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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama. Thriller Eva, una mujer satisfecha consigo misma, es autora y editora de guías de viaje. Casada desde hace años con Franklin, un fotógrafo que trabaja en publicidad, decide, con casi cuarenta años y tras muchas dudas, tener un hijo. Así nacerá Kevin. Pero, ya desde el principio, empiezan a surgir dificultades... Adaptación de la novela homónima de Lionel Shriver. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2011
54 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Un pequeño travieso? No: un cabroncete precoz. Es un tópico felicitar a las mujeres embarazadas por el hijo que esperan. Un atrevimiento después de ver a Macaulay Culkin en El buen hijo, la niña perversa de La huérfana o toda la tradición de hijos locos, asesinos y raritos que nos ha brindado la historia del cine. A esa lista de pequeños psicópatas hay que sumar a Kevin, la máxima felicidad y el principal motivo de la desgracia de su madre. La principiante Lynne Ramsay lleva la premisa del hijo desviado a otro nivel. Hay terror, violencia doméstica y thriller tensísimo. Pero lo más interesante de We need to talk about Kevin es su atmósfera oscura, truculenta, de una poética fría. We need to talk about Kevin es un ejercicio de estilo interesante que consigue retratar una normalidad anormal, o una rutina extraordinaria, o una infancia nada inocente. Ofrece un estimulante juego del niño con presuntas buenas intenciones y posibles principios de psicopatía. Y atención al detalle del cuento que Swinton lee a su pequeño antes de irse a dormir...

Allá donde otros resolverían la trama con gritos, escenas teatrales y catarsis, Ramsay experimenta con la narración fragmentada y consigue que las manchas, la pintura y la comida que constantemente quita y friega la protagonista sea una representación de su estado de desesperación, impotencia y apatía. A Ramsay no le interesa tanto la encrucijada moral de la historia como su puesta en escena. Poco importan las razones que motivan el odio y las extravagancias de Kevin porque la película triunfa como una horror movie sin sangre. No hay que entenderla sino dejarse empapar por la constante sensación de malestar y peligro (muy interesante la escena onírica en la que Tilda Swinton aparece en una recreación de la Tomatina de Buñol). Debemos, necesitamos y queremos hablar sobre Kevin. Tilda Swinton oposita para el Oscar, y la próxima vez preferirá abortar o recurrir a una supernanny con mano dura. No se la pierdan.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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