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Voto de Angie Banshee:
7
6,6
12.642
Ciencia ficción. Intriga. Fantástico
Hannon Fuller, un magnate de los negocios y empresario emprendedor, muere en extrañas circunstancias. Su amigo y mano derecha, Douglas Hall, se ve lanzado a un mundo de crímenes y decepciones, llegando a descubrir que Fuller llevaba una peligrosa doble vida que se movía entre dos mundos paralelos: uno en 1937 y otro en el presente... (FILMAFFINITY)
11 de octubre de 2011
25 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué grata sorpresa me he llevado con esta película, apenas conocida por el público en general y, probablemente, infravalorada.
Para empezar, el guión me parece brillante. Consta de una idea principal interesantísima, muy bien hilada, narrada y definida, de forma que son pocas las fisuras que se le pueden achacar. El argumento se desarrolla con nitidez, desvelando paso a paso las claves necesarias para su comprensión, aportando pistas que, sin hacerla del todo previsible, van conduciendo al espectador a un desenlace coherente, exento de vacíos explicativos. Se trata, pues, de una cinta de ciencia ficción, cuya fuerza, curiosamente, no reside en los efectos especiales –exiguos y relegados, en su caso, a un segundo plano–, sino en la originalidad de su argumento y en el acierto de la exposición de éste. Supongo que la discreción en la utilización de dichos efectos especiales responde a una cuestión de presupuesto y, tal vez, de haber contado con los medios económicos de una superproducción cinematográfica, la película hubiese granjeado mayor popularidad y adeptos. Además, la ambientación está muy conseguida, en especial la de los años 30.
De entre las pocas cosas reprochables que encuentro, destaco la elección del actor principal, Craig Bierko, que no es que haga mal su trabajo, pues está bastante correcto en su papel, pero se me antoja soso y falto de carisma. Tiene un físico agradable pero también anodino. Es, sencillamente, un tipo guapo que a mí no me transmite gran cosa. Y algo parecido sucede con Gretchen Mol, una actriz muy atractiva pero carente de “garra”. Distinto es el caso de Vincent D'Onofrio, más rotundo como camarero que como “friki” informático pero, en cualquier caso, muy creíble y bastante más carismático que el resto del elenco, así como el de Armin Mueller-Stahl, en la línea del anterior.
Antes de pasar al spoiler, donde comentaré un par de cosillas, invito a los amantes de la ciencia ficción –que no del derroche de efectos especiales– a su visionado, pues me parece altamente recomendable, entre otras cosas, porque no defrauda.
Para empezar, el guión me parece brillante. Consta de una idea principal interesantísima, muy bien hilada, narrada y definida, de forma que son pocas las fisuras que se le pueden achacar. El argumento se desarrolla con nitidez, desvelando paso a paso las claves necesarias para su comprensión, aportando pistas que, sin hacerla del todo previsible, van conduciendo al espectador a un desenlace coherente, exento de vacíos explicativos. Se trata, pues, de una cinta de ciencia ficción, cuya fuerza, curiosamente, no reside en los efectos especiales –exiguos y relegados, en su caso, a un segundo plano–, sino en la originalidad de su argumento y en el acierto de la exposición de éste. Supongo que la discreción en la utilización de dichos efectos especiales responde a una cuestión de presupuesto y, tal vez, de haber contado con los medios económicos de una superproducción cinematográfica, la película hubiese granjeado mayor popularidad y adeptos. Además, la ambientación está muy conseguida, en especial la de los años 30.
De entre las pocas cosas reprochables que encuentro, destaco la elección del actor principal, Craig Bierko, que no es que haga mal su trabajo, pues está bastante correcto en su papel, pero se me antoja soso y falto de carisma. Tiene un físico agradable pero también anodino. Es, sencillamente, un tipo guapo que a mí no me transmite gran cosa. Y algo parecido sucede con Gretchen Mol, una actriz muy atractiva pero carente de “garra”. Distinto es el caso de Vincent D'Onofrio, más rotundo como camarero que como “friki” informático pero, en cualquier caso, muy creíble y bastante más carismático que el resto del elenco, así como el de Armin Mueller-Stahl, en la línea del anterior.
Antes de pasar al spoiler, donde comentaré un par de cosillas, invito a los amantes de la ciencia ficción –que no del derroche de efectos especiales– a su visionado, pues me parece altamente recomendable, entre otras cosas, porque no defrauda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sólo una cosa que no me cuadra. Si han sido capaces de reproducir la realidad con tanta perfección dentro de un sistema informático, ¿cómo no han sido capaces de prever la posibilidad de que el usuario muera en el mundo virtual, muriendo también en la realidad? Teniendo en cuenta que el usuario entra en cualquier momento de la vida del personaje ficticio (mientras conduce, por ejemplo), resulta extraño que se asuman, sin más, los riesgos que de ello se derivan cada vez que se accede al mundo virtual. Y esto, en el plano de Douglas Hall, más o menos está contemplado, pues todo está aún en una fase experimental y acceden al sistema durante un tiempo limitado, quedando claro, así, que hacerlo implica riesgos. Pero en el caso del plano superior (la supuesta realidad, donde David existe como usuario de Hall), en el que, al parecer, lo hacen alegremente, colocándose una especie de auriculares, pues, la verdad, me chirría.
Por último, una vez visionadas las tres cintas que, podría decirse, integran la “tríada de la polémica” (“Matrix”, “Dark City” y “Nivel 13”), he de decir que me quedo con “Nivel 13”. Creo, sinceramente, que lo único que justifica la enorme popularidad de “Matrix”, frente al casi total anonimato de la película que nos ocupa, es la diferencia en el presupuesto; un presupuesto que, en el caso de “Matrix”, permite no escatimar en efectos especiales, contratación de actores consagrados (Keanu Reeves), publicidad y “merchandising”. También es cierto que “Matrix” posee una estética más atractiva y que ofrece mucha más acción que “Nivel 13”, lo cual atrae, no sólo al espectador amante de la ciencia ficción, sino también al del cine de acción. Pero qué queréis que os diga, yo me quedo con “la hermana pobre”, pues su guión me parece mucho más redondo.
Por último, una vez visionadas las tres cintas que, podría decirse, integran la “tríada de la polémica” (“Matrix”, “Dark City” y “Nivel 13”), he de decir que me quedo con “Nivel 13”. Creo, sinceramente, que lo único que justifica la enorme popularidad de “Matrix”, frente al casi total anonimato de la película que nos ocupa, es la diferencia en el presupuesto; un presupuesto que, en el caso de “Matrix”, permite no escatimar en efectos especiales, contratación de actores consagrados (Keanu Reeves), publicidad y “merchandising”. También es cierto que “Matrix” posee una estética más atractiva y que ofrece mucha más acción que “Nivel 13”, lo cual atrae, no sólo al espectador amante de la ciencia ficción, sino también al del cine de acción. Pero qué queréis que os diga, yo me quedo con “la hermana pobre”, pues su guión me parece mucho más redondo.