Con ya un Oscar bajo el brazo, a Oliver Stone no le quedaba nada que demostrar. Sin embargo, quiso ir más allá y decidió filmar una historia violenta sobre asesinos en serie sin perder de lado su perspectiva crítica. La de la poca, o nula, conciencia de los medios de comunicación. Y con Quentin Tarantino haciendo el guión.

Pero el guión sufrió una revisión y Tarantino acabó repudiando su trabajo. Y viendo el resultado final, la verdad es que algo de razón tiene (a pesar de que la película, en realidad, no parece de Oliver Stone sino suya).

'Asesinos natos' sufre de algunos defectos como la introducción de demasiadas escenas incrustadas entre la historia principal y un montaje que a veces no da un respiro haciendo que todo pase muy rápido y tenga que asimilarlo a la fuerza. Asimismo, parece que casi todos los personajes están chalados en mayor o menor medida con lo que la línea de los buenos y malos difícilmente se distingue cuando una distinción del bien y del mal serviría para lo que la obra quiere decir. Pero también tiene sus virtudes, como un trabajo sólido de su reparto principal, destacando sobre todo al robaescenas Robert Downey Jr quien, posiblemente, estuviera en esa época ya en problemas, lo que no impidió mostrar su talento como el periodista Wayne Gale, alguien que en realidad busca fama con la tragedia. 20 años después, tenemos a Robert Downey Jr, sano y recuperado para el cine, además de convertirse en uno de los actores más guays del cine.

Y por otro lado está su mensaje. A pesar de que obtuvo críticas por ser muy explícitamente violenta, que en parte es verdad, considero que lo que la película quiere mostrar es como los medios de comunicación y parte de la sociedad 'alimentan' a los monstruos solo por la audiencia o, por alguna macabra o loca razón, les cae bien. Y este mensaje es efectivo, sobre todo porque sigue vigente hoy en día. Otro tema es como se hubiera hecho esta película con otras manos o sin meterle mano al guión; quizás estaríamos hablando hoy de una gran película.

Con el producto presentado, con sus pocas virtudes y sus variados defectos, no puedo más que decir que es una buena idea; no obstante se ha plasmado mal.