Flamenco, Flamenco

Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que es la mejor película de este año. En esta primera frase muchos adivinarán mi pasión por el flamenco y para aquellos que compartan esta afición conmigo, "Flamenco Flamenco" en una joya.

Con la colaboración de Miguel Poveda, Sara Baras, José Mercé, Farruquito, Dorantes, Rocio Molina, Arcángel, Niña Pastori, el mismísimo Paco de Lucía ...¿hace falta decir algo más?. Pues añadir una cuidada escenografía con la esencia de Julio Romero de Torres.

Un viaje por la tradición, por el cante, el toque y el baile, al que creo que todo el mundo debería darle una oportunidad. Aunque ésto último sea algo dificil, hay tanto que ignoramos... Con todo, sea la película taquillera o no, considere la Unesco a el FLAMENCO patrimonio de la Humanidad o no, el Flamenco seguirá existiendo. Como todo aquello que hace sentir es algo mágico y gran parte de esa magía es la que nos transmite Saura. Éste último, para mi el mejor director de cine español que tenemos en estos momentos, ahora que se ha ido Berlanga.

Aunque no soy partidario de llevar al cine espectáculos propios de un buen teatro, ni que decir tiene que la magnífica Sara Baras o Miguel Poveda me hubieran llegado más que a través de una gran pantalla, alabo con entusiasmo trabajo.

Cierro esta crítica con una cita de Carlos Saura: "El flamenco es un milagro".

En 1995 Saura filmó "Flamenco", un documental que deja constancia de los más grandes intérpretes vivos del flamenco de ese momento. Ahora, 15 años después, vuelve a convocar a la élite de este noble arte para dejarnos mudos, sumergiéndose una y otra vez a los pasadillos laberínticos de las pasiones humanas.
La técnica en este Flamenco "2" es mucho más precisa y estilizada que en la primera película: los movimientos de cámara, las luces, el sonido, los escenarios son más recargados y los colores más intensos. Eso sí (y es obvio, dadas las circunstancias) pierde en espontaneidad, rasgo fascinante de la primera.
No sólo la técnica del director ha mejorado, sino la de los intérpretes también.
Pero esto que estoy haciendo en este caso concreto, en realidad, no importa en lo absoluto porque es tan sólo un ejercicio de "crítica" que entre más lo pienso menos sentido le encuentro el tratar de analizar una obra que sobrepasa los sentidos en toda la capacidad del significado y del significante. En otras palabras, estamos ante una obra profundamente eterna. Una obra verdaderamente imprescindible para cualquier amante del flamenco, catedrático de música, melómano que se precie, cinéfilo y espectador atento.

Cómo me gustaría que en México tuviéramos un director como Carlos Saura, que dejase documentada de una manera tan preciosista y pulcra la música típica de México: el mariachi, los corridos, las rancheras y la música indígena.

Recomiendo mucho las dos películas de Flamenco, es un gozo exquisito, y también, ¿por qué no decirlo?, un dulce sufrimiento.

Carlos Saura, gracias por existir.

Flamenco, flamenco, flamenco, flamenco, flamenco y más flamenco, flamenco como el título de este comentario, flamenco como el título de la película, flamenco y mucho, mucho, mucho flamenco y por si queda dudas más flamenco.

El experimentado Carlos Saura realiza un sentido y monumental homenaje a este estilo de música y danza nacido en Andalucía, ¿cómo hacerlo? Muy fácil, juntando un grupo de músicos, cantores y bailarines para ponerlos a hacer flamenco.

Soy un completo ignorante del género pero he de decir que se disfruta, la excelencia musical, el profesionalismo de los involucrados, las coreografías, la pasión y hasta la dirección de Saura es muy atractiva, parece contagiarse de las notas musicales.

Un hermoso trabajo que imagino, una persona que le guste y sea fanático del género disfrutará en demasía e incluso le podría encontrar fallos, un interesante ejercicio fílmico.

Flamenco, Flamenco de Carlos Saura es un documental sobre el flamenco en sus distintas variantes, centrándose en el cante, baile y música de este género musical llevado a cabo con el toque personal de cada artista. Dirigida con un ritmo dinámico y con el estilo particular y reconocible del director que exprime lo mejor del flamenco, es un documental muy bien trabajado en música y estética que transporta al espectador a las múltiples actuaciones y palos del flamenco una vez más para deleite de este, concluyendo una estupenda obra que no solo cautivará a los incondicionales del flamenco, sino también a cualquiera dispuesto a aumentar su sabiduría y conocimiento de este.
La fotografía es bella y estéticamente perfecta al estar cuidada hasta el más mínimo detalle, cautivando al espectador al hacer gran uso de los claroscuros, logrando una labor llamativa que crea una atmósfera idónea y portentosa. La música es como cabía esperar flamenca de principio a fin con guitarras y palmas que marcan un ritmo pegadizo, llenando con ello el documental de melodías estimulantes e inspiradoras que confortan o estimulan según la intención del artista en un deslumbrante trabajo que encantará al público. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica propia y reconocible del director mediante el uso del avanti, retroceso, cámara en mano, grúas, seguimiento, reconocimiento, detalles, rotación, circulares y generales admirables y estéticamente artísticos y detallados.
Las actuaciones son soberbias y apropiadas del primero al último. Cuenta con las magnificas colaboraciones de Paco de Lucía, Sara Baras, José Mercé, Estrella Morente, Manolo Sanlúcar, Miguel Poveda, Tomatito y Niña Pastori entre muchos otros. Emplean estos unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos por un lado y más humildes para otros, siendo estos muy apropiados para la danza y la práctica del flamenco en una estilosa tarea que, junto con los soberbios y hermosos decorados de interiores, logran una labor sensacional y digna de elogio para transportar al público.
El guion, escrito por el director es, al igual que el resto de sus documentales, una sucesión de interpretaciones unas tras otras para acercarnos desde su punto de vista al embrujo y el arte del flamenco en muchas de sus variantes para deleite no solo de sus incondicionales, sino del público en general, ya que como es habitual en Saura cada vez que quiere plasmar el folclore sabe exprimir toda su belleza y estética sonora y visual. La narrativa como era de esperar es escasa, ya que solo se escuchan los cantes y algunos comentarios enardecedores del arte y el flamenco del artista que interpreta en ese momento. Cabe señalar también, el montaje lineal y seguido que actuación tras actuación expone el esplendor del flamenco en muchas de sus variantes.
Concluyendo, lo considero uno de los documentales más estéticamente bellos y elegantes de Carlos Saura, ya que sabe sacar lo mejor del flamenco en el cante, el baile y el compás a través de sus palmas e instrumentos que crean el ambiente propicio para exponer con brillantez todo su arte y encanto. Recomendable por su dirección, interpretaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y decorados que hacen de Flamenco, flamenco, un documental que sabe sacar lo mejor del folclore para sus incondicionales y curiosos ávidos de conocer este atemporal arte musical.

Desde mi total desconocimiento me propuse ver Flamenco, Flamenco.

Más allá que el Flamenco sea un ritmo que no me provoque las mínimas sensaciones intenté disfrutarlo desde lo cinematográfico.

¿Con qué me encontré?
Con un producto 100% elaborado para seguidores acérrimos, con poca apertura hacia otros públicos, como homenaje total hacia un ritmo que los marcó a fuego.

Puedo decir que la estética y la puesta en escena son maravillosas, y que algún que otro tema me resultó atractivo, pero hasta ahí llego.
Lamentablemente la falta de presentación de los músicos y bailarines, el popurrí de temas casi sin descanso como si fuera un DVD musical y no un documental, y la intensión de Saura de hacerlo básicamente para entendidos, jugó, según mi opinión, en contra.

Hace poco vi "Pina", un documental similar que muestra una obra desconocida por mí. El director entendió que con pequeños detalles podía hacernos disfrutar de lo desconocido y así lo hizo. Pina fue hipnótica. Flamenco, Flamenco no tuvo la misma suerte.


Si te gusta realmente el Flamenco, seguramente debería recomendarte este film...en caso contrario lo ideal sería que hagas otros planes.