El agente Jaime Karim estaba en la ciudad de Londres, previo a la misión denominada “Su excelencia”.
Era sábado, y los sábados tenía el día libre. Se metió a uno de los cines de esa ciudad inglesa y estaban proyectando “The Wizzard of Ozz”.
Karim se acordó de una de las tantas misiones que como escolta había tenido años atrás.
Y se acordó cuando lo asignaron como guardaespaldas de Judy, comenzaba a dejar de ser niña. Ella había tenido varios guardaespaldas antes que Jaime Karim, pero todos habían tenido un paso fugaz. Karim, al momento de ser enviado por “Esplendor” encontró que la niña estrella era cuidada por tres esbirros que la llevaban y traían a todas partes, pero a pesar de ellos, Judy consumía todo tipo de estimulante y sedantes. La niña era una minita de oro de la MGM, y de esto había gentes que se aprovechaban, gentes muy cercanas a e ella. Karim muchas veces se preguntó qué hacia cerca de esta niña del arcoíris del cine, y en realidad de quien la protegía. Aquella adolecente, por quien Karim llego a sentir un gran cariño, había muerto recientemente entre sus problemas de alcoholismo y trastornos psicológicos. Y Karim se dio cuenta de que el enemigo invisible de quien él trató de protegerla, es el salteador que está dentro de cada uno de nosotros, y deseó que en su viaje al mas allá… por fin se reuniera al final del camino, al final del arco íris… con “The Wizzard of Ozz”.