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España España · Mexico
Voto de Alfie:
2
Drama Un mánager de boxeo descubre que uno de los boxeadores a los que promociona se ha enamorado de su amante. Loco de celos, organiza un combate entre este púgil y un amigo suyo. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2010
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que le recuerdan en el ring hablan de un juego de piernas magnífico que le daba la posibilidad de boxear sin apenas cubrirse. Puro movimiento. Viendo peleas suyas, como la final contra Howard Winstone en el ´68, uno puede entender aquello de “no se desplazaba por el cuadrilátero, volaba”. Al brujo galés le cayeron hasta en el cielo de la boca. Extenuado y con un ojo tapado totalmente por un potente crochet de derecha, no tuvo más remedio que ceder el cetro de campeón mundial del peso pluma a nuestro José Legrá. Velocidad de la luz para un artista del boxeo, el Curro Romero de los guantes, enseñado en la escuela cubana más estilista y que derrochaba clase allá donde peleara.

Nacido y criado en Cuba (Baracoa, 1943) José Legrá vivió una época donde ser niño significaba también trabajar: limpiando botas, repartiendo periódicos, guiando a los turistas. Ya desde muy pequeño sus dotes pugilísticas salieron a la luz comenzando su carrera como amateur en La Habana. Luego llegó Castro, los comités de defensa de la revolución y la prohibición del deporte profesional. José se tuvo que ir a México y luego a Miami, donde coincidió con un jovencito llamado Classius Clay y que empezaba a enamorar por entonces practicando el “vuela como una mariposa, pica como una abeja”. Después, su preparador Kid Tunero, lo trajo a España desde donde creció como púgil hasta llegar a convertirse en un campeonísimo. Y de ahí…a El Pardo donde Franco recibió a un negro (aunque él siempre se consideró mulato) con honores de héroe. Grande.

Hace poco salía en un semanal una entrevista donde las reflexiones de un hombre curtido, sufridor de su profesión, un jornalero de los guantes, lo destapaban como un tipo tranquilo, sereno y amansado por el paso de los años. Ahora, por lo visto, es relaciones públicas de una empresa de seguridad y anda tranquilo por una vida que en otros tiempos, en los difíciles, fue frenética. Como confiesa al periodista Vítor Rodríguez en la entrevista publicada en el Magazine de El Mundo de Noviembre de 2008 “de salud estoy bien; de dinero, regular, y de amor, mejor que nunca”. Pues eso, un gigante de los cuadriláteros que merece ser recordado, aunque sea en una pantalla de cine.

¡Ah! la película: un mojón. No pierdan el tiempo. Váyanse a Youtube y vean a don José Legrá boxear. Les merecerá la pena.
Alfie
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