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Rhino Season

Drama Sahel (Behrouz Vossoughi), un poeta kurdo-iraní es liberado tras pasar treinta años en prisión y trata de reunirse con su esposa (Monica Bellucci), que lo cree muerto. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
26 de septiembre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El poeta kurdo-iraní, Shael, estuvo durante treinta años encarcelado por motivos políticos y a su familia se le dijo que habia muerto. Tras ser excarcelado, inicia la búsqueda de su esposa.

Película triste, muy poética y con poco diálogo. El propio director, exiliado de Irán, manifiesta : "He hecho esta película para no morirme", y se nota un ambiente de decaimiento y desánimo en toda la cinta, como si a los personajes les costara moverse.
Todo tiene un aire irreal, como de ensoñación.
El simbolismo animal está presente en toda la película (tortugas, caballos y, por supuesto rinocerontes), y también la lluvia, el agua y la nieve.

Una lástima que todo ese lirismo se va a ir perdiendo cuando se plantean situaciones inverosímiles entre los personajes. Situaciones que, acaban rompiendo esa burbuja de magia que contiene a casi toda la película.
Nave nodriza
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9 de noviembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bahman Ghobadi firma la personalísima película “Rhino Season” que participó en la Sección Oficial a concurso en la 60 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, evento en el que el director ya se había alzado en el pasado con dos máximos galardones por sus anteriores trabajos “Media Luna” y “Las tortugas también vuelvan”. No repitió el éxito pero no se fue con las manos vacías, pues fue merecidamente premiada su espectacular fotografía, de Tonraj Aslani.

El film nos narra cómo un poeta kurdo-iraní abandona la cárcel tras treinta años de cautiverio. Solo y sumergido en un mundo demasiado lleno de recuerdos y con un presente que no reconoce, se embarca en un viaje emocional hacia el reencuentro con la que fue su mujer y que le cree hace mucho muerto. El feliz ayer y el gris del miedo al hoy se entremezclan en esta historia hecha de memorias, lágrimas, amor, traición y sangre.

Muchas son las virtudes de esta particularísima película de Ghobadi. Entre ellas es de subrayar el riesgo que toma su guión, viajando atrás y adelante en el tiempo, mezclando diálogo con abismales silencios, gritos con recitada poesía. Por supuesto, también imprescindible el trabajo de sus protagonistas, Beren Saat (Heridas de Otoño) encarnando al poeta liberado y Monica Bellucci (Malena, Irreversible) impresionante dando vida a su mujer, creando un papel en el que ni el dolor ni las arrugas pueden esconder la belleza de su interior fuerza, donde el absoluto silencio y una mirada desgarrada es su arma de desbordada expresión. Y mezclando todo ello en una artística paleta de colores, el ya citado trabajo de Tonraj Aslani creando una fotografía que dota a la película y sus habitantes de un lirismo extremo, puro arte visual.

Arriesgada en su puesta en escena, peculiar en su forma de contar las cosas y latiendo la poesía en cada plano y frase, se constituye “Rhino Season” como una película muy personal y no apta para todos los gustos y paladares. En mi opinión, una experiencia cinematográfica y artística a tener en cuenta, meritoria y altamente interesante y disfrutable.

-Enoch-
www.raven-heart.com
RavenHeart
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28 de septiembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta kurdo-iraní Bahman Ghobadi vuelve al festival de San Sebastián para presentar su nueva película, tras haberse hecho dos veces consecutivas con la ansiada Concha de Oro. Su propuesta narra la historia de un poeta kurdo-iraní, Sahel, que podría ser su alter ego, liberado tras treinta años condenado, que tratara de ponerse en contacto con su amada esposa.

Desde el inicio la narración se fragmenta en imágenes alegóricas que entrelazan presente y pasado, realidad y fantasía, con la voz de unos versos rotundos que subrayan el tono lírico de la historia. A través de las palabras y las metafóricas imágenes recuperamos la bella historia de amor entre el poeta y su esposa, sobriamente interpretada por la bella Mónica Bellucci, separados por una historia de venganza y de violencia, que se verá posibilitada por un régimen totalitario e implacable. Los protagonistas no pueden más que verse arrastrados y sumergidos por una vorágine que logra controlar y dirigir sus destinos, no así sus recuerdos que brotarán libres para dejarles la posibilidad de volar y seguir viviendo anhelando un amor que permanecerá como los versos, imperecedero.
marai
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11 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espero que filmaffinity siga como está y continúe recibiendo el uso que muchos le damos, y no me refiero a escribir "críticas cinematográficas objetivas o subjetivas", sino para seguir realizando y aportando opiniones personales constructivas (y alguna que otra destructiva, siempre apoyándose en un sólido argumento), porque teniendo en cuenta la de cosas que uno lee muy de vez en cuando por aquí, es para decir eso de "si no lo leo, no lo creo". Y esta vez no lo digo por la nota tan baja que tiene en esta web, sino por la repugnante y pútrida reseña de Carlos Mierdero, una vez más dejando constancia de que a este ser solo le gusta la mierda, y todo lo que sea arte (especialmente aquel que no entiende) se ve en la obligación de decir que es una bazofia, mal dirigida, mal escrita, mal hecha... qué coño, una puta mierda. Si en política tenemos que tragarnos todos los días los excrementos que sueltan esas odiosas y demoníacas "personas tan maravillosas", como los pinta cierta marca de refrescos, que son los políticos, al menos en el mundo del cine podríamos (y te lo digo a ti, filmaffinity) ahorrarnos pestes innecesarias de gentuza como la que he mencionado. Sé que esto no se va a tener en cuenta, pero para cualquiera que se encuentre leyendo este texto, que lo sepa.

El film comienza con unas palabras dirigidas a todos los cineastas iraníes que se estén viendo sometidos por la censura del régimen iraní. Han pasado tres años desde que Bahman Ghobadi estrenara "Nadie sabe nada de gatos persas", la película que le costó el exilio. En esta ocasión, ha tenido que rodar su nueva película en Turquía, contando una historia que ya todos conocemos, de hecho, es muy posible que le sirviera de inspiración la archiconocida novela "El conde de Montecristo" de Alexandre Dumas padre y Auguste Maquet, pero adaptada en el contexto de la Revolución Iraní de 1979 y sus posteriores consecuencias, y sustituyendo al personaje de Edmond Dantès por Sahel Farzan, un poeta kurdo-iraní que tras pasar 30 años en las infernales prisiones de Irán condenado a lo que parecía ser un interminable limbo de sufrimiento, alejada de Mina, el amor de su vida, su alma gemela.

El personaje de Sahel no habla en toda la película, apenas pronuncia unas pocas palabras al principio, para todo lo demás, no necesita abrir la boca para expresarse y comunicarse con el espectador o con los demás personajes... su cara es un espejo, el espejo del alma, de un alma torturada y angustiada marcada con la señal del sufrimiento eterno, un dolor que persistirá por siempre jamás, porque Sahel ve cómo la Muerte se va acercando, oye cada vez más alto su llamada, porque Sahel ha perdido 30 años de vida, y el amor de su vida le ha olvidado creyendo que murió en prisión mientras ella intentaba continuar con su vida, una vida vacía y miserable, carente de sentido.

Ghobadi no narra como lo haría un novelista, sino que escribe bellos y oscuros versos que van componiendo una colmena de poemas audiovisuales en lo profundo de un mundo deprimente donde no hay cabida para la esperanza, solo existe desolación.
Koyaanisqatsi
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29 de septiembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta ocasión hay que desbrozar para encontrar la esencia del mejor Bahman Ghobadi. Sí, nos lo pone un poco más complicado, empeñado en bosquejar la poesía como un elemento más de la historia. Yendo y viniendo, entrando y saliendo..; de la enrejada oscuridad, a la abrasiva claridad del sol; del amor eterno, al amor imposible; de una tierra madrastra, a una tierra de nadie.

Allá, en Irán, días después de la revolución islámica de Jomeini, cayeron en desgracia y en prisión, tótum revolútum, también los escritores, artistas y librepensadores que no estaban dispuestos a aceptar el Corán como libro de cabecera. Como en cualquier guerra civil, que se precie de tal, los odios, venganzas y ambiciones cotizan muy alto, hasta alcanzar las cimas del horror. No hay maldad que encuentre límite, ni tortura que no sea ensayada.

Cuando el paso del tiempo convirtió en polvo hasta los más sólidos recuerdos, cuando no se sabe qué fue verdad y qué soñado, cuando los sentimientos más puros sirvieron de alfombra a las ensangrentadas botas del tirano....¿merece la pena, treinta años después, volver a ser libre?.

El gran realizador kurdo-iraní se juega demasiado en cada película como para concluir que con Rhino Season ha fracasado. Puede que no brille (misión casi imposible) como en Las tortugas también vuelan, pero lo que cuenta y lo que suponemos que nos quiere contar merece el mayor de nuestros respetos.
Sinhué
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