Ley y orden (Serie de TV)

Excelente disección, por un lado, del trabajo realizado por los inspectores de homicidios del departamento de policía de Nueva York y de los fiscales del distrito.
Ambos lados de la ley, desde una óptica realista, mostrando el lado sucio de la ciudad que nunca duerme, dicha serie, para mi gusto, tuvo su época dorada en los 90, ya que es muy dificil que una serie que se mantuvo durante 20 años en pantalla mantenga su nivel durante tento tiempo.
Por lo que, para mi gusto, el éxito de aquel momento se debió al gran reparto que lideraba la serie, desde el punto de vista policial ,me quedo con los inspectores Logan, encarnado por Chris Noth, y el inspector Briscoe, encarnado por el desaparecido Jerry Orbach.
Del lado de los fiscales mi preferencia es por el veterano fiscal Adam Schiff, la voz de la sabiduría, encarnado por Steven Hill, y con los ayudantes Ben Stone, con su temple sosegado y sereno, y con Jack Mccoy, apasionado y justiciero, en un pael que Sam Waterston borda demostrando el pedazo de actorazo que es ,además,de la asistente del fiscal Kincaid ,que interpretaba Jill Hennessy, con quien se insinuaba que Mccoy tenía una aventura, lo dicho excelente serie, muy recomendable, ya que pone a la sociedad norteamericana un espejo ante la sociedad de hoy. Muy buena.

Realmente, espero con ansias ver cada episodio de esta serie, pese a que finalizo en el 2010, pero es muy buena, por sus argumentos en cada una, los magníficos actores, entre ellos destaco al desaparecido Jerry Orbach y a Sam Waterston, entre otros. Uno se lamenta que no tuviera mayor continuidad- que ya fue mucha- porque las dos instancias, la policial y judicial, están bien elaboradas y a diferencias de las otras series, no siempre vencen los buenos. Sigo atado al televisor, viendo cada nuevo- para mi - episodio que se emita, resultando fanático de la serie, al igual que U.V.E.

Una gran serie que muestra la labor policial y judicial. Se ve cómo los policías hacen sus pesquisas, con ayuda de las pruebas, pero también con mucha calle, muchas preguntas y uso del instinto. Y después se ve la labor de los fiscales, cómo buscan una condena, no siempre con preocupación de encontrar al verdadero culpable, más bien con la idea de condenar a alguien, con tratos.

Lo que me encanta de esta serie, ésta en concreto (pues “Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales” no ha mantenido esa idea) es que la mantienen totalmente aséptica. Con esto quiero decir que no se meten en la vida personal de los policías ni de los fiscales. A ambos los conocemos en su labor profesional, y muy puntualmente hacen algún comentario de sus vidas. Pero los asuntos personales no forman parte del capítulo. Es el caso y sólo el caso lo que nos atañe. En otras series de policías y/o abogados, se centran mucho, incluso demasiado, en las vidas personales de los protagonistas, dejando de lado las tramas de los casos. Algo que pasa en “Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales”, y razón por la que dejé de verla. Pero esta serie no. Se mantiene fiel de principio a fin.

Otra cosa que me gusta es que a veces pierden, y el malo o la mala escapa. Los policías y fiscales no son infalibles, y el malo escapa.

Y es de mencionar que es una serie que en 1993 puso como personaje a una mujer negra como teniente (y por tanto jefa) en la policía. Muy bien.

Es una serie de calidad, bien escrita, bien interpretada, bien ambientada. No tiene desperdicio. Por algo es un referente.

Serie perfecta —bueno no tanto— en la que se representan todos los involucrados en el proceso que lleva desde el descubrimiento de un crimen hasta que la persona es juzgada.

Por una parte tenemos la parte detectivesca de la acción donde los policías o detectives investigan los hechos para poder desentrañar quién ha sido el causante del crimen. Poco a poco, mientras la serie avanza se descubren nuevos hechos.

Por otra parte, de una manera excepcional, nos muestran mediante escenas de «enlace» el intercambio de información que se produce entre los detectives y los fiscales del Estado.

Finalmente, la serie nos narra las «aventuras y desventuras» de los fiscales del Estado durante el proceso de juicio.

Creo que la serie gusta porque enseña los entresijos de cada uno de los sistemas, el policial —Ley «Law»— y el judicial —Orden «Order»— justificando o cuestionando las distintas decisiones que se realizan durante los mismos.

También gusta, y creo que sobre todo, por McCoy, un fiscal con una personalidad muy marcada que hará temblar a más de uno. Aunque a veces se obceca demasiado llevándole a cometer errores —vamos, lo que es un ser humano—.

Mi parte favorita es la de Ley en la que se oyen frases como la del título de la crítica.

La descubrí hace poco y ha pasado a ser una de mis favoritas.

pocas veces he podido ver un capítulo entero, ya que pierdo totalmente el interés, y hasta me he quedado dormido en varios. Esa ruptura completa que hay entra la parte de "Law" y la de "Order" como si fueran series separadas, hacen que uno se canse. Además, los policías, fiscales y demás, no tienen una personalidad, a diferencia de Law and Order SVU, son simples aparatos del sistema, nunca involucran ningún sentimiento, ni opinión, ni nada. Osea, es lo que debería ser, en un mundo perfecto, pero los humanos, por naturaleza, somos subjetivos. Por otro lado, las temáticas tratadas, en ocasiones, son poco atrapantes. Vamos, quién se engancha con un juicio por dos autos que chocaron y hay un herido. Quizás suene crudo, pero uno no se identifica con una víctima que no sufre realmente. Por último, son demasiados los episodios que concluyen sin dar final a la historia. Este recurso puede usarse de vez en cuándo, pero no siempre; da la sensación de que nunca saben cómo dar un final.
Creo, desde mi humilde opinión, que es de las peores de la franquicia.