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Ganar de cualquier manera

Drama El entrenador de baloncesto Pete Bell se encuentra en una delicada situación debido a la mala racha de resultados que atraviesa su equipo. Además, las estrellas de este deporte prefieren fichar por otros conjuntos antes que el de Bell porque les pagan en secreto, aunque lo prohíba el reglamento universitario. Ante la gran presión a la que está sometido, Bell decide quebrantar las normas y contratar nuevos talentos a cambio de algunas ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
12 de abril de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para todos los aficionados al baloncesto esta película es sin duda una de las mejores que se han hecho nunca. La película cuenta con un reparto de lujo liderado por Nick Nolte y secundado por nada más y nada menos que Shaquille O´Neall y Tim Hardaway, dos de los mejores jugadores que ha habido en los últimos 20 años de NBA. La película nos adentra en el escabroso mundo del baloncesto universitario donde no todo son sonrisas y animadoras, hay un negocio y unos intereses detrás que hacen que el deporte no sea siempre lo primordial. Bien rodada y con un argumento interesante, para los fans de las pelis deportivas, imprescindible.
blogdelfricky
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27 de mayo de 2009
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa incursión del otrora (últimamente no hace nada potable) magnifico director y poseedor de varias joyas de culto (aparte de extraordinarias películas), William Friedkin, en una trama deportiva, en este caso el mundo del baloncesto universitario en los USA, que parece arrancar como comedia para adquirir posteriormente tintes dramáticos, pero que no cumple las expectativas ni de los aficionados al baloncesto, ni de los que esperábamos encontrar algo más que digno, dado la enjundia y pedigrí de los implicados en la producción (deportistas, director y casting de elite), quedándose a medio camino en ambos casos, (el tema de la corrupción podría haber dado mucho mas juego), pese a lo cual se la puede echar un visionado.
tiznao
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11 de marzo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
De verdad que a veces no entiendo a la gente. Esta película dirigida por un veterano detrás de las cámaras como es William Friedkin, cierto que totalmente alejado de sus habituales películas de acción y metido en algo tan alejado de él como es el cine deportivo centrado en le baloncesto universitario americano, no está tan mal. Dicen que Nick Nolte esta sobreactuado, a mí me ha parecido que esta espléndido. Para los amantes del baloncesto, esta película me parece una muestra interesante de lo que pueden ser los entresijos de los partidos de baloncesto amañados y el negocio sucio que se esconde detrás del deporte. Junto a Nolte, tenemos a la siempre correcta Mary McDonnell y la atractiva Alfre Woodard, actriz a la que me encantaría ver más en pantalla porque me encanta. El desaparecido J.T. Walsh una vez más como el mejor malo de película y el debut cinematográfico de una estrella del baloncesto de la NBA como es Shaquille O'Neal que sería nominado como el peor actor del año en los Razzies correspondientes, cosa que entiendo pero que, incluso, hace su gracia. Yo he pasado un rato muy entretenido viendo esta película atípica de un Friedkin que siempre cumple técnicamente tras las cámaras.
TESS
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9 de agosto de 2015
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reza una leyenda urbana cinéfila que en el cine apenas encontramos películas deportivas de calidad, más allá del Boxeo (deporte cinematográfico por excelencia, donde se centra la flor y nata del género), ni en Baloncesto, Fútbol o Rugby encontramos demasiadas películas citables. Y a priori podría parecer que Blue Chips (Ganar de Cualquiera Manera, 1994) podría ser la película que rompe con los estándares, teniendo en cuenta que está dirigida por el gran William Friedkin (conocido sobre todo por ser el director de El Exorcista) y que cuenta con actores que si bien no gozan de un excelente caché, si tienen veteranía, como es el caso de Nick Nolte. Pero lo cierto es que el filme naufraga entre una propuesta inalcanzable, a la que Friedkin no sabe suplir sus ansías de grandeza.

La trama del filme se centra en el baloncesto universitario. Nick Nolte interpreta a un veterano entrenador de baloncesto, que en el pasado consiguió diversos títulos universitarios pero que en el presente se encuentra en una situación límite debido a las numerosas derrotas. A pesar de todo, en un primer momento nuestro protagonista rehúsa comprar jugadores universitarios de mayor nivel (algo considerado ilegal en los USA) pero finalmente acabará contratando a tres piezas claves (los tres personajes en realidad están interpretados por auténticos jugadores de baloncesto: Penny Hardaway, Shaquille O’Neal y Matt Nover) que aumentarán considerablemente el nivel del equipo. El eje principal de la película se centra en el dilema moral que tiene que enfrentar nuestro entrenador: Perder dentro de la legalidad o ganar haciendo trampas. Dilema ético que podría haber desarrollado mucho mejor Friedkin, porque el resultado final es bastante decepcionante.

La tensión es superficial, y el espectador pocas veces se cree lo que está viendo y así como el conflicto emocional de los personajes. Los jugadores de baloncesto, teóricamente protagonistas son en realidad unos secundarios nefastos, mal construidos y de escaso interés. Por ejemplo, el trío de personajes que está interpretado por jugadores de baloncesto reales, son apenas caricaturas (caso más acusado el de Shaquille o’Neal, que el guión intenta convertir en un grandullón en el fondo inteligente, pero que huele a distancia a cliché).

El filme de hecho va en Crescendo acaparando disparates, que eclosionan con un final tremendamente paródico, que resume muy bien las características del peor cine deportivo. Nuestro protagonista interpretado por Nick Nolte acaba revelando en una rueda de prensa los tejemanejes ilegales que ha hecho el equipo, y el Speech es realmente sonrojante. Ese mundo deportivo tan exaltado y sobre todo, idealizado aparece en su máxima expresión ante un personaje que parece Teresa de Calcuta Reencarnada. Nada resulta créible y todo está demasiado forzado en la película, especialmente a medida que avanza el metraje y termina tan estrepitosamente.

La grandeza del deporte norteamericano queda plasmada casi como una parodia en manos de Friedkin. El Discurso hiperbólico queda amenazado por la simplicidad del argumento, que convierte toda la capa de pintura exagerada del filme en un chiste de mal gusto. Y es que el problema principal, es que el argumento y las posibilidades que desarrolla el filme son en realidad demasiado simples para la forma con la que trata el cineasta. Se pueden destacar las buenas intenciones, pues al fin y al cabo y pese a los resultados finales Friedkin ha pretendido realizar una película que va más allá del simple entretenimiento, y con un mensaje de fondo, pero lo cierto es que los objetivos no se acaban cumpliendo.

La música tiene una importancia capital en la película, y continuamente el director añade temas folks y canciones de Rock populares, que ayudan a hacer el montaje más ameno, pero que alimentan la superficialidad de la película antes un grupo de canciones que entran dentro de lo perfectamente esperado.

Por otra parte, las secuencias de acción, es decir, las que forman los partidos de baloncesto, anticipan el estilo que encontraríamos cinco años más en tarde en la película de Oliver Stone, Any Given Sunday (Un domingo cualquiera, 1999) donde Al Pacino interpretaba un rol parecido al de Nick Nolte como entrenador veterano. En ambas películas nos encontramos con un montaje aceleradísimo (bien es cierto que Friedkin no se acerca ni por asomo a la sobresaturación de Stone) donde el lenguaje televisivo es una influencia clara, y donde se pretende plasmar en todo su esplendor el Show deportivo. En definitiva, un lenguaje también cargante, que función sólo en ocasiones, y que acaba aburriendo por reiterativo.

https://neokunst.wordpress.com/2015/08/09/ganar-de-cualquiera-manera-1994/
Kyrios
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17 de marzo de 2007
10 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque otra cosa yo no le veo...
Mmmmmmmmmmmm... ¿quizá Friedkin quería tratar un tema distinto en su variopinta filmografía?
Mmmmmmm... ¿puede que a Nolte buscase algo distinto?
Mmmmm... ¿es posible que intentasen dar un nuevo enfoque al asunto?
Creo que más bien no. O quizá se interpuso el color del dinero (aka, la mano de los productores..).

Lo que sí es cierto es que cuando uno pretende abordar una temática, sea del modo que sea, debe hacerlo desde el respeto hacía sus protagonistas (a no ser, claro, que sea una parodia). Y eso es todo lo que le falta al film de Friedkin, además de un guión mínimamente creible y verosímil y una confección de ideas y momentos mejor estudiados y plasmados en pantalla. Más que nada porque parece un telefilm dominguero. Informo.

Vaya, que los aficionados al baloncesto mejor ni se acerquen a esto... y los aficionados al cine casi que tampoco, a no ser que pretendan pasar una lluviosa tarde de domingo, como he indicado arriba.
Y eso que la idea inicial no es nada mala, pero ver a un entrenador pretendidamente serio haciendo el canelo con lamparitas y a un jugador dándoselas de rey del mambo y chantajeando a sus superiores, pues hacen que a uno se le quiten las ganas de ver nada..
Muy mal Nolte, muy mal... suerte que nos has regalado joyitas como "Aflicción" y se te perdonan desmanes así...
Grandine
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