Adiós Terry Gilliam. Y espero que, tras un montón de oportunidades, ésta sea la definitiva. Nunca me gustaste, y no se la razón de que siga viendo prácticamente todas tus películas. Sin embargo no es un adiós con rencor, o un adiós que implique un mínimo de negatividad. Simplemente no conectamos, y tu cine es demasiado diferente como para que una persona tan básica como yo (sí, esto va con un pelín de sarcasmo, pero sin maldad) pueda aguantarlo.

The Zero Theorem es probablemente una de las películas que más he soportado, aunque eso no quita para que me haya resultado una experiencia negativa. Tenía ilusión por una vez, con esa temática cyberpunk que tanto me atrae en cualquier cosa, pero volví a caer defraudado. La visualidad de la película es maravillosa, con esa estética que parece recrear el futuro que se veía en los años ochenta. Añadan a todo ello unas gotitas de El Cortador de Césped y mezclenlo bien junto con un videoclip de Cyndi Lauper y tendréis una idea parecida al boceto de la película.

Es interesante, pero demasiado estrambótica. Un barroquismo que no le hace ningún favor y que acaba sacando al espectador de la película a la hora de la misma, hasta el punto de que se pierde en una trama que no es en absoluto tan confuso y retorcida como parece, y es que si te pones a pensar en ella no se desvía tanto de otras películas del género.

Es la pasión por "hacer todo raro" lo que me saca de mis casillas. Terry Gilliam es muy Terry Gilliam en esta película, y si no te gusta el director la conclusión es evidente. No creo que le vuelva a dar otra oportunidad, pero para quien lo soporte, seguro que es una película maravillosa.