Poltergeist (Fenómenos extraños)

Así es esta película; cuanto más tiempo pasa, mejor te parece. Es una de mis favoritas, me la he debido de ver más de veinte veces y ya me sé hasta los diálogos. Quizá por eso le veo defectos y puntos de humor que al principio no vi.

Es cierto que hay ciertas actuaciones que dejan un poco que desear; en mi opinión los otros dos hijos sobran... La niña no pinta absolutamente nada y está como de relleno que grita, y el niño sólo sabe poner los ojos como platos, pero poco más. Por lo demás, aunque es cierto que la pitonisa esa es un poco petulante al final hasta te cae bien, y luego hay papeles, como la psicóloga, o el cámara que están muy en su sitio.

Pese a ser una película del 82 no se echan a faltar grandes efectos, con lo que hay ya basta. El argumento, pese a que hoy en día ya está trillado, en los 80 fue de lo más original y como dicen muchos aquí, se ha convertido en un clásico. Tiene ese punto de no-se-qué que hace que todo el mundo sepa qué película es y de qué va. Incluso frases sueltas como ese adorable "Ya están aquí" que te pone los pelillos de punta.

Por cierto, magnífica interpretación del perro, que lo hace muy bien.

En mi opinión, lo destacable de "Poltergeist" es su magnífico comienzo. No era la primera vez que el cine se interesaba por estos fenómenos parapsicológicos –recordemos "Al final de la escalera", por ejemplo–, pero sí es cierto que las manifestaciones con las que comienza la película están perfectamente calculadas para absorber por completo al espectador. A medida que avanza la historia, los fenómenos van evolucionando: alucinaciones, apariciones espectrales y, finalmente, estúpidas manifestaciones que no venían a cuento. Nunca entenderé por qué cojones se decantaron por esos árboles que cobran vida, por ese aparato dental que aprisiona al portador, por esa mano espectral que surge de la televisión, por ese ambiente discotequero durante la parte final... Gracias a los efectos especiales, esa parte es espectacular, pero no deja de ser tonta.

Las muertes "raras" de los actores:
• Heather O'Rourke, la famosa Carol Anne Freeling, murió en 1988, a los 11 años, de una parada cardiorrespiratoria. Estos problemas no son frecuentes en niños, pero mi vecino del pueblo sufre una enfermedad intestinal que sólo padecen veinte personas en el mundo, y no ha intervenido en ninguna película "satánica".
• Beatrice Straight, la psicóloga a la que la familia recurre inicialmente, murió en 2001, a los 86 años, de una neumonía. Lo raro es que llegara a esa edad tan avanzada.
• La única muerte que acepto como extraña es la de Dominique Dunne, que interpreta a la hermana mayor de la familia Freeling. Poco después de finalizar el rodaje de Poltergeist, conoció en una fiesta a un chef llamado John Thomas Sweeney. Ambos iniciaron una tormentosa relación marcada por los maltratos. A las pocas semanas, ella, que apenas superaba al metro y medio de estatura, decidió romper, pero su pequeño cuello no resistió la presión de las manos del chef, que llegaba al metro ochenta y cinco. Como veis, tampoco es que apareciera desollada colgada del techo en un palacio versallesco.

Venga...

Es Poltergeist, es un referente. No hay otra película de terror que impacte más que esta. Todos nos espantamos de miedo con Caroline y qué horror... esa piscina!
No es una obra maestra; nunca he encontrado una obra maestra en este género... (podría acercarse al 10 "El final de la escalera", ninguna otra creo yo) y aún así, a Poltergeist no sé qué más pedirle... si acaso, que hubiese envejecido mejor.

De todas formas, estoy convencida de que con esta película ocurre que todos la hemos visto de pequeños. Ese es su handicap, maldita sea! Es una peli para niños. Así estamos todos taladrados, alguno más que otro. Pero sí, no deja de ser bastante infantil, si la vemos hoy, por eso provoca tanta nostalgia en este foro. Imagino que si la viera ahora... me reiría, no?

Así que lo dicho, nostálgicamente hablando, recomendaría a todos los padres que hagan ver la peli a sus hijos, cuanto más pequeños mejor. De lo contrario sufrirán una infancia paranormal.

Os voy a decir la verdad. Vi la película cuando tenía 12 años y en la escena del arbol me cagué... Bueno casi. El caso es que es una película de terror paranormal muy buena y entretenida. Excelente construcción de las escenas buén trabajo de los actores entre los que destacaría a Craig T. Nelson y la actriz que hace de medium. Si hay que ponerle algún pero yo le pondría el de exceso de efectos especiales. Los diálogos son muy buenos. Tiene un monton de imagenes que se te quedan grabadas en la retina a posterioridad como la del gusano en la botella, la de la luz en la tele, la del arbol, la del payaso, etcetera, etcetera, etcetera.

Gran filme de la década del ochenta, tanto por su intensidad como por su atractivo despliegue visual. Tenemos una cinta que nos sumerge a un mundillo de fenómenos paranormales con un firme pulso narrativo, donde lo más llamativo es toda la parafernalia de efectos especiales (nominados al Oscar) que envuelven al relato. Sin duda alguna que para la fecha de realización, los mismos habían cautivado a los espectadores y daban mucho de qué hablar. Pero este filme además tiene el atractivo de producir un terror psicológico al poseer elementos que inquietan, de los cuales creo que el hecho de incluir niños dentro del conflicto principal ha sido algo que perturba.
La atmósfera es tensa debido a esa sensación de agobio de unos padres que han perdido a su amada hijita y se ven envueltos de extraños fenómenos que han desestabilizado la cotidianeidad diaria.
Si bien la cinta es extremadamente exagerada en sus planteos, la misma atrapa por la fuerza y contundencia visual-estética, así como también por el vigor en las circunstancias que presenta.
Inquietante, perturbadora, un gran exponente que se ha convertido en un clásico por su argumento y en donde muchas de sus escenas permanecerán en la retina de cualquier cinéfilo. Párrafo aparte para la histérica banda sonora de Jerry Goldsmith que se erige como un complemento ideal para el dinamismo de este filme que ansía en todo momento la liberación de una situación extremadamente agobiante.