Un gran equipo

LO MEJOR: Ese tono humorístico tan peculiar que abunda durante todo el metraje del film. La puesta en escena de su director en las escenas de fútbol. Todos los personajes están muy caracterizados, pero sobretodo el personaje de Gad Elmaleh ( es la bomba ).
LO PEOR: Quizas ese tono humorístico no sea del agrado de mucha gente, ademas si no eres futbolero, esta no es tu película.
PD: Una película muy,muy amena ( que se hace muy cortita ). Recomendable para pasar un rato agradable.
PPD: Omar Sy, solo con su sonrisa llena la pantalla.

Clásica película que gustará al pueblo llano, encantado de echar unas risas y pasar 90 minutos divertidos, pero que la crítica destrozará!!! Porque, para ser honestos, está llena de personajes antagónicos y diferentes, todos ellos muy bien definidos que, aunque resulten como equipo y provoquen una diversión garantizada no dejan de ser una pandilla de inútiles jugadores ya derrotados, viejas glorias que apenas se sostienen de pie acompañados de pescadores paletos cuyos entrenamientos son tan catetos como las burlas de los hinchas! Pero la verdad es que funciona!! Aunque al final flojea un poco, por la falta de emoción y carisma en el decisivo partido final -se precipita en su resolución enmascarando lo bien llevada y realizada que está en su recorrido-, es una genial comedia francesa, de risa espontánea y diversión asegurada -lo repito para dejarlo claro- sencilla en lo que muestra pero de gran contenido, agradecida sorpresa de gran disfrute. Y, aunque no es la típica comedia inglesa de crítica social, este relato francés sólo pretende mostrar un historia sencilla de jugadores echando los pulmones por la boca para ayudar a un pueblo pesquero en aras de perder su medio de vida; pretende tu complicidad y afinidad, que te unas a la fiesta y disfrutes de lo banal, costumbrista y de un cine llano que gusta al pueblo -vuelvo a repetirme-. Ríete a gusto!!!

Cuando ves el cartel, aunque no te dejas convencer por el rejodidamente poco creíble "La película francesa del año", realmente piensas que podrás echarte unas risas, recordando otras comedias francesas, que parecían de poca monta, pero que han acabado siendo una buena forma de pasar el rato.
No obstante, esta es una película que no llega a arrancar, y aunque no se hace corta, ves el final demasiado pronto, porque has estado esperando algo más. Además, las actuaciones dejan que desear, ya se que es una comedia que no pretende no ser convencional, pero joder, se puede hacer mejor, no hace falta que los personajes sean tan lineales y predecibles.

Para ser justos, diré que alguna carcajada se me ha escapado, sobre todo con Gad Elmaleh, si me quedo con algún personaje es con el pirado de Ziani.

Si tengo que dar algún consejo, es que no vale la pena gastarse 8 pavos y pico para verla, pinta más mirarla en casa una tarde aburrida, porque tampoco vas a desperdiciar el tiempo. No está mal, y más para lo que hay esta temporada.

Como siempre, el cine francés y sus comedias vienen a darnos otra case magistral de cómo se puede hacer una buena película con un guion sencillo. Eso sí, aupados con un cartel de lujo. La historia en sí no es nada nuevo: nos habla de las segundas oportunidades, del milagro que consigue un grupo pequeño de personas en una remota isla de la Bretaña francesa para conseguir que no cierren su empresa conservera, esa que le da trabajo a la población. Podría recordarnos en parte a "Bienvenidos al Norte" en el comienzo, cuando el entrenador llega a la isla y se encuentra con que el equipo de fútbol local está compuesto por pescadores. Y por otra parte nos podría recordar a "Elegidos para el triunfo", aquella peli en donde un grupo de Jamaicanos sorprendía al mundo entero con el bobsleight.

Como dije al principio, el reparto es de lujo. José García, esa mezcla de Jack Lemmon y Robert Downey Jr. medio gallego medio francés en el papel de entrenador alcohólico y problemático da la talla. Los secundarios están geniales: el prodigio de Omar Sy y su sonrisa que contagia hasta al más serio; Franck Dubosc como el delantero obsesionado por tirar penalties a lo Panenka y por se actor; el rapero Joey Starr como el Jimmy Hendrix del campo, agresivo y malhumorado; Ramzy Bedia como portero adicto a las mujeres y a la cocaína (y a ser delantero centro) y, por supuesto, Gad Elmaleh, un ciclón artista del balón que es hipocondríaco y dependiente de los psicólogos. En resumen, un plantel general bastante acertado y recomendable para pasar un buen rato, sobre todo si les gusta el fútbol. Aquellos a los que no, seguro que también se reirán.

Se trata de una película del tipo comedia sin más vueltas que el pasar un ratito medio bueno de humor y sin calentamientos de cabeza. El protagonista, Patrick (José García), una vieja estrella del fútbol, ve a los cincuenta años que ha fracasado: alcohólico, arruinado, sin familia –salvo su hija que él adora- se ve obligado por la justicia a buscar un trabajo digno.

La única salida que encuentra es ir a una pequeña isla bretona para entrenar al modesto equipo de fútbol de la localidad. Los de pueblo necesitan ganar los próximos encuentros para hacer acopio de dinero y salvar de la ruina a la fábrica conservera de la isla. Para ello, Patrick ha de contratar con engaños y artilugios a jugadores consagrados de su generación, o sea, ya mayorcetes para esos trotes.

Resulta ser una película sencilla, quizá en exceso, con ciertos gags de humor más o menos bien recibidos, con amores superficiales, con personajes que cumplen en sus interpretaciones. La historia no cuenta grandes cosas, salvo el ambiente rural y depauperado de una modesta isla bretona que carece prácticamente de todo cuanto la modernidad posee.

Es en ese sentido, en el que le encuentro un mayor valor testimonial al film, pues habla de la reruralización, algo tan necesario en nuestros días, pues que no todos vamos a tener que estar en Madrid o Barcelona. En fin, un ratillo de entretenimiento para quien tenga seis u ocho eurones a disposición. Pero, a pesar de todo, creo que merece la pena: ¡te hace olvidar los telediarios!