Calibre 45

Receta para básica para afrontar un visionado del film 45.

1. Traficantes de armas.
2. Violencia de género.
3. Cinismo entre personajes.
4. Algo de humor ¿?
5. Un toque documental.
5. Escenas calentitas de tono.

Con alguna escena un tanto desagradable esta cinta se deja ver y puede llegar en algún momento a ser interesante, aunque el final se vaya acercando poco a poco a lo evidente.

Angus McFayden es Big Al. Big Al es un hombre de Neardenthal, un troglodita que vende armas, un narcisista celoso y posesivo, un personaje nacido para ser odiado.
Milla Jovovich es Kat. Kat es la novia de Big Al. Una pedazo de hembra que sueña con una vida mejor. Una mujer objeto de deseo por todos los que la rodean (ya sean hombres o mujeres).
Stephen Dorff interpreta a un amigo de Big Al y yo creo que a este tío lo han metido para hacer bulto porque su personaje es totalmente prescindible.
La película empieza francamente bien, hay humor negro, los personajes resultan interesantes y la acción se desarrolla con cierta fluidez.
El problema es que poco a poco la película empieza a decaer, entra en el espinoso tema de la violencia de género estirándose hasta límites francamente molestos. Además a ésto hay que añadir la utilización de un lenguaje soez que resulta estúpido, queriendo reflejar la cultura barriobajera de los personajes.
Lo mejor de la cinta es Milla Jovovich, alejada del papel de superheroína en que se había encasillado. Aquí interpreta el papel de víctima, de una mujer oprimida por el hombre al que dice amar. Además la película contiene un par de escenas subidas de tono donde la Jovovich muestra sus dones otorgados por la naturaleza.
Una cinta del montón, para fans de la Jovovich y poco más, entretiene hasta cierto punto.

Milla, Milla, Milla, solo por ti compré la película y me imaginé repartiendo mil balas y patadas por doquier como en tus películas Resident's Evil...y me llevo una sorpresa, agradable sorpresa verte así a veces descuidada, a veces preciosa, a veces golpeada. Tiene algo de documental, algo de denuncia, algo de drama, algo de erotismo, algo de acción sin que el director Gary Lennon (su opera prima parece) haya profundizado en ningún genero, tal vez eso es lo que causó lo extraño en la película. Hay escenas que para alguno no parecerán violentas, pero para alguien que tiene y tuvo relaciones con mujeres golpeadas por sus ex esposos ( o parejas) alcohólicos, la verdad si es muy impactante y duro. Las armas que dicen que tiene la mujer en realidad son ciertas y si las usaran no habría tantas de estas mujeres maltratas, física y psicológicamente por estos enfermos alcohólicos.
Que el protagonista (Angus Macfayden) no es un ángel sin esos incentivos bebibles nadie duda, pero se incrementa la bestialidad en el actor, a tal punto de destruirse a si mismo.
No es una súper película, agrada si y entretiene y ver a Milla en esas facetas da gusto.
¿Son interesantes los consejos para la venganza? no creo, es una película de alguna realidad o ficción pero les aseguro que en estos casos, la realidad supera a la ficción o al cine...pregunten no mas y se sorprenderán que en todos los estratos sociales y países se da y mucho peor...
Véanla y sorpréndase como yo.
Fernando Muñoz
Lima, Perú
PD.- El actor (Angus Macfayden) es el mismo de Braveheart en el papel del Príncipe de Escocia, interpretación magistral.

Me han engañado. Iba a ver un thriller calentorro y violento y casi termino viendo un telefilme de sobremesa con ínfulas sociales. Estas cosas no se hacen, Gary. Con lo bien que habías comenzado: un monólogo sucio en plena cara que ya deja entrever que el centro de toda la trama va a estar marcado por lo vénero, por lo sexual. Ahí la cosa promete humor soez, erotismo trash, acción seca (sin glamour que valga)... Es decir, testosterona y entretenimiento barato y directo a los bajos instintos. Pero no, tenías que tirar por el cine de denuncia. Y tampoco, porque no es eso, es un thriller con coartada social. O vete a saber.

Ese es el mayor problema de .45, que no sabes de qué palo va. A veces parece que va en serio y a veces no. A veces parece un drama con todas las de la ley y a veces un ejercicio de suspense marcado por los juegos de poder y la reivindicación de la mujer. Y todo con insertos documentales que no aportan nada o, lo que es peor, que presagian una tragedia griega acojonante que termina quedándose en agua de borrajas. Una nadería.

El film de Lennon falla por algo esencial, indefinición aparte: no respeta la idiosincrasia de sus personajes. De hecho los pisa según le conviene, matando cualquier mínimo de credibilidad que quisiera aportar a la película. La primera media hora convence, incluso cuando deriva al drama mantiene parte de su interés, pero todo lo que pasa después es un disparate absoluto, rematado por un final que provoca ira y vergüenza ajena. Salvo de la quema el trabajo de Milla Jovovich, porque sí, porque me encanta esta tía, me pone, me fascina. Y creo que es una buena actriz que aquí hace lo que puede y lo hace bien, aunque lo absurdo de la historia le haga perder pie en algún que otro momento clave.

Lo mejor: Milla Jovovich.
Lo peor: duele ver cómo se hunde en la miseria una película que prometía tanto.

Se abre el telón y aparece Milla Jovovich diciendo una sarta de groserías sobre polvos y pollones. Se cierra el telón y empieza una historia de sexo, chulos, malos tratos, delincuentes de poca monta, manipulaciones y venganzas rodada de una manera deliberadamente sucia y enrevesada para disimular que en el fondo es más simple que una película porno (de hecho la ambientación, el atrezzo y gran parte de las interpretaciones son propias de peli guarra).

Es curioso, la historia es relativamente novedosa y, sin embargo, da la sensación de que ya la hemos visto mil veces. Supongo que es porque la forma elegida para narrarla (primeros planos de gente hablando en primera persona de los protagonistas, trozo de película relacionado con lo que acaba de contar y nuevo primer plano) podía haber resultado original hace años, pero no hoy en día.

Tiene muchos altibajos... pero en medio de la zafiedad y la simpleza general hay un par de escenas realmente impactantes que ponen los pelos de punta. Merece la pena verla sólo por eso, pero si no se ve tampoco pasa nada.