Tierra de alimañas
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Western. Aventuras
Un antiguo representante de la ley se traslada con su familia a Wyoming con la intención de reconstruir el rancho de su padre y comenzar una nueva vida. Al llegar deberá enfrentarse a un feroz oso que aterroriza a los colonos y a un peligroso enemigo que busca venganza. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2016
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, hay que reconocer que la realización (con el patético movimiento de zoom que se puso de moda a mediados de los 60) y un nefasto montaje, son elementos negativos a tener en cuenta. Pero sería injusto no resaltar las virtudes de esta cinta.
De un lado, Joseph Pevney introduce excelentes toques de humor: la gallina beoda, la persecución de la niña a la mofeta y sus consecuencias, la persecución amorosa de la solterona Will al rudo Sam y, sobre todo, la entrañable relación que se establece entre "Campeón" (Jack Elam) y la pequeña Gipsy "Pimpollo" (impresionante interpretación de Victoria Paige Meyerink). El otro gran acierto del director americano es hacer de la historia una especie de "Casa de la pradera", con lo que esto acarrea de positivo: una absoluta complicidad y afecto por parte del espectador que además -querría, al igual que "Campeón" y Will- formar parte de la familia ganadera. No es moco de pavo lo que consigue Pevney, quien, por si las moscas (o para acallar a algún crítico malintencionado), borra de un plumazo cualquier atisbo de ñoñería 'casa praderiana' con la aparición en escena del torvo y vengativo Cash, y su enconado y sangriento enfrentamiento con "Big" Jim.
De un lado, Joseph Pevney introduce excelentes toques de humor: la gallina beoda, la persecución de la niña a la mofeta y sus consecuencias, la persecución amorosa de la solterona Will al rudo Sam y, sobre todo, la entrañable relación que se establece entre "Campeón" (Jack Elam) y la pequeña Gipsy "Pimpollo" (impresionante interpretación de Victoria Paige Meyerink). El otro gran acierto del director americano es hacer de la historia una especie de "Casa de la pradera", con lo que esto acarrea de positivo: una absoluta complicidad y afecto por parte del espectador que además -querría, al igual que "Campeón" y Will- formar parte de la familia ganadera. No es moco de pavo lo que consigue Pevney, quien, por si las moscas (o para acallar a algún crítico malintencionado), borra de un plumazo cualquier atisbo de ñoñería 'casa praderiana' con la aparición en escena del torvo y vengativo Cash, y su enconado y sangriento enfrentamiento con "Big" Jim.
16 de abril de 2012
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un argumento más o menos aceptable, el director de este film Joseph Pevney no logra sacar todo lo que pudiera haber sido este Western, pues tiene muchas secuencias poco creíbles por su deficiente realización, y poco acertada la elaboración del guión, ayudado por un casting no muy brillante, del que se salva Martha Hyer y el siempre secundario Jack Elam, pues el principal protagonista Clint Walker, con toda su portentosa apariencia física, está muy estático durante todo el film, no dando fuerza a su personaje, nada más que cuando hay algún enfrentamiento físico, que parece ser que es para lo que está más dotado.
Presentada en formato Scope, partiendo de un negativo en Tecniscope, y con muchas secuencias en exteriores naturales, no logra tampoco dar realce a este fallido film.
Presentada en formato Scope, partiendo de un negativo en Tecniscope, y con muchas secuencias en exteriores naturales, no logra tampoco dar realce a este fallido film.
14 de abril de 2024
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Modelo "Casa de la pradera", como acertadamente señala una de las críticas, con la bondadosa bondad de los papas, niños rubios, perrito y demás.
El malo esta vez es el oso Satán. A su lado son unas malvas el ranchero avaricioso de hijos bobos o el pistolero que busca venganza.
Cinta dirigida a un público infantil, de acuerdo, pero que resulta demasiado infantiloide aun para los niños.
Un melodrama simple y lacrimógeno a cuenta de un oso feroz.
Para muestra la canción que entona la familia de regreso en el carro de una fiesta: "En el rancho de Jeff Carrie. Iah, iah ... oh", que del folclore estadounidense saltó al programa de TVE (cuando aun se llamaba así) "Día de fiesta" como "En la granja de Pepito. Iah, iah ...oh".
Pues eso, en la granja de Pepito.
El malo esta vez es el oso Satán. A su lado son unas malvas el ranchero avaricioso de hijos bobos o el pistolero que busca venganza.
Cinta dirigida a un público infantil, de acuerdo, pero que resulta demasiado infantiloide aun para los niños.
Un melodrama simple y lacrimógeno a cuenta de un oso feroz.
Para muestra la canción que entona la familia de regreso en el carro de una fiesta: "En el rancho de Jeff Carrie. Iah, iah ... oh", que del folclore estadounidense saltó al programa de TVE (cuando aun se llamaba así) "Día de fiesta" como "En la granja de Pepito. Iah, iah ...oh".
Pues eso, en la granja de Pepito.
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