privilegiado, al nivel de grandes dramas americanos construidos con personajes sólidos, creíbles, certeros, que reaccionan a las cosas que les pasan con naturalidad, sin adornos ni edulcorantes.

Rodrigo García hace un preciso retrato de la vida de tres mujeres, completamente diferentes entre sí pero relacionadas por su deseo o necesidad de ser madres. Bening interpreta a una mujer que tuvo que dar a su hija en adopción cuando la tuvo a los catorce años. A día de hoy es borde, cortante, fría, no se relaciona con casi nadie y no sabe nada de su pequeña. Watts es su hija: una mujer independiente, que perdió a sus padres adoptivos y que ha escalado posiciones en su trabajo de abogada, con una gran proyección de futuro. Washington por su parte es estéril, no puede tener niños y decide adoptar.

La clave de la película es cómo evoluciona cada uno de estos tres personajes y cómo se relaciona con la gente que vive a su alrededor. Sin edulcorantes, vamos entrando en un círculo social donde se van estrechando lazos, se distancian personas, se aprende a amar. Se tratan temas muy importantes y se hace bien, desde el respeto, todo ello potenciado por las brillantes interpretaciones de las tres "protagonistas", que bien podrían a optar a un Oscar cada una y comerse a sus demás rivales. Bening está muy bien, pero Washington deja con la boca abierta, al igual que la bellísima Watts, que tiene un personaje brutal.

La dirección, sencilla, sin alardes, encuentra en esta sobriedad la clave. "Mother and Child" es además un film duro, que no da respiro hasta su tramo final que, por el tono anterior de la obra, si que puede antojarse algo blandito y quizá edulcorado. Pese a todo, es una obra estimable, muy superior a gran parte de la cosecha americana del presente año y que, a pesar de no ser un drama grandilocuente, encuentra en su sinceridad ese "algo" que encumbra una obra pequeña al podio de las grandes películas. Desde ya, una obra a reivindicar.

Me ha sorprendido mucho esta película. Para ser sinceros, creí que iba a ser un rollazo tremendo pero... me ha conmovido. Hoy en día no es tan fácil que una película te llegue al corazón pero ésta lo ha hecho. Y es que todas y cada una de las historias que aquí se cruzan son dignas de enmarcar, sobretodo todo lo referente al personaje de Naomi Watts, una actriz 10 con un personaje bombón, no se podía esperar otra cosa. Espero que la nominen al Oscar porque de verdad que se lo merece. ¿Y qué me decís de Annette Bening?. Una actriz más veterana, con un extenso currículum a sus espaldas y aún nos tenía reservado un papelón de los que quitan el hipo. Mención especial también para un sorprendente Samuel L. Jackson.
Están muy bien dibujados todos los personajes, y la historia consigue atrapar y conmover al espectador. Es un pedazo de drama de los pies a la cabeza que me temo que muy poquita gente tendrá el placer de visionar. Yo lo recomiendo con toda la efusividad del mundo.

Mi nota: 8.9

Increíble peliculón. Drama sobre los deseos maternales de varias mujeres pero no solo de eso habla este cruce de historias. Soledades, recuerdos, remordimientos, nostalgias pero sobre todo habla de mucho amor, el que damos, y el que evitamos transmitir por miedos que no se entienden. Es decir habla de nosotros, de una vida cualquiera, de nuestros temores y nuestras alegrías. Extraordinarios diálogos (cuando Samuel Jackson habla con la Watts en el despacho de ésta es para quitarse el sombrero) y extraordinarios cruces de historias y desenlaces perfectos, precisos...Imprescindible su visión después de ver Nine lives y Cosas que díría con sólo mirarla...

Tengo 42 años. Aclaro esto porque seguramente influye en las percepciones que una tiene al ver una película de estas características. En lo que a mí respecta, no me parece solamente una historia de madres e hijas. Me parece un retrato increíble de los problemas que mucha gente tiene para sentir, abrirse, el miedo a compartir para no sufrir después... Me pareció fascinante de principio a fin, digna de verse, de repasarla, de aprender, de encontrarse con situaciones que veremos reflejadas en nosotros o en la gente que queremos... Espectacular, aparte, lo que logra García de semejantes actores! El toque latino en el cine americano, algo que, en mi modesta opinión, no se ve a menudo... para mí, un 10, cinco estrellas, o el máximo galardón que le quieran dar :)

De nuevo Rodrigo García vuelve con sus historias intimistas sobre mujeres y esta vez lo hace tocando uno de los temas más intrínsecamente femeninos que pueden existir: la maternidad. Con esta temática, ese etéreo poster (con bebé) y ese título, la mitad del público no se lo pensará dos veces y cambiará de sala si ha cometido el error de confundirla con aquella en la que echaban el último blockbuster de Tom Cruise, sí, esa que salen bailando sevillanas en la feria de Abril de Getxo.

Para los que nos quedamos con García, ya sea porque nos gusta este director o porque simplemente nos interese el tema propuesto, nos quedaremos con el sabor agridulce de algo que aterrizó de golpe a mitad de vuelo. El problema es que por cada diálogo o escena brillante, hay un contragolpe mediocre, con el regusto a polvos de sobre del telefilme de antena 3 de por la tarde. Lo que se ve no es un conjunto compacto, sino un conglomerado dramático lleno de agujeros negros, con personajes forzados (la ciega...), demasiadas situaciones arquetipo y demasiada irrupción de la variante deus ex machina conocida por "Voz de la Conciencia".

A pesar de la gran dirección de actrices, sin duda lo mejor de la película, García no da con el tono adecuado, queriendo ser complejo cuando le vendría mejor ser un poco más sencillo y queriendo ser sencillo cuando toca meterse en complejidades. Lo más decepcionante es la recurrencia al tema del embarazo y del parto: hablar de la maternidad recurriendo a lo reproductivo es como hablar del sexo poniendo imágenes porno.

Quizás olvida García que no todas las mujeres son madres, pero todas son hijas de una madre: "Madres & hijas" podría acortar su título a la primera mitad y no sería una mala definición de lo que realmente cuenta.