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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
6
Thriller En este desenlace de la saga Millennium la tensión se dispara. Tras el agónico final de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, puede que Lisbeth Salander haya sobrevivido a ser enterrada viva pero sus problemas están lejos de haber acabado. Está acusada de triple asesinato y fuerzas poderosas intentan silenciarla de una vez por todas. Mientras, Michael Blomkvist escarba en su oscuro pasado y pronto encuentra sus huellas. (FILMAFFINITY) [+]
16 de agosto de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A esta tercera parte simplemente le toca lidiar con el gran mosaico oscuro que es la obra de Larsson y darle un cierre digno, que no era poco, tampoco fácil. Y contra todo pronóstico, tras una segunda película de lo más anodina, esta tercera entrega recupera en parte la perversión y personalidad del primer film, sin tensar cuerdas, sin cargar las tintas, vaciando el libro de todos esos datos o elementos satélites que no hubieran hecho más que alargar la trama, entorpetecer la narración y al final dar al traste con la excelente idea de partida. A Larsson le pudo ese amor por Lisbeth Salander y no escatimó en detalles para contarnos cómo fue una víctima del sistema y cómo Michael Blomkvist logró hacer justicia al que seguramente es el mejor personaje en mucho tiempo: una punky pequeña de estatura, hacker y problemática, muy peligrosa, carnívora, solitaria, malhumorada, en el fondo tierna. Vaya: esta tercera película es todo lo buena que podía esperarse, si bien es verdad que el que desconozca la novela de partida puede perderse entre tanta parafernalia.

Daniel Alfredson hace un esfuerzo por lograr una película visualmente potente, alejada de la estética del telefilm que era La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, que resulte entretenida y fiel a la acción trepidante y crítica de Larsson. Poco se le pueden reprochar a tres películas que funcionan como ilustraciones de la magma ficción de Larsson, aunque en este caso, como casi siempre, es mejor empezar por degustar las novelas y entender los films como complementos. Lisbeth y Michael se despiden con un 'hasta luego' que ha resultado ser un 'hasta siempre'. La saga ya es un hit de la literatura y del cine europeo. Que nadie le quite el trono a la reina, con cresta y ornamentos góticos, en su palacio de corrientes de aire, en verdad un pequeño piso en la capital sueca: el balance global de los tres films es muy bueno.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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