Haz click aquí para copiar la URL
Voto de casadelapradera:
1
Drama El 2 de diciembre del 2007, tres etarras asesinaron a dos guardias civiles (Fernando Trapero y Raúl Centeno) con los que casualmente se encontraron en una cafetería en Capbreton, en la región francesa de Las Landas. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2008
72 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien, a pesar de mi encarecida advertencia, o por simple curiosidad, decide finalmente adentrarse a ver Tiro en la cabeza, una de dos, o es un estandarte de las más radicales tendencias del gafapastismo extremo (en el cual, con nombre, todo vale), o más vale que entre al cine repitiendo: “Jaime no se está riendo de mí, Jaime no se está riendo de mí, Jaime no se está riendo de mí…”.

Es muy complicado comenzar a hablar de una película que lo es por el simple hecho de haberse realizado con una cámara y proyectado en pantalla grande. De no ser así, sería más sencillo encerrarla en una sala oscura de museo para que la gente se la quedara mirando un rato y luego prosiguiera su camino comentando lo mucho que te puede haber sugerido. Tiro en la cabeza no tiene ritmo. No tiene diálogos AUDIBLES. No tiene información.

Habría que haberlo grabado. Una montaña de acreditados formando una enorme cola en el festival de San Sebastián, pegándose por entrar y luego saliendo a los diez minutos, tras comprobar que la película no va a ofrecer absolutamente nada. Pongámonos en situación: el film de Rosales muestra la vida normal de un hombre desde planos lejanos, de modo que ninguna de sus conversaciones se escuchan, a pesar de que los protagonistas hablan, se relacionan, gesticulan. Cuando digo ninguna, me refiero a NINGUNA, ninguna se escucha. Una vida normal, aburrida. O simplemente, no peculiar. Personas que van y que vienen y que nos importan una mierda, porque ya la película da igual.

Mientras la veía pensé que Rosales se estaba descojonando de todo el mundo en sus narices, luego que simplemente se creía un genio creador por encima del resto de los mortales y luego que se estaba descojonando otra vez. La película seguía sin que nada pasara. Plano largo de ventana. Plano de estación. Plano de bar. Rosales en su casa se seguía riendo de mí blandiendo sus goyas en ambas manos. Plano interior. Plano de coche.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
casadelapradera
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow