Algo más que colegas

Comedia que yo descubrí con mi madre y mi hermano hace unos años cuando la echaron en la primera cadena a eso de la una de la madrugada y que al ver que estaba interpretada por John Hurt ya nos enganchó al sofá. He de decir que a mi madre y a mi nos gustaba la idea de tener a Ryan O'Neal en el reparto también sobre todo por el deleite visual del que íbamos a gozar, en contra del deleite interpretativo del que íbamos a gozar con Hurt. La película es bastante simple pero he de decir que disfrutamos mucho con ella, Hurt se mete mucho en el papel de detective gay mientras que O'Neal nos ofrece una imagen de detective machote y ligón que aparece algo escéptico al principio de compartir caso con el anteriormente mencionado. Aunque sea catalogada como una comedia tiene también algo de intriga. Me costó bastante conseguir esta película después de haberla visto, estaba descatalogada, pero un día la encontré en DVD y de vez en cuando la veo otra vez. Posiblemente si no estuviera Hurt no hubiera sido lo mismo, él le da mucha vidilla a la historia.

A mí me ha hecho gracia. Lo de los dos maricas y un espontáneo lo dice un policía cuando lleva a la comisaría a tres detenidos (el espontáneo era el que miraba el intento de escarceo amoroso de la pareja protagonista). Hace gracia ver a John Hurt de marica. Qué estilazo; prueba de ser un buen actor. Bueno, a mí parecer. Es que John Hurt suelta muy bien la pluma.

Y Ryan O´Neal, bien para el caso. Lo bueno es la actuación medida del duro Kenneth McMillan (Dune, 1984), de capitán de policía tratando de explicar a John Hurt por qué se le ha elegido para esa misión: Pues porque eres un marica... ¡Un poli que no había salido nunca de los archivos!, y a Ryan O´Neal lo mismo: Pues porque eres un buen policía ... ... ... ¡Y muy guapo! (Añade. Y se parte). Tiene gracia la película sin ser nada del otro mundo. Como se espera no va nada más que de eso, el cachondeo que forman en su entorno y el asuntillo de los asesinatos, un caso fácil de seguir. Hoy día esos crímenes serían violencia de género, creo. Película desenfadada para pasar el rato y también es muy tierna... con que mejor que mejor. Aceptable para verla.

La película avanza por una trama policial simple y hasta increíble, con la única función, aparentemente, de ir mostrando al espectador todo tipo de personajes estereotipados de la comunidad gay, más bien como para epatar al espectador que para que formen parte de la historia, la cual pierde interés en función de todo el ambiente gay. La intriga va dando saltos de forma casual, y casi siempre porque en un momento determinado una loca se va de la lengua, pero no por las deducciones de la investigación policial. Hay que ver que mal trata la película el aspecto chismoso del ambiente. Por fallar, falla hasta la historia de los dos policías, que solo de vez en cuando, y gracias a su buena interpretación van mostrando su avance en la relación de su amistad. Pero se trata de una comedia, y una comedia al estilo de Hollywood, cuya función es entretener al espectador sin meterle demasiadas complicaciones para pensar, tocando de vez en cuando su fibra sensible. Para no ser muy destructivo con la crítica destacaré dos cosas positivas: el magnífico trabajo de interpretación de John Hurt, aunque este personaje ya lo ha hecho otras veces, y el culito blanco de Ryan O’neal que volverá locas a todas sus fans.

Me ha entretenido mucho, la había visto hace algunos años y esta segunda revisión me ha gustado más que la primera. Las películas se muestran diferentes según nuestro momento vital.

Ryan O´Neal está magnífico, conjugando la dualidad del policía macho y mujeriego, con una sensibilidad que descubre al relacionarse con su compañero homosexual, con quien ha de compartir un caso.

El guion presenta muchos agujeros con una evidente elipsis en su planteamiento, y ciertas cuestiones que has de pasar por alto, si deseas divertirte... en el momento que resuelves tus dudas con ella, es puro entretenimiento. Cuida aspectos que hoy día se olvidan en el género, y aunnque sus escenas no son nada extraordinarias, se diferencia por evidentes artimañas simpáticas, expuestas con argucia.

La historia no se sostiene, y para divertirnos, debemos aceptar los agujeros de una trama escasamente desarrollada, Ryan O´Neal fue un acierto. Un macho de sus características, aporta todo lo necesario para acentuar el contraste. que incide en lo más facilón. Considero que abusa de la parodia... y el guion se pierde en vanalidades. Me ha entretenido, la vi hace años, pero recordaba no haberme divertido, como en esta ocasión.

El cine en los útlimos años ha perdido frescura, tecnificándose de tal manera, que las historias resultan frías y lejanas... ALGO MÁS QUE COLEGAS, se muestrra cercana y divertida, pese a sus carencias. Voy a ser generoso en mi votación.