Inside Job

La gentuza se divide en varias clases, y existe desde que el mundo es mundo. Se instalan en el poder y buscan el modo de perpetuarse. Suelen morir cada uno con unos cuantos esqueletos en el armario, pero a salvo en un sitio tranquilo con calefacción ¿Cuantos políticos corruptos, dictadores asesinos, criminales de guerra, banqueros estafadores, etc. han escapado de la justicia a lo largo de la historia? Mucho más rápido sería hacer la lista de los que no lo han hecho.

El problema no es que existan, sino qué hacer con ellos. Ahora es el tiempo de los financieros-políticos, quienes, al igual que sus predecesores, tienen la seguridad dibujada en el rostro de que ni les van a linchar cuando vayan por la calle, ni nadie va a tocar sus fortunas, ni por supuesto van a poner un pie en la cárcel. Ahí tenemos al ex-presidente de Túnez. Derrocado, sí, pero con los millones a buen recaudo. Su mujer también anda muy derrocada la pobre con nosecuantos lingotes de oro de aval para ir de compras. Ejemplos muy ilustrativos de lo que se pueden ver en este documental.

No sólo me gusta Inside Job, sino que celebro el mero hecho de que exista. Describe con extraordinaria elocuencia todo el tema de la crisis y las conclusiones que plantea son, como poco, gravísimas. Personalmente, puedo llegar a tolerar e incluso comprender que cualquier persona se equivoque haciendo su trabajo. Cualquiera puede llevar a cabo una mala gestión, incluso una desastrosa gestión.
Pero la mala fe es algo que me toca un poco más los huevos.
Cuando veo la millonada que han cobrado por reventar el sistema… es abismal. Semejante desproporción no puede estar justificada. Y que todo ese dinero venga de crear un sistema que se nutre de préstamos basura para forrarse precisamente apostando contra sus clientes en el mercado de derivados sin ni siquiera informarles de que lo hacen... Y que Lehman Brothers o AIG fueran catalogadas por ellos mismos como inversiones muy seguras hasta dos días antes de declararse en bancarrota... Indignante verles ahora tartamudeando eufemismos para justificar lo injustificable. Y encima insisten en convencer a la gente de que en realidad no han hecho nada malo. Que son cosas del mercado, don Quijote. ¿A quién va a creer; a mí o a sus propios ojos? ¡Cómo van a ser molinos, hombre!

Semejante aura de impunidad alrededor de esta gentuza que me da ganas de vomitar. Se me dispara la tensión y me tengo que tomar un Lexatín. Antiguamente había soluciones que ahora quizás nos resulten algo desfasadas, como el linchamiento público, pero visto como está el patio, igual es lo único que nos queda.

El Oscar fue para El Discurso del Rey, pero el mejor discurso fue el de Charles Ferguson:

“Perdonen, pero tengo que empezar recordando que tres años después de una horrible crisis financiera causada por fraude masivo, ni un solo ejecutivo financiero ha ido a la cárcel. Y eso está MAL.”

Yo también lo creo. Vota si tú también lo crees.

Cuando acaba la proyección se producen unos instantes de silencio, inmediatamente se inician unos tímidos aplausos que a los pocos segundos incrementan su intensidad sin llegar en ningún momento a ser atronadores. Y no lo son porque la sensación de incredulidad, impotencia y rabia por lo que te acaban de contar se impone a las ganas de mostrar entusiasmo por como te lo han contado.

Todos sabemos cómo y porqué se inició la crisis. Todos podemos poner nombres y apellidos a algunos de los seres (me niego a llamarles personas) y mafias (me niego a llamarlas empresas) que la provocaron. Pero Inside Job no nos habla sólo del cómo, quien y porqué, que lo hace y lo explica estupendamente, también nos muestra como buena parte de esos seres que con su ambición desmedida y su estupidez han provocado la desgracia de millones de personas (ahora sí), siguen ocupando puestos de poder decisivos en la administración de un tal Barack Obama, que se auto postuló para combatirlos.

En definitiva, una película que debería ser de visionado obligado en todas las escuelas y universidades, pero que me temo que ya se encargaran los de siempre (sí, los seres y las mafias, incluyendo medios de comunicación) de que pase desapercibida y que sólo la veamos los cuatro gatos habituales. Os pediría que la recomendarais a amigos, conocidos y familiares, y que ellos la recomienden a sus amigos, conocidos y familiares. El primer paso para que dejen de tomarnos el pelo es saber que nos lo están tomando. Gracias.

$ Capitalism

La defensa tradicional del capitalismo ha sido argüir el progreso técnico y la calidad de vida. El debate radicaba en el coste, claro, de desigualdades y deterioro de las condiciones de producción (medioambiente, etc). Ese debate, de momento, no sirve. Apremian otras cuestiones. Este neoliberalismo especulativo no produce. Por cada movimiento de economía “física” –Paquito vende peras– aparecen tropecientas abstracciones numéricas en forma de fondos, bonos, warrants, seguros y reaseguros que revierten en el bolsillo del especulador de turno. No hay “progreso”, ni por ahí se salvan.


$$ Casino de Torrelodones

Siendo inevitable que la economía derive hacia la casa de apuestas, deberíamos regular y ser capaces de sostener los desequilibrios que se generen. Que su repercusión en nuestra economía “doméstica” esté sujeta a cierta racionalidad legislada. Tanto en el reparto como en la asunción de riesgos y responsabilidades.


$$$ Reaganomics

Y el problema radica ahí. No en la moralidad y credibilidad difusa de hedge funds, agencias de rating, movimientos a corto al descubierto o altos ejecutivos. Sino en la servidumbre de los gobiernos para con esa merienda de negros. Regular, por dios. Que ya aprendimos la lección en el ´29. Desde Reagan, la Thatcher y los Chicago Boys la “mano invisible” ha pasado a ser mano “camuflada” especulativa.


$$$$ Globalización

Inside job no ataca al FMI y su predilección por aligerar “pasos” para que países tercermundistas liberalicen mercados y reciban así limosnas estructurales (lean para ello, por ejemplo, 'El malestar en la globalización' de Stiglitz). Tampoco rechista a George Soros, que da lecciones de ética sin mencionar cómo “zarandeó” la libra esterlina en los '90. El documental da una visión muy localista del problema. Se centra en Wall Street sin tocar China o América Latina. Abarca poco. Su perspectiva resulta escasa puesto que en un mundo globalizado las repercusiones afectan a cómo se juega con las monedas, las hambrunas generadas en los mercados de commoditties, el despotismo energético, etc.


$$$$$ Soberanía popular

El problema fundamental radica en el entrampamiento de unos Gobiernos “soberanos” sometidos al flujo y reflujo de su deuda para asumir pagos, a los financiamientos de campañas electorales, promesas de sinecuras para cuando expiren las legislaturas o vaya usted a saber qué. Piensen mal siempre. Y el mercado hace y deshace sin oposición. ¿Solución? La Tasa Tobin no, desde luego.

...

... son otros los que tienen que pagar

Cuanta razón tiene el tío este de Singapur. No hace falta ser un licenciado en economía para entenderlo; ellos se lo guisan, ellos se lo comen.
- Oye, que tienes que decir de mí que soy solvente.
- Vale. ¿Como de solvente?
- ¿Te basta con 100000$?
- Bufff, tienes más solvencia que el Rockefeller y Onassis juntos; pero sólo es una opinión mía, ¿eh? Que después no quiero líos.
- De acuerdo; ¿Hace unas rayitas? o ¿Prefieres a una rubia que te la chupe bien?
- De paso, a ver si puedes convencer a quien sea que no hace falta regularnos, que ya lo sabemos hacer solos.

HIJOS DE P...

Para entender este documental solo hay que abrir Google, escribir: “sueldos de los directivos españoles”, y casi no hay nada más que pensar, simplemente sientes un tanto de asco y repugnancia y te das cuenta que la crisis solo existe para el trabajador, y la gente honrada.

Sin ahondar más, pues en Internet hay datos más que suficientes para quién quiera echar una ojeada, tenemos al consejero delegado del Banco de Santander que solo ganó en el 2009 la escasa asignación de 10 millones doscientos mil euros (eso no da ni para unas cañas y un bocata de calamares), ya en el 2010 el ex presidente de Amadeus solo ganó 10 milloncejos (vamos que da para un par de trajes valencianos y poco más), el presi de Ibedrola solo gana la nimia cantidad de 5 millones trescientos mil euros (comparao con el del Santander es pobre), el máximo dirigente del BBA solo ganó 5 millones trescientos aproximadamente (ni pa pipas), por lo que es tan pobre como el de Iberdrola y finalmente el muerto de hambre del presidente de Repsol (Empresa choriceada a todos los ciudadanos) ganó casi 4 millones seiscientos mil euros (Pobre muchachuelo indigente), y así podríamos seguir una tras otra gran empresa dándonos cuenta que la crisis no ha afectado a todos los españoles por igual ni mucho menos.

Hay datos, muchos más datos en la red de fuentes fidedignas que corroboran la famosa frase de Obama de que “esta es la crisis de la avaricia”, empresas que como solo han tenido beneficios entre dos mil y cinco mil millones, y han bajado los beneficios, hacen ERES, directivos de grandes empresas, antes estatales, que se niegan a decir lo que ganan, bancos pidiendo limosna al estado sin asumir ningún tipo de responsabilidad sus inútiles gestores, etc.etc.

Duele dividir los casi 40 millones de euros que ganan estos cinco gestores privilegiados y darse cuenta cuantos parados mil euristas podrían haber tenido trabajo durante un año con el sueldo de estas cinco personas: 3.333 es el número, auténticamente penoso en plena crisis.

Y es que de este tipo de personajes va el documental, el cual nos narra el origen de la crisis y sus repercusiones, pero de una forma original, pues primero nos va enseñando los personajes e incluso a alguno de ellos los va entrevistando cordialmente, para finalmente irlos desenmascarando y presentándonos la panda de chorizos más impresentables que hay sobre el planeta.

Sigue en spoiler, no cuento nada