Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Paco Ortega:
8
Drama El dueño de un edificio de viviendas decide poner en la calle a sus inquilinos para vender el solar. La negativa de los afectados a desalojar sus casas hace que el casero, asesorado por su amante, contrate a un matón: el Bruto. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2008
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En estas primeras peliculas de su etapa mexicana, Luis Bunuel ensaya con éxito el concepto de coralidad que ya habiamos visto en “Los olvidados”, o en “Susana, demonio y carne” y que en otras posteriores, como “El angel exterminador”, o “El discreto encanto de la burguesia”, utilizara de manera especial. Ese concepto significa considerar la peripecia que en ella aparece como algo fundamentalmente colectivo. De esta manera desparece casi por completo el protagonista individual al que le suceden las cosas o las provoca, y, en todo caso, el protagonismo queda diluido entre un grupo de seres a los que algun problema les afecta en comun, como la marginacion social, la injusticia, la pobreza, simplemente no poder cenar por causas misteriosas, o quedarse encerrados en una vivienda.

En esta pelicula la figura de “el bruto” destaca sobre todas las demas, sin duda, pero no exactamente como protagonista sino como victima preferente, valga la expresion, de lo que a todos, en una u otra medida, les ocurre. “El bruto” es el que de manera especial sufre una metamorfosis. Lo contratan para ser lo que es, y mientras realiza su infame trabajo –matar, extorsionar, golpear-, ve como algo en su interior va cambiando a partir de conocer a una joven a la que le unia antes de conocerla una patetica relacion. Ya es tarde: como consecuencia de sus acciones anteriores, el pobre muchacho, tan grande de cuerpo como corto de cerebro, se precipita hacia su propio desastre. Para el, como para todos los demas, la felicidad es imposible.

A Luis Bunuel lo educaron los jesuitas de Zaragoza en la creencia de que la superación personal es posible, y que cada dia, el que se lo propone, puede ser mejor. Pura falacia. En estas películas el director demuestra lo contrario: no hay posibilidad de mejorar entre una colectividad acanallada y descompuesta por el egoismo y por su feroz instinto de supervivencia. Y en esto no hay demasiadas diferencias provocadas por las clases sociales. Ya conocemos el egoismo de los ricos, y Bunuel como que se especializa en mostrarnos el de los pobres. Los personajes de “Viridiana” estan ya latentes en su imaginación.

El procedimiento cinematografico es a estas alturas de una madurez infrecuente y extraordinaria. En esta ocasión la película es formalmente de una enorme correccion. El ritmo narrativo es creciente y esta muy bien conseguido, las escenas van manteniendolo el interes del espectador, incrementando nuestra atencion hacia un final tragico, que, no por esperado, lo es menos, y presentandonos a unos personajes muy bien construidos por unos actores avezados y rigurosos, de gran calidad, a los que el dirige con mano firme.

Todo el conjunto transpira una calidad impropia de un director que era responsable de tan escasa trayectoria anterior, que estaba construyendo en ese momento las claves de un universo ideologico propio, lleno de obsesiones y creencias, y de un lenguaje cinematografico reconocible y absolutamente original.
Paco Ortega
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow